El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha expresado su respaldo a la “Noche del Belén” que la Asociación de Belenistas ha programado para el 3 de diciembre en la Plaza de la Montañeta, coincidiendo con la inauguración del Belén Social. Éste ha sido uno de los principales puntos de la reunión que mantuvo la pasada semana con el presidente de los belenistas, Alejandro Cánovas, y el vicepresidente Vicente Ramírez, en la que también ha estado presente el concejal de Cultura, Antonio Manresa. “Tenemos que seguir potenciando el belenismo porque es una de las señas de identidad y tradición de buena parte de la cultura alicantina”, ha reseñado el alcalde durante la reunión.

La Noche del Belén se desarrollará a partir de las 19 horas, después de la inauguración del Belén de la Montañeta. Consistirá en sendas actuaciones de los coros del Colegio Jesuitas y de la Escuela Europea, una explicación sobre cómo se realiza un belén, la degustación de pastas de Navidad y mistela, la recepción de la denominada Luz de Belén, y una recogida de alimentos no perecederos. La Noche del Belén está programada tres días después de que sea inaugurado el Belén Municipal que se sitúa en el zaguán del Ayuntamiento de Alicante.

La exposición

A escasos metros de este enclave, se sitúa el Museo de Belenes de Alicante. En concreto, presta servicio desde hace más de dos décadas, en el número 3 de la calle San Agustín, junto a la Plaza de la Santísima Faz, a espaldas del Ayuntamiento. En sus tres espacios expositivos se pueden apreciar sendas series de dioramas de 90 y 1,50 centímetros de ancho. Llama la atención la maqueta, de dos metros, del belén que la Asociación de Belenistas montó en 2009 coincidiendo con el 50 Aniversario de su fundación. Otras efemérides significativas en la historia reciente de Alicante que tienen su reflejo en forma de Nacimientos son el 5º Centenario de la Declaración de Alicante como Ciudad, con figuras originales de José Luis Mayo, de factura bíblica y 30 centímetros de altura, o el alusivo al 5º Centenario de la Santa Faz, con figuras ataviadas con ropajes propios de la terreta. Las figuras de ambos belenes están expuestas en distintas vitrinas del recinto.

Otra de las escenificaciones, en este caso de carácter popular, se puede aprecia en interior de una hornacina en la que se reproduce la plaza de Luis Foglietti, y la fachada del monasterio de Monasterio de Santa Faz.

En las distintas vitrinas repartidas por las diferentes estancias se pueden ver figuras de belenes provenientes de, entre otros países, Colombia, Venezuela, Alemania, Portugal, Italia, Paraguay, y Japón, además del continente africano. La muestra cuenta también con obras de belenistas de renombre como los hermanos Castell, de Olot, ya jubilados, la siciliana Ángela Tripi, o Nicolás Almansa o José Luis Mayo. Llama la atención, por su singularidad, la colección de siete belenes situados en el interior de marcos de cuadros.

Visitas

Cerca de un millar de personas han visitado en los diez primeros meses de este año el Museo de Belenes, aun teniendo en cuenta las medidas sanitarias derivas de la crisis de la covid-19. En 2020, excluyendo los meses en los que el recinto estuvo cerrado por el confinamiento, la cifra de visitantes llegó a los 4.400. La mitad, aproximadamente, de 2019 cuando la asistencia de público alcanzó la cota máxima con 8.661 personas. En los dos meses que faltan para que acabe el año, y teniendo en cuenta las celebraciones navideñas se espera que cuanto menos se pueda llegar a los 3.000 visitantes.

El horario de visitas es de lunes a viernes, de 10 a 13.45 horas y de 17.15 a 19.45 horas. Sábados, domingos y festivos permanece cerrado. Se cuenta con las visitas guiadas para mayores y escolares, programadas por las distintas concejalías, y con la oferta que hacen algunas de las compañías navieras para los cruceristas para poder aumentar esas cifras.

El testimonio de unas visitantes

Dos de las personas que visitaron el museo esta pasada semana expresaron su sorpresa por la gratuidad para acceder al recinto. Valoraron el lugar donde está situado “porque en este espacio recogido se puede apreciar más la diferencia de estilos”. Además, subrayaron que “cuando se visita este museo, nos retrotraemos a la infancia, recordamos a nuestros padres cuando los montaban en casa y nos dejaban participar en esas tareas”. Al mismo tiempo explicaron que “contemplar todo lo que aquí está expuesto conlleva un efecto llamada para que lo vean los más pequeños de la familia. Es algo que se tiene que compartir”.