El restaurador José Vicente Bonete muestra al alumnado de los institutos de Mutxamel el trabajo realizado con esta joya del patrimonio cultural religioso.
El arca-relicario que se utiliza desde hace décadas en el monumento eucarístico del Jueves Santo ya ha regresado restaurada a la Iglesia Arciprestal de El Salvador. Considerada una joya del patrimonio cultural religioso de Mutxamel, este mueble decorativo, realizado con la técnica de la filigrana, ha pasado unos meses por el taller del restaurador José Vicente Bonete. Antes de comenzar la Semana Santa, el arca ha vuelto en perfecto estado al templo parroquial, de donde se fue muy deteriorada, aunque previamente, el propio restaurador ofreció una charla al alumnado de los institutos de Secundaria de Mutxamel.
José Vicente Bonete explicó a un grupo de estudiantes de Bachillerato de los lES Mutxamel y L’Allusser todo el proceso de restauración de una obra de arte. Además del interés o la afición por el arte de muchos de estos jóvenes, la charla sirvió para despertar la curiosidad que puede tener una profesión poco conocida como es la de restaurador. El alumnado lanzó varias preguntas a Bonete sobre cómo y dónde se puede obtener la titulación y los conocimientos para ejercer esta profesión. De este modo, la presentación pública del proceso de restauración organizada por la Concejalía de Cultura tuvo una doble finalidad, informativa y formativa, al dirigirse de forma especial a estudiantes de Arte, Historia y Religión.
Después del minucioso trabajo de restauración realizado por José Vicente Bonete, se ha podido comprobar a primera vista cómo fue el trabajo que orfebres artesanos ejecutaron en esta arca relicario, cuyas piezas más antiguas están datadas a finales del XVIII y principios del XIX. José Vicente Bonete destaca en su trabajo porque, además de su buena técnica y profesionalidad, investiga y respeta el origen de la obra de arte para aumentar su perdurabilidad.
Esta arca relicario es de manufactura italianizante y está considerada una joya de la técnica de la filigrana. Posiblemente proviene del ámbito conventual ya que, originariamente, en estos espacios tenía una función diferente a la de sagrario del monumento instalado en las iglesias durante la Semana Santa. Bonete ha conseguido que la pieza recobre un esplendor casi desconocido en los últimos años, al trabajar milímetro a milímetro con elementos que se ven e, incluso, con capas ocultas entre maderas y manuscritos de papel.
Tras este trabajo, que podrá admirar todo el mundo la próxima Semana Santa, la Concejalía de Cultura ya está preparando nuevos proyectos de restauración de elementos muy valiosos del patrimonio cultural e histórico de Mutxamel.