Esther Abellán es casi un regalo para la cultura que se realiza en nuestra provincia. Combina esencialmente dos disciplinas: el arte dramático y la poesía donde una lleva a la otra. Su trayectoria escénica se puede centrar en las compañías “El Mundo de Calíope” y “Matuska Project” así como su legado poético que alcanza ya seis poemarios y una antología que está terminando de poetas de Alicante.

Es una mujer de las que desborda compromiso por ello es un valor estar cerca de ella cuando hablamos de gestión cultural porque siempre aporta valor.

En estos años, con diferentes medios, ha imprimido un ritmo destacable a la comunicación literaria y, especialmente, en ello realiza una fotografía de la realidad del entorno en cuanto a lo que está ocurriendo con los escritores y escritoras de aquí.

Si descubrís hoy a Esther Abellán, corréis el riesgo de que ya no la soltéis, en los próximos años.

Pregunta: Vamos a ir de la Escena a la Poesía pasando por la comunicación. Por ello, fuiste la fundadora de “El Mundo de Calíope”, una asociación cultural dedicada al teatro, recitales de poesía, performances y talleres para público infantil y adulto. ¿Dónde está la iniciativa hoy?

Sigue activa, aunque hacemos menos cosas. Fue una asociación cultural que nació para promover la poesía y casi todo lo que hemos hecho ha sido sobre esto. El teatro partió de algo más amateur. Hoy por hoy, estamos haciendo cosas infantiles por la propia dinámica del grupo y la propia demanda. Por ejemplo, damos talleres de poesía unido a las artes escénicas y movimiento, donde les enseñamos a la infancia a recitar y poner la poesía en escena. Los niños y niñas, por ejemplo, a partir de un poema ellos y ellas hacen un rap, un recital tradicional o cualquier actividad que les apetezca.

P: Fue 2019 cuando te incorporaste a “Matuska Project”, una compañía profesional dedicada a la creación, producción y realización de espectáculos que fusionan música, poesía, artes escénicas y visuales.

Entre allí porque a su fundador le presenté su primer libro en castellano que es Patrick M. Entonces me pidió que fuera la actriz principal de la puesta en escena de este libro. Ahora, Matuska Proyect soy yo y su fundador David Matuska. Y me gusta mucho el concepto experimental, la poesía expansiva y la fusión partiendo de que el texto teatral es poesía también.

P: Con esta compañía me gustaría que me hablaras del proyecto “BEAT GENERATION: HUBO MUJERES” que estrenasteis en el Espacio Hernandiano de Elche. Más revolucionarias que los hombres rebeldes.

El recital de las BEAT nace en Matuska donde no entra toda la poesía. Y este recital coincidía dentro de la filosofía de la compañía y decidimos darle un poco más de proyección a las mujeres. Entra el jazz, el recitado tipo performance. La composición musical además es también propia y original. El hecho de acercarnos a las vidas de ellas en una sociedad estadounidense tan conservadora donde dejaron de ser amas de casa o las consideraron unas dementes y eso nos interesó para darles voz. No están todas las puertas abiertas para este tipo de literatura y eso nos hizo empatizar muchísimo.

P: Desde 2020, formas parte del grupo #elabrigoverdeteatro como directora escénica y actriz. ¿Qué nos puedes indicar de este proyecto porque no manejo información de esta iniciativa?

Esta iniciativa está empezando y va en torno a la mujer a partir de un texto propio que se llama “No es falta de cariño”. Quisimos ponerlo en escena donde sus protagonistas son mujeres maltratadas que finalmente se cargan al verdugo. En un tono de humor negro donde mujeres intergeneracionales participan del proyecto, y que en un futuro serán mujeres de todas las edades o etnias.

P: ¿Cómo conviven en ti, tan bien, dos disciplinas como el teatro y la poesía? Tan distintas, pero incluso tan compatibles.

La poesía tiene varias facetas: la escritura en solitario y que puede convivir con la puesta en escena de la poética a través de recitales que producen mucha emoción, a flor de piel. Yo a veces escribo, incluso, para recitar. Para mí es casi lo mismo, porque la poesía hay que transmitirla.

P: En 2015 comenzaste a formar parte del equipo, como codirectora, de “Conectados en la noche”, un programa radiofónico en Aspe, dedicado, a la poesía, las reflexiones y los relatos. ¿Cómo viviste esa experiencia profesional?

Llegué a ese programa como invitada. Su directora quería darle una vuelta al programa. Yo estaba en el grupo Gramática Parda de Elda y fui a hablar de un proyecto. En otra ocasión, fruto de que venía un poeta de Villena, me pidió que le ayudará. De ahí propuse que se trabajara con un solo autor, esencialmente poeta, y cambió el rumbo. Dio pie a conocer a un gran número de autores y autoras y conseguimos que el programa fuera un lugar cómplice.

P: Fue en 2019 cuando promoviste la creación de la columna Cruzamos El Puente de los Espejos con…. en la revista LOBLANC.info. Una columna semanal de poetas en el que has alcanzado más de medio centenar de autores y autoras de los últimos veinte años, así como eres colaboradora en El Cuaderno Digital y Gafe.info

Estoy muy contenta con esta faceta de trabajo periodística. La parte de la radio es más imprevista en cambio la parte de papel deja más poso. La parte escrita se convierte en un aliado de quien crea los textos y a mí me permite la reflexión. Cuando escribes tienes que hacerlo desde su propio proceso intelectual. Mis artículos son más desde la lectura que desde la crítica, y la escritura me da esa tranquilidad. Creo en el proyecto de LOBLANC, porque tengo total libertad para ser una ventana a la poesía y a la cultura desde el propio medio.

En El Cuaderno Digital son colaboraciones puntuales y acabo de iniciar mi participación con la revista GAFE.info que acaba de realizarse su lanzamiento.

P: Decía Celaya que la poesía es una herramienta o un arma cargada de futuro. ¿Tú, cómo ves la poesía en estos tiempos que corren?

La poesía creo que es necesaria y por ello está en expansión.  Internet ayuda a esto, la propia impresión digital hace que sea más sencillo autopublicar por los costes. Hay muchas voces nuevas y autores que no cumplen con los cánones de la poesía y eso impacta. Hago la distinción de los poetas que tienen la preocupación por hacer la literatura y que esto convive con la necesidad que tienen los seres humanos de expresar sus sentimientos y ambos aspectos se compatibilizan perfectamente. Hay muchos jóvenes que sienten la poesía.

P: Qué sugerencia le harías a un niño o a una niña que empieza a leer y no tiene referentes. La poesía, ¿podría ser un buen inicio para este descubrimiento?

Sí y lo apoyo. La poesía es breve, rítmica, musical y es juego. Para empezar a leer es atrayente. La infancia puede encontrar un incentivo para descubrir otros mundos de la lectura. Parte de mi actividad profesional es la animación lectora y lo hago con la poesía.

P: Nos gustaría que nos relataras sobre lo que va a ser uno de tus proyectos poéticos de 2021. Una antología que has llamado Poetas en el Puente de los Espejos. Antología de frontera.  ¿Qué sentido tiene?

Después de muchos años, estar en la radio y en la columna de LOBLANC descubro que en Alicante hay pocas antologías y además son de pocos autores. Es cuando pienso que mi trabajo realizado me puede permitir montar un libro. Le puse inicialmente  Antología de Frontera porque algunos autores no cumplían con los criterios habituales del género y yo quise incluirlos porque a veces no es fácil que le recojan en un libro. De hecho, hay mucha obra en la antología que sería discutible y yo creo que deben de estar. Solo recojo poesía en castellano, pero en cambio la poesía en valencià es para mi esencial y no descarto que en otro momento lo promueva.  Es un libro que va a permitir con los años ver el panorama real de la poesía en Alicante.

P: Tus poemarios publicados hasta la fecha son: “Recordando lo que fui” (2013), “En la alcoba de Venus” (2014), ”Llantos entre caricias” (2015), con fotografías de Francis Morell, y “Amor encadenado” (2016), junto al poeta Octavio Jover. Tu penúltima publicación en este género fue la plaquette “4º sin ascensor” (2018) y recientemente “Pasado en la boca” (2021).

Los primeros libros son iniciáticos donde volqué una explosión de sentimientos. Hay un despertar emocional, donde hay un cambio de actitud ante la vida. El componente romántico viene en los dos siguientes libros. Hablan de la tristeza pero mi último libro tiene un cambio, otro tono, menos confesional y en la forma ha evolucionado incluso los versos están metrados y tiene más silencio que palabras.

P: “4º sin ascensor” (2018), el de “ahora somos dos adictos a la caída libre” o “prisa en la piel” o “poesía al fin y al cabo” o el poema en La Cocina. Es un poemario que no necesita de metáforas absurdas o innecesarias para contar la historia, con claridad…

Aquí ya se ve un cambio. La precisión de la palabra y aunque es confesional donde la poesía es carne, tocarnos, mirarnos, besarnos. Fue mi momento vital por aquel enamoramiento, hablando nuevamente de mí y de cómo siento.

P: En “Pasado en la boca” (2021), tu último poemario, cuentas que es un libro muy diferente, donde has querido bucear en todos los silencios y dices que huyes de la concreción.

A la poesía le pido una cosa que es crear mundo. Mi mundo tiene que compatibilizarse con la creación de los mundos que hacen los lectores y lectoras. En “Pasado en la boca” tienes que pararte a pensar y crear tu propia imagen. Hay poemas muy amorosos pero no se perciben así. Partió de un trabajo compartido con el fotógrafo Roberto Cabezas donde me tuve que desdoblar, distintos ojos viendo la misma imagen.

P: Has recibido varios premios. Como el Premio de Poesía “Ciudad de Aspe” por su poemario “Alianzas con el aire”. En 2019 ganas el Primer Premio de “Relatos Urbanos” de la ciudad de Alicante con “Aquel día”. ¿Son gratos estos reconocimientos?

No creo en los premios realmente. Han sido especialmente casuales. El de Aspe fue un compañero que me motivó a hacerlo y que luego descubrí que fui ganadora el mismo día de la resolución. Puede ser un reconocimiento que te puede ayudar a publicar más pero no añado otra cosa.

P: Has colaborado con artistas plásticos en organización de exposiciones y proyectos de libro arte, como “Pandemonium” o “Maremagnum” con Roberto Cabezas y “Aware Kana” con F. Morell.  ¿Cómo ha sido esa experiencia compartida?

Es muy positiva porque estos proyectos son una suma que es el resultado. Darle una segunda versión del poema con las fotos a veces incluso lo que ocurría era que yo poemizaba sus fotografías, como si un ilustrador me ilustrara mis poemas.  A veces también escribía sobre la obra gráfica que me enviaban.

P: Por último, ¿en qué proyectos andas metida ahora de los que no hemos hablado?

“Metamorfosis” que son ilustraciones de Begoña Abellán sobre la mujer y su proceso de Metamorfosis desde que somos niñas hasta hacernos ancianas, que es una transformación hacia la libertad y eso lo convertiremos en una exposición.

“Otros ojos” que es el próximo montaje de Matuska Proyect donde soy coautora del texto.

He preparado un nuevo proyecto “Llorar diciendo mi nombre” que es una adaptación libre de Poeta en Nueva York y Sonetos del amor oscuro.

Con escrupulosa exactitud acabamos esta entrevista parafraseando con una palabra de Esther Abellán con la que acaba sus artículos en LOBLANC: Leamos.