En estos días de verano en que andamos un tanto desorientados, entre las nuevas realidades y el no menos complejo desconfinamiento, interesarse por la efectiva nueva realidad de los profesionales que orbitan en torno a la creación, esas firmas cercanas de las que prometimos acordarnos cuando todo volviera a ser igual, o casi, es tan saludable para todos como retozar en el mar o reencontrarse con las amistades en una terraza veraniega.
Con este fin retomamos durante estos meses la serie de conversaciones con profesionales y firmas de nuestro sector moda. Son muchas nuestras firmas, las que tenemos y las que sentimos cerca, ya os hemos contado más de una vez que somos, afortunadamente, una de las provincias con más peso en la producción de moda (no lo digáis muy alto pero ojalá nuestro gran público se sintiera un poco más orgulloso de ello).

Nos alegra dialogar esta vez con una creadora muy cercana, que desde el arte y el diseño ha tendido puentes hacia múltiples disciplinas; una creativa que siempre ha debido tener muy claro, incluso de un modo instintivo, eso que ahora recalcan como la importancia de la marca personal. Ella es Amaparo Zaragoza Martínez, y el nombre con el que firma muchos de sus trabajos es Teler de Parri. En su amplia trayectoria ha desarrollado tanto su propio producto como formado parte de los talleres de reconocidas marcas de nuestro entorno, por lo que podríamos decir sin miedo a equivocarnos que conoce muy bien los entresijos internos del sector, todo eso que no se ve en las pasarelas y que forma parte intrínseca del proceso de creación de una pieza de alta costura.

Teler de Parri responde al cuestionario para Lo Blanc:

Teler de Parri. Foto: Iman Dris

Teler de Parri. Foto: Iman Dris

Pregunta: ¿Qué hizo que te interesaras por la costura? 

Respuesta: Desde niña me llamó la costura. Al lado de casa había un taller de bordadoras a máquina y me colaba en cuanto podía para mirar cómo cosían. Recuerdo que mi nariz llegaba a la altura justa del tablero de la máquina de coser y tenía que ponerme de puntillas para contemplar anonadada esa magia. ¡Me maravillaba! A los 5 años les hacía vestidos a mis muñecas y a las de mis amigas.

P: ¿Podrías definir qué parte de toda tu creatividad tiene cabida en Teler de Parri?

R: Teler de Parri comprende todos los lenguajes textiles en los que me apoyo para desarrollar mi creatividad caprichosa. Sí, caprichosa porque me interesan un montón de técnicas y materiales diversos. Me explico: para mí el arte textil es multidisciplinar, tiene muchos caminos y lenguajes diferentes y vinculados. Se pueden trabajar por separado o fundirlos. Me refiero a las distintas técnicas que conozco y practico; como anudados, tejido con alto lizo, con agujas, crochet, costura, taanico, etc. Todas ellas parten de una idea, un diseño para conseguir el resultado final que he pensado antes.

También realizo confección a medida y reciclar prendas me parece muy interesante.
La joyería textil es un proyecto que inicié en los años noventa, investigando las posibilidades que me podía ofrecer el microanudado. Con pequeños cristales, piedras semipreciosas e hilos muy finos. El reto era conseguir diseños diferentes y frescos dedicándoles todo el tiempo necesario a cada pieza, en una frase: dignificar un hilo. Por eso le llamo joyería textil, es la cantidad de horas que se necesitan, junto con los materiales que las acompañan, lo que las convierte en joyas atemporales.

Teler de Parri. Foto: Iman Dris

Teler de Parri. Foto: Iman Dris

P: ¿Disfrutas más creando joyería, arte, impartiendo talleres y compartiendo con otros tus conocimientos o colaborando con otras firmas?

R: Ay!, ¡qué pregunta! Es como si le preguntaras a los padres de una familia numerosa qué hijo-a prefieren, jajaja! Disfruto con cada una de las cosas que hago. Cada aspecto tiene una visión diferente, así como una implicación distinta, centrarme en cada momento en aquello que estoy haciendo y tomarlo como un reto de aprendizaje hace que disfrute de ello. Por supuesto hay trabajos más creativos y otros más rutinarios. La parte creativa hace que sienta electricidad por dentro, como bien dice Billy Eliot en la película Quiero Bailar, pero la parte rutinaria de los trabajos también forma parte de la vida, te hace parar creativamente para después volver con nuevas ideas y ganas renovadas. Estoy muy a gusto impartiendo clases, el feed back que se genera con los-as participantes es algo maravilloso. Todos aprendemos.

P: Amparo, ¿Cómo ves el panorama moda?

R: Lo veo difícil. El mundo de la moda es mucho más complejo de lo que parece. Debería ser más sostenible y más local tanto en la producción como en el consumo. Eso daría alas a los nuevos generadores de moda. Los nuevos diseñadores, las modistas locales, cortadoras, vendedores de tejidos, mercerías… Entre todos se generaría un tejido de mercado próximo que podría dar trabajo sostenible y riqueza a todo el conjunto.

P: La moda es una de las manifestaciones más mediáticas de la actualidad, encontramos a menudo que muchos adolescentes piensan en la moda como su futura profesión. Desde tu experiencia y saber hacer, ¿Qué recomendarías a quienes estén pensando hacer de la moda su vida profesional?

Teler de Parri. Foto: Iman Dris

Teler de Parri. Foto: Iman Dris

R: Les diría que se formen muy bien, incluido el inglés. La moda es una fusión de las artes, formarse en moda no sólo es aprender a patronar y cortar, es aprender los orígenes, empaparse de arte, experimentar y disfrutar de la vida. Las becas internacionales son una opción a tener en cuenta, suponen la posibilidad de dar un gran salto hacia la realización de objetivos. Ahora existen las redes sociales para acceder a ello.

P: En tu opinión, ¿qué piensas que nos falta y qué nos sobra en cuanto a diseño, en esta zona donde existen tantas firmas?

R: Nos faltan apoyos nos sobran oligopolios. Tenemos grandes talentos emergentes en diseño y moda, pero tal y como está ahora la situación es muy difícil sobrevivir.

P: ¿Dónde podemos encontrar tus creaciones?

R: Me podéis encontrar en Teler de Parri, en las redes sociales (instagram, facebook). Y en mi taller, con cita previa, en calle Doctor Santaolalla, 7. Alicante.