Un estudio sobre los sedimentos arqueológicos del Arenal de la Virgen, un yacimiento al aire libre situado en un sistema dunar junto a la Laguna de Villena (Alicante), revela la existencia de campamentos con hogares durante el Mesolítico. El objetivo de este trabajo, publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, es aclarar el origen antrópico producido o modificado por la actividad humana de un tipo de evidencia arqueológica común pero poco estudiada en yacimientos mesolíticos de principios del Holoceno localizada en contextos dunares semiáridos de Europa: los conocidos como hogares en fosa o hearth-pits.

«En la Península Ibérica es la primera vez que se estudia este tipo de estructuras de manera detallada aplicando una metodología sistemática con el fin de determinar su formación, comprender mejor su función específica y evaluar las alteraciones sufridas tras la ocupación y el abandono del yacimiento», señala Ana Polo-Díaz, investigadora del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) miembro del Grupo de Investigación en Prehistoria (Gizapre) y primera firmante del artículo. Como novedad, para llevar a cabo este trabajo, los investigadores han aplicado una novedosa metodología de arqueología científica interdisciplinar que integra el análisis estratigráfico y textural, la química del suelo, la micromorfología, la petrografía y la luminiscencia ópticamente estimulada (OSL) y termoluminiscencia (TL).

El equipo de trabajo ha estado integrado, además de Ana Polo-Díaz, por el investigador de la Universidad de Alicante (UA) y de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) José Ramón Rabuñal; el investigador de la Universidad de Rennes (Francia) Guilaume Guerìn, y el investigador distinguido del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la UA Javier Fernández López de Pablo.

«Los resultados obtenidos permiten confirmar el origen antrópico de las estructuras investigadas, cuya cronología se asocia dos fases de ocupación diferentes: la más lejana, con una antigüedad de entre 9.300 y 9.100 años, mientras que la más reciente tiene una antigüedad de entre 8.700 y 8.400 años», explica Javier Fernández López de Pablo.

Restos hallados: hogares y un horno

En cuanto a la fase más antigua de ocupación se han descubierto restos de estructuras correspondientes a un posible horno en cubeta, así como a una zona anexa dedicada a la acumulación de residuos de combustión procedentes de dicho horno y con un uso puntual.  Por lo que respecta a la fase más reciente, se han identificado áreas de actividad de mayor extensión en superficie respecto a la fase más antigua, en las que además de evidencia de fuego, se han documentado residuos de la ocupación de un asentamiento que se extendió entre 200 y 400 años.

Los datos obtenidos evidencian condiciones climáticas favorables de habitabilidad durante el periodo de tiempo específico en el que tuvo lugar el asentamiento en el Arenal de Virgen, durante el Holoceno Antiguo. «Estas condiciones ambientales se caracterizaron por un incremento en la humedad ambiental, la temperatura y la cubierta vegetal, en contraste a una significativa mayor aridez detectada en los momentos anteriores y posteriores a la ocupación del sitio durante el Pleistoceno y el Holoceno Medio, respectivamente», indican los autores del artículo.

Los resultados de esta investigación abren nuevas perspectivas para la investigación de los asentamientos al aire libre de los últimos grupos de cazadores-recolectores de la Prehistoria en la Península Ibérica, en un momento crucial en la evolución humana, tras el final de la última gran glaciación y el comienzo del periodo climático en el que nos encontramos en la actualidad, el Holoceno.

El estudio publicado forma parte del proyecto PALEODEM-Late Glacial and Postglacial Population History and Cultural Transmission in Iberia. Se trata de un proyecto ERC Consolidator financiado por el Consejo de Investigación Europea, liderado por el investigador de la UA Javier Fernández López de Pablo. El objeto de este proyecto es aclarar cuál fue el impacto climático en la demografía de los últimos cazadores-recolectores prehistóricos en el sudeste de Europa y evaluar cómo dicho impacto afectó a la transmisión cultural de dichos grupos humanos.