Rubén Gómez Radioboy = Progreso
En algunas tardes de lectura en la niñez, permanecía mirando las reproducciones de aquel tomo llamado «descubre el Arte » correspondiente a la colección «El mundo de los niños «. En él, de forma simple y didáctica, se explicaban distintas corrientes y tendencias artísticas, así como obras tan dispares como «El Grito» de Edvard Munch o «Dancers in the Bar» de Botero. No entendiendo aún los conceptos, miraba las reproducciones e intentaba llegar a ellas. Así, cada tarde, seguí con la pasión por experimentar ese nuevo lenguaje tan visual llamado arte pues me hacía feliz. Disfrutaba cada descubrimiento, cada sensación que me ofrecían autores, obras y corrientes.
Mi deseo creció, a los seis años pedí que me llevaran a un museo. Por aquel entonces el más cercano a mi domicilio era el «Museo Arqueológico» situado en el actual Palacio Provincial de La Diputación de Alicante. La experiencia no fue exactamente la esperada, fue aún mejor. Me di cuenta que la naturaleza y el mundo siempre fueron y son Arte. Hace un par de años descubrí aquellas sensaciones a través de la obra de Rubén Gómez Radioboy
Nuestro primer encuentro fue laboral. Radioboy era el Director de Arte de «Celos de Dios» ( Laura Notario, Alicante 2012) donde yo era primera actriz. Su trabajo afloró en mí todas aquellas sensaciones de mis tardes de lectura sobre arte. Resucitó en mí la ilusión de las primeras veces donde se siente y evidencia el arte, ya no solo como lenguaje sino como medio maestro para tener más sentido, para evolucionar.
Seguí sus etapas y obra durante los siguientes años, recorriendo un generoso y purificador camino. Las distintas fórmulas que Radioboy descubre para reformar nuestra forma de vivir y frenar el consumo excesivo de materia prima, me ayudaban a conectar con mi ser verdadero, con el humano sin trabas sin límites.
De niña, cuando repasaba aquel tomo de arte, buscaba la forma de entender la belleza, me preguntaba cómo un solo concepto podía comprender tantas formas distintas e incluso contrarias. Ruben Gómez Radioboy muestra que la belleza real está en la naturaleza, está en entender que todo lo que no nos extingue existe por una razón matemática, científica, física, mesmerica, útil y lógica. Esto es lo más bello que vamos a poder sentir nunca, así como Marina Abramovich, impacta, nos desnuda y nos enfrenta a nuestra mentira vital proyectándonos hacia una verdad a la que aún podemos caminar.
Radioboy le da voz a nuestro subconsciente, como pude experimentar de primera mano trabajando para él como actriz en «Lugar y forma V.Y.T.» (Alicante 2015). Su obra alza el volumen de la voz natural que recordándonos los inicios, lo que somos, mostrándonos la realidad de una humanidad perdida en mentiras que la extinguen y que se diversifican en realidades ancestrales que reclaman cordura y rectificación renacentista.
Radioboy abarca múltiples formatos y materiales en cada mensaje, enseñanza, expo, podcast y fanzine. Sus iconos como «La roca padre», gritan nuestra verdad universal desde lo mas profundo de nosotros mismos: «todo lo que no nos extingue es lo más ‘Bello’ que vamos a poder llegar a sentir».
Cuando al fin comprendamos esto de forma pura, sin barreras sociales extintivas, se habrá obrado el reajuste. Radioboy muestra el «cómo», su obra nos da sentido. Su dogma es futuro y calla la voz de la mentira exterior por medio de la verdad de la obra de un genio que te brinda la ocasión de escuchar y seguir tu verdad real. Transforma náufragos sociales, zombis culturales y durmientes sin sentido como reza la dedicatoria que escribió para mi tras una de sus obras: «Tú = Progreso».
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