RUPESTRE es la apuesta expositiva del MARQ para estos meses que ha superado en julio los 10000 visitantes. Pasear por las tres salas que acogen Rupestre. Los Primeros Santuarios es sumergirse en un recorrido espectacular por el arte de nuestros primeros pobladores encontrándonos además con más de 200 piezas procedentes de 19 museos de toda España, que junto al MARQ, ponen de manifiesto cómo colaboran entre si 20 centros culturales en beneficio de la sociedad a la que sirven. Un paseo que nos lleva desde la Cueva de Altamira, referente universal del arte paleolítico, hasta el arte contemporáneo con la abstracción del mallorquín Miquel Barceló, pasando por el arte macroesquemático del Santuario de Pla de Petracos en Alicante.

Orante, figura humana y motivos geométricos. Abrigo V de Pla de Petracos

Orante, figura humana y motivos geométricos. Abrigo V de Pla de Petracos

El MARQ nos brinda un camino a través de nuestras montañas de interior que nos acerca a más de cuatro décadas de investigación en Alicante y al arte rupestre de nuestra provincia; una labor que tuvo su reconocimiento en 1998, año en el que la UNESCO lo incluyó el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, en su prestigiosa lista de Patrimonio de la Humanidad.

Con este reconocimiento, se ponía en valor un legado cuya investigación en Alicante, por pionera, había sido concluyente. Afectaba a las manifestaciones artísticas de 6 Comunidades Autónomas, vinculadas por la presencia en su territorio de motivos de Arte Levantino: Cataluña, Aragón, Comunitat Valenciana, Castilla–La Mancha, Región de Murcia y Andalucía.

Ahora, veinte años después y en conmemoración de esta efeméride, se materializa la exposición RUPESTRE. Los primeros santuarios, con la que el MARQ rinde su particular homenaje a cuatro décadas de investigación, conservación y puesta en valor del arte rupestre en Alicante.

Este gran conjunto de yacimientos con arte que, cuatro décadas después el descubrimiento de Pla de Petracos, se conoce en Alicante no refleja solo un

titánico esfuerzo de prospección en el medio montañoso de las comarcas -l’Alcoià, El Comtat, La Marina Alta y la Marina Baixa-, sino que detrás también ha habido un dilatado programa de investigación que ha permitido comprender las imágenes plasmadas y contextualizarlas en la Prehistoria peninsular dejando, como es normativo, algunas respuestas y un sinfín de preguntas abiertas. De este modo se han publicado centenares de artículos de investigación que han profundizado en esta temática; se ha impulsado la realización de reuniones científicas como aquella del Arte Rupestre en la España Mediterránea de octubre de 2004, congregando en el MARQ a numerosos representantes de las seis Comunidades Autónomas que consiguieron coordinarse para lograr el reconocimiento de Kioto.

Se cumplen también ahora veinte años desde la apertura al público de Pla de Petracos, una obra que se inauguró el 2 de marzo de 1998, consiguiéndose el primer abrigo vallado con información para el visitante en la provincia de Alicante. Su ejecución implicó al Museo Arqueológico Provincial y al Área de Arquitectura de la Diputación de Alicante, quedando luego comprometidos en el mantenimiento, cuidado y difusión de la infraestructura y sensacional contenido, para dotarla en 2003 de un centro de interpretación localizado en el Ayuntamiento de Castell de Castells, renovado en 2016.

CONTENIDO EXPOSITIVO

Rupestre. Los primeros santuarios, recoge distintos conceptos por ser un producto coral en el que han intervenido distintas voces, unas más volcadas en la investigación y otras más envueltas en programas de difusión y conservación, que, en su diferencia, aquí consiguen ir al unísono. Se quería tratar varios aspectos, la historia de la investigación como dilatado procesode conocimiento; el significado y contexto del Arte Paleolítico y de los artes neolíticos (Macroesquemático, Levantino y Esquemático); las técnicas que emplearon sus realizadores, sus conocimientos y problemas; y en sí mismo su conceptualización como ARTE, como un hecho que alcanzarían a realizar solo los más hábiles, cuya materialización codificada sería tan aceptada como admirada en el seno de aquellas sociedades que harían santuarios de las cuevas y abrigos escogidos, es decir, lugares de reunión, encuentro y transmisión de la información.

Se centra en el Arte Rupestre de la provincia de Alicante, ampliando su atención a otras áreas de la Península Ibérica, necesarias para contextualizar el discurso expositivo.

La primera sala se dedica al ARTE PALEOLÍTICO. Parte de las posibles realizaciones de arte realizadas por los neandertales, para centrarse en primer término en el Arte Paleolítico vinculado a los humanos modernos.

Con una evocación a la Cueva de Altamira, la exposición recoge imágenes de paneles y piezas de arte mueble del norte y el centro peninsular. Son pequeñas obras de arte elaboradas sobre lajas de piedra, astas y huesos de animales. Proceden de los museos Arqueológico de Asturias, Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, Museo Numantino de Soria y Museo Arqueológico Nacional. Son motivos zoomorfos de alto nivel artístico pudiendo destacarse el llamado Glotón del Jarama, el contorno de cáprido de la Garma o la placa de Villalba.

Este conjunto antecede a las piezas de la Comunidad Valenciana, compuesta por una selecta muestra de cantos, plaquetas y huesos con motivos zoomorfos y geométricos grabados procedentes de los propios fondos del MARQ y otras cedidas gracias a las gestiones mantenidas con el Museo de Prehistoria de Valencia, el Museo Arqueológico y Etnográfico Soler Blasco de Xàbia o la Colección Museográfica de Gata de Gorgos. Entre las mismas destaca una selecta serie procedente de la Cova del Parpalló de Gandía y del conjunto del Tossal de la Roca de La Vall d’Alcalá.

En lo artístico la sala culmina con una potente imagen gráfica y audiovisual de los tres santuarios con arte rupestre que se reconocen en Alicante, la Cova Fosca y la Cova del Reinós, en La Vall d’Ebo y la Cova del Comte de Pedreguer. Todos ellos se muestran a partir de materiales, calcos, fotografías y audiovisuales que realzan la belleza de lo representado, al tiempo que nos introducen en los recónditos lugares de las cuevas donde este arte fue plasmado

La segunda sala se dedica al ARTE MACROESQUEMÁTICO, centrándose en el Santuario de Pla de Petracos. En lo museográfico la experiencia materializada en Castell de Castells abre el discurso, si bien ampliando el foco a todo el registro de esa manifestación circunscrita al norte de nuestra provincia y a algunas zonas limítrofes.

El Arte Macroesquemático es el mejor referente de las nuevas creencias que introduce el Neolítico. Es una manifestación por el momento exclusiva de Alicante y áreas valencianas limítrofes cuya Representación principal son las figuras humanas y los motivos geométricos. Se caracteriza por imágenes pintadas de alto contenido simbólico. Se utilizaron pinturas de color rojo oscuro de aspecto pastoso, con

las que se reprodujeron figuras vegetales, animales y, especialmente, humanas, destacando los orantes. Se trata de antropomorfos con los brazos levantados en actitud de súplica y las manos abiertas con indicación de los dedos. Todos los conjuntos tienen un gran tamaño, alcanzando algunas figuras más de un metro de altura.

En esta segunda sala se disponen de otras piezas, principales en el sensacional repertorio cerámico que sostiene la vertiente mueble del Arte Macroesquemático y que se completan en la tercera sala con otras de la misma naturaleza vinculadas al Arte Levantino y al Esquemático. Principalmente se adscriben a las colecciones de l’Or (Beniarrés), Sarsa (Bocairent), Abric de la Falguera (Alcoy) que, junto al Museo de Alcoy, prestan para la ocasión el Museo de Prehistoria de Valencia y el Museo Arqueológico de Ontinyent i La Vall d’Albaida (MAOVA); añadiendo el MARQ las piezas que dispone de las cavidades de Cendres de Teulada y la Cova Ampla del Montgó de Xàbia.

Antropomorfos esquemáticos del Cabeçó d’Or (Relleu).

Antropomorfos esquemáticos del Cabeçó d’Or (Relleu).

En la tercera sala se disponen los contenidos de los ARTES LEVANTINO Y ESQUEMÁTICO, como realidades también neolíticas que, en parte de su desarrollo, fueron sincrónicas, y cuyas manifestaciones en Alicante ofrecen un registro tan rico como sugestivo.

El Arte Levantino se extiende por la fachada oriental de la península Ibérica, desde los Pirineos hasta Almería y Jaén, mientras que el ARTE Esquemático se distribuye por toda la península Ibérica y algunas zonas de la Europa occidental. Ambos tipos se localizan en cuevas o abrigos de escasa profundidad, siendo excepcionales los ejemplos de Arte Esquemático en el interior de cuevas profundas.

El Arte Levantino se caracteriza por el naturalismo y la cuidada ejecución de sus imágenes, donde los animales, hombres y mujeres -aislados o formando escenas- son los principales protagonistas.

En el Arte Esquemático las figuras se reducen a sus líneas básicas, abundando los motivos simbólicos en los momentos avanzados.

Concentra la documentación de más de veinte enclaves, La Sarga de Alcoi, La Catxupa de Denia, La Palla de Tormos, Pinos de Benissa, Raco de Gorgori de Castell de Castells o Barranc de la Cova Jeroni y Benirrama en la Vall de Gallinera, entre otros.