Miguel Ángel Vaquer es un escritor, pero antes que nada un dramaturgo, que nació en Alicante hace algunos años. Su tiempo de trabajo lo dedica a la gestión de las contabilidades pero práctica un deporte que no está en peligro de extinción que es el Teatro que empezó con una primera experiencia que fue un encargo que le hicieron de un entremés hace años y que posteriormente le llevó a escribir distintas obras.

Le gusta más hacer que ver hacer. Si leer esté bien cómo debe ser escribir, reflexiona. Tras un regalo que le hizo su mujer, cuando cumplió 30 años, que fue una sencilla libreta forrada en cuero, escribió el prólogo de su novela de hoy, que mantuvo.

Luca, su obra, se presentó el pasado día 8 de junio en la Sede Universitaria Ciudad de Alicante  con la que obtuvo un «lleno de sala» y una calurosa acogida tanto  por parte de todos los y las asistentes como de los medios de comunicación, que a través de sus reseñas y entrevistas, hicieron posible su visibilidad.

Pregunta:  Ahora que hemos conseguido poner de moda leer teatro, vas y publicas una novela.

Respuesta: Siempre me ha dado mucha rabia cuando vas a una librería que no hay una sección de teatro normalmente. He promovido la creación de un club de lectura de teatro y estamos intentando, realmente, poner de moda leer teatro.

P: En “Luca”, tu primera novela, hay un asesinato y un investigador privado que esconde un pasado. Por tanto, ¿los lectores se enfrentan a una novela negra al uso?

R: No es una novela negra de las de ahora. Es una novela policíaca de las de antes o incluso un libro de filosofía. Arranca con un muerto, porque no hay vida si no hay muerte. Luca es un superviviente para aprovechar la ocasión, hasta la siguiente novela.

P: Si eres lector de este género, ¿cómo ves actualmente la novela negra en nuestro país?

R: Leo sobre todo teatro, porque está de moda, manuales de historia y clásicos de la literatura castellana y a Jardiel Poncela, dramaturgo y novelista, aunque no esté totalmente en boga.

P: Tu relación con el teatro es intensa. Has estrenado obras, eres director y actor en la compañía Akra Leuka Teatro, impartes talleres sobre la teoría del teatro.

R: El teatro es con lo que vivo y la contabilidad con lo que como. La pasión del teatro es una mezcla entre curiosidad y un enganche, con mucha variación dado que no hay dos representaciones iguales. Es una forma de contar historias que te absorbe tanto con su lenguaje que no es compatible a priori con escribir novelas. En una novela me permito presentar un coche rojo en cambio en el teatro no es posible.

De mi trayectoria destaco dos de mis obras teatrales: «Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo» y «La Cara Oculta de la Luna» que coseché los halagos y  aplausos de un público en directo, ya que ambas fueron representadas sobre los escenarios de diferentes teatros y salas culturales de Alicante.

P: ¿Qué obras estás amasando en la actualidad?

Estoy preparando VERSO SUELTO que es una obra de 8 mujeres que escribí durante un año y que surge por un desafío que me ha permitido conseguir producir a 8 mujeres fuertes. Son 8 mujeres y una sombra que es el personaje masculino, que es el verso suelto, que afecta a la vida de las mujeres pero que lo necesitan para explicarse a ellas mismas. En los ensayos empiezo a entusiasmarme y a estas alturas está quedando bien y donde Akra Leuka Teatro está haciendo cosas distintas. Esto me está llevando incluso a escribir una manual de teatro. La obra está previsto su estreno el próximo abril.

P: ¿Colaboras con Libro Durmiente que es una organización de voluntariado cultural dedicada a los libros en el Centro Imaginalia?

R: Estoy empezando a colaborar con el objetivo final, insisto, de poner de moda leer teatro y donde el pasado jueves día 5 de diciembre presenté y participé en el club de lectura con mi novela Luca.

P: ¿Ventajas y desventajas de ser escritor en una ciudad como Alicante?

R: Personalmente creo que por escribir no hay ventajas ni desventajas  porque escribo para Miguel Ángel Vaquer. Es un tema que no me preocupa.