El escultor de Cocentaina Moisés Gil expone en el MUA elresultado de años de investigación alrededor del ser humano y su desarrollo en el mundo contemporáneo en los diferentes contextos de crisis: sociales, humanitarias, económicas o de identidad, y sitúa sus representaciones de individuos en diferentes estructuras escultóricas para señalar mejor el lugar del hombre en el mundo. La exposición se inauguró este viernes 6 de mayo y podrá visitarse hasta el 10 de julio en la Sala Patio del MUA.

El autor plantea en esta muestra una reflexión activa que repiense el tiempo presente y que empuje a aportar el personal pequeño grano de arena para erradicar situaciones sociales nocivas. Sus personajes son una representación conceptual del hombre solitario que anda con los brazos caídos y sin rumbo conocido, es la imagen sencilla del hombre ordinario y de su enorme humanidad, que mantiene el equilibrio, que anda como única fuerza vital razonable y que se abre ante los fatigosos problemas y vicisitudes de la vida. El concepto total de hombre, de mundo, de naturaleza, de solidaridad, de compleja sociedad, de necesaria rebeldía, de honesto compromiso, del ser y de la nada, de la plena vida cotidiana, o de utópicos proyectos vitales son los conceptos metafísicos que presentan las esculturas de Moisés Gil, con explicaciones, diálogos y ontologías de un mundo que no cesa de rodearnos y con el cual nos vemos obligados a interactuar a lo largo de nuestra vida.

La obra de Moisés Gil puede ser calificada de filosófico-conceptual porque invita a la reflexión y a la acción del individuo en constante lucha existencial. No hay separación posible entre arte y filosofía, la creación es una forma de rebeldía humana contra lo absurdo de un mundo lleno de contradicciones, carente de sentido y de coherencia.

 Moisès Gil

Cocentaina, 1963. Escultor y Profesor Titular del Departament d’Escultura de la Facultat
de Belles Arts de San Carles de Valencia. “El escultor contestano con sus configuraciones espaciales hace reflexionar al espectador sobre la existencia del ser humano en la sociedad post tecnológica, a partir de la escultura conceptual, en la que utiliza diversos materiales que, mezclados, dialogan entre sí con el fin de potenciar el contenido semántico de la obra” en palabras de Fernando Castro del diario El País.
La escultura se basa en el compromiso y la solidaridad del artista con lo que a él mismo le sucede y observa a su alrededor, vive la crisis y se la apropia para expresar el momento vivencial de la sociedad que le rodea, haciéndose eco con su propia forma de expresarse de las vicisitudes y contrariedades que conllevan el momento difícil actual que estamos padeciendo. Con estas propuestas artísticas, hacer reflexionar al espectador y llegar a una reflexión positivista.