Tres pintores Jaume Marzal, José Luis Rico y Conchi Romero y dos fotógrafos Salvador Galán e Isabel Rico, conforman la exposición ‘Territorios Encontrados’ del Colectivo Mediterráneo en el Palacio Provincial de Alicante, hasta el próximo 8 de septiembre.
Con temática muy diversa, pero contemporánea en su concepción y abordaje, se presenta la colectiva Territorios encontrados que reúne 28 obras con temáticas diversas e individuales.
El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, y el diputado de Cultura y Educación, César Augusto Asencio, han inaugurado esta muestra; Sánchez, ha dicho “Yo quiero agradecer a los artistas que aquí exponen su vocación por la cultura porque cuando dedican parte de su vida, de su espacio a crear no sólo producen para ellos, sino que también están pensando en los demás. Respeto su vocación por la cultura, porque ésta crea puentes qué sirven para unir pueblos e igualmente para conocerse a sí mismo y a otras culturas. Alicante está ubicado en un punto estratégico del Mediterráneo y este trabajo conjunto ayuda a ofrecer a los ciudadanos la oportunidad de disfrutar del maravilloso mundo de las bellas artes de forma atractiva y didáctica”.
El pintor e ilustrador valenciano Jaume Marzal Canós presenta retratos figurativos en técnica mixta sobre lienzo o papel japonés, cinco piezas a cuyo conjunto ha denominado ‘Miradas y gentes’.
Conchi Romero con su serie ‘Tardor’ introduce al espectador en un universo abstracto que roza el lirismo, evocando los colores del otoño, de la tierra y del espíritu.
La fotógrafa Isabel Rico presenta un colorido y sutil mundo onírico y sugerente con su serie ‘Los bosques encantados’.
Una propuesta compuesta por imágenes captadas con cámara digital y sin posteriores procesos de manipulación o distorsión. La obra trabaja el concepto del desenfoque y el movimiento para mostrar, por una parte, el dinamismo de la naturaleza, y por otra, la visión borrosa que capta la mente en la huida presurosa de un lugar. Un ejercicio de no querer olvidar lo esencial.
Dialogo con dos de los artistas
Sobre su obra ‘Romped el horizonte’, José Luis Rico nos ha dicho: “he venido cambiando el discurso, yo pensaba que siempre había tenido un paralelismo entre poesía y pintura, pero me estoy dando cuenta que cada vez más me estoy centrando en la esencia poética de la pintura. Llegó un momento en que ya solo me interesa ese punto poético”.
José Luis en una de sus obras, que se diferencia de las demás expuestas por su fondo negro y la presencia de un pequeño arco iris parece hacer un guiño a la bandera que podría ser interpretado como la sutil presencia de una temática gay… Al respecto nos dice, “esencialmente no es así, yo no he pensado explícitamente en un tema gay, pero sé que pudiera ser interpretado de esa forma y realmente no me preocuparía porque yo no tengo ninguna reticencia al tema. Siempre las obras están a gusto de interpretación del espectador”.
José Luis Rico presenta un conjunto de cuadros cuya técnica es mixta a la que integra materiales tan diversos como óleos, acrílicos, tintes, pastel, óxidos naturales, ácidos o barnices.
Los límites del fotógrafo están en la capacidad que tiene su mente y la posibilidad que tiene de tener acceso a las tecnologías, es la conclusión a la que se llega luego de un corto diálogo con Salvador Galán, que aquí transcribo.
Yo veo en su trabajo una conjugación de su experiencia que es muy clásica y que viene de la fotografía analógica, pero que en este caso posee un lenguaje muy contemporáneo en el tratamiento que le hace a la imagen. A este comentario él responde “Yo no pretendo ser clásico ni contemporáneo, hago mi trabajo fotográfico para divertirme, sí además a alguien le gusta pues yo me doy por satisfecho”.
Estás imágenes trabajan con el cuerpo femenino y a diferencia de producciones previas en que aparecía lo masculino, en lo expuesto sólo hay presencia de mujeres. Veo en las fotografías un tratamiento que da la idea de ser una pieza casi escultórica, como si más que una fotografía fuera una pieza hecho en metal.
Esta es mi última producción y aun cuando he trabajado con hombres esta serie es totalmente orientada al cuerpo de la mujer. Sí, cuando yo he trabajado la imagen he pensado en escultura, he trabajado el color de tal forma que parece metal, pero eso también le daba como un tono algo gris así que quise conservar parte del color, nos dice Galán.
Ese toque de color puede verse como un vestigio de lo humano en lo escultórico…
Mi trabajo comienza en el estudio y realmente está es como la parte a la que menos tiempo le doy porque lo que requiere mucho más tiempo es el procesado de la imagen… Yo en general no tengo nada premeditado simplemente voy moviendo correderas de un lado al otro hasta que encuentro algo que me atrae. De hecho, muchas veces me preguntan cómo lo he hecho y yo realmente lo he olvidado. Así que he ido aprendiendo a que debo tomar nota del proceso y si el resultado me gusta entonces lo repito en otras fotografías y creo una serie.
¿Dista mucho el trabajo digital y el procesamiento en el computador de lo que se hacía en el trabajo analógico?
En el laboratorio la intervención era muy limitada y mucho más complicada; acá cada vez es más fácil. Yo recuerdo que antes votaba muchas fotos a la papelera porque había un elemento que no quería en la fotografía o ésta era muy oscura o muy clara para lo que yo deseaba y eso rompía la imagen. Ahora con el tratamiento digital si algo no te gusta lo quitas en 3 segundos. Evidentemente como toda persona que hace algo creativo el éxito se logra cuando lo que tienes en la cabeza se logra llevar al papel.
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