El Pleno del Ayuntamiento de Alicante ha acordado este jueves por unanimidad declarar el 20 de mayo como día de las Cigarreras, en señal de homenaje y tributo a su “esfuerzo por engrandecer la ciudad” y por la “trascendental importancia” que estas trabajadoras de la antigua Fábrica de Tabacos del barrio de San Antón han tenido en la historia de Alicante.
Todos los grupos municipales han suscrito la declaración institucional que recalca que las Cigarreras “están en nuestra memoria colectiva por su esfuerzo, porque con su trabajo Alicante fue importante y porque un barrio, el de San Antón, es el hábitat natural de aquellas mujeres, de aquellas personas”. El acuerdo concluye que esta iniciativa “tiene mucho de memoria y de homenaje para todas aquellas mujeres y hombres que engrandecieron Alicante con su esfuerzo”.
La declaración institucional del Ayuntamiento recuerda que la Fábrica de Tabacos situada entre las calles de San Carlos, Adolfo Blanch y Cuesta de la Fábrica, en San Antón, abrió sus puertas en 1801 y se contrató casi exclusivamente a mujeres para la fabricación de cigarros y derivados. Aquellas cigarreras no sólo provenían de la ciudad de Alicante, sino de las poblaciones de alrededor, y llegaban a su lugar de trabajo a pie o en carro, atravesando caminos agrestes desde primerísima hora del día.

Cuando la Fábrica de Tabacos empleaba a 5.500 personas
En 1864 se produjo un gran incendio en la Fábrica de Tabacos, que destruyó parte del edificio, pero milagrosamente no se registraron víctimas. Superado el accidente, en 1869 el censo de trabajadores era de 2.500, en su mayoría mujeres, cuando la ciudad contaba con 30.000 habitantes. Más de 5.500 empleados llegaron a trabajar en la fábrica en su momento de mayor esplendor.
La vinculación que se inició entre las trabajadoras y la empresa es un ejemplo de una relación fructífera para ambas partes”, reseña la declaración, que destaca igualmente los derechos laborales conquistados por los trabajadores con sus reivindicaciones, así como “la importancia que adquirieron en nuestra ciudad por la riqueza que aportaban con su esfuerzo y la tranquilidad que suponía entrar en un lugar donde tu sustento estaba asegurado y también el trabajo de tus descendientes”.