El área de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, a través del departamento de Patrimonio Integral, tiene previsto retomar el proyecto de intervención arqueológica en el yacimiento del Parque de las Naciones el próximo otoño, tras el nuevo convenio a suscribir con la Universidad de Alicante. Este nuevo avance, que se plasmará en septiembre, supondrá el inicio de la fase I del proyecto.
En el solar de 15.000 metros cuadrados anexo a la avenida de Míriam Blasco se desarrollará un museo al aire libre, que formará parte de un núcleo musealizado junto al asentamiento de “Lucentum”, en el Tossal de Manises, y, esperemos que, en un futuro, también el Cerro de las Balsas, en La Albufereta. En septiembre del pasado año, los alumnos de la Universidad de Alicante comenzaron los trabajos arqueológicos en la zona bajo la dirección del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH), en los que se han sacado a la luz las estructuras de la villa romana situada en la zona periurbana de la antigua ciudad de ‘Lucentum’, situada en el cercano Tossal de Manises y que ha servido como base para una intervención inicial que se ha denominado Campaña 0 de diagnóstico.
La coordinación de los trabajos llevados a cabo ha estado presidida por el concejal de Cultura, Antonio Manresa junto con el concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar, y codirigida por el jefe de Patrimonio del área, José Manuel Pérez Burgos y el catedrático de la Universidad de Alicante Jaime Molina Vidal, que coordina los trabajos que han llevado a cabo alumnos de la misma universidad.
El jefe de Patrimonio Integral, José Manuel Pérez Burgos, ha insistido en que «estamos ante un yacimiento excepcional que fue incoado como Bien de Interés Cultural en los años 90, y es uno de los grandes hitos culturales de la ciudad. Se trata de una villa romana magnífica ubicada en la zona periurbana del Tossal de Manises, la antigua Lucentum romana, y los resultados de esta campaña 0 o de diagnóstico han sido superiores a lo que en principio presuponíamos, porque se han detectado a través del georradar estructuras que de cara al futuro nos van a facilitar una información científica enorme».
Campaña I: ampliación de las excavaciones arqueológicas
Esta nueva fase, una vez concluidos los primeros trabajos de limpieza y consolidación de estructuras, arrancaría el próximo otoño con la ampliación de la zona de excavaciones y los comienzos de la musealización de algunas zonas en las que se ha puesto el foco en la anterior etapa del proyecto, como el área industrial dedicada a la producción de vino o aceite -torcularium-, o la intervención con la restitución volumétrica de parte del trazado de su muro perimetral mediante el uso de gaviones rellenos con mampuestos.
En definitiva, se seguirán consolidando estructuras ya documentadas, se ampliará la actuación arqueológica, a poder ser, en extensión, tanto en la zona industrial de la “pars rustica”, como en la zona residencial de viviendas, la “pars urbana”, en el entorno inmediato a la anterior área industrial. El objetivo marcado por la concejalía de Cultura es hacer visible cuanto antes los primeros trabajos que se han llevado a cabo, mientras prosigan las excavaciones, con un fin primordial cual es el de la musealización y puesta en valor del yacimiento arqueológico, de cara a convertirlo en un aula abierta de conocimiento, así como en un nuevo atractivo turístico y cultural para la ciudad de Alicante.
Campaña 0: Diagnosis, limpieza y consolidación de estructuras
Esta primera actuación, denominada Campaña 0, ha resultado fundamental para la elaboración del futuro Plan General de Investigación ajustado al enorme potencial de este yacimiento arqueológico. En primer lugar, se ha abordado una imprescindible intervención de consolidación y salvamento de las estructuras existentes, en la que se ha actuado especialmente en la zona del área industrial dedicada a la producción de vino o aceite -torcularium-. Su exposición continuada durante muchos años a los agentes climáticos había acelerado su proceso de erosión, provocando la pérdida de buena parte de su cimentación, y situando a este complejo productivo prácticamente al borde de su irremediable colapso.
Esta situación obligó a acometer inmediatamente labores de protección y consolidación en sus puntos más sensibles con el fin de detener su deterioro. De forma paralela se plantearon trabajos puntuales de excavación, previos a las intervenciones de consolidación. Gracias a las mismas fueron identificadas una serie de fases constructivas y destructivas relacionadas con la vida de este edificio de índole productiva desconocidas hasta la fecha, las cuales resultan de sumo interés histórico y arqueológico. Finalmente, la intervención en esta zona del yacimiento finalizó con la restitución volumétrica de parte del trazado de su muro perimetral mediante el uso de gaviones rellenos con mampuestos.
Esta medida, además de mejorar la protección de la cimentación de la estructura romana, constituye un primer paso para su futura puesta en valor y musealización. Aunque gran parte de la actividad del equipo de consolidación de estructuras se centró en la zona en mayor peligro de colapso, también intervino en otras del yacimiento que habían sido objeto de actos vandálicos: una de las labores desarrolladas consistió en la eliminación de los graffitis que afectaban a algunas de las estructuras romanas.
Los trabajos de acondicionamiento y limpieza facilitaron, asimismo, la documentación arqueológica de todo el yacimiento mediante el empleo de técnicas no invasivas. Estos trabajos fueron realizados por la Unidad de Geodetección de la Universidad de Cádiz, proporcionando lecturas de hasta 2 m de profundidad que reflejan la existencia de vestigios arqueológicos en la práctica totalidad del subsuelo del yacimiento. En algunos casos se observa la continuidad de las estructuras ya exhumadas en las excavaciones antiguas, mientras que en otros revelan la presencia de otras muchas que no habían sido identificadas hasta la fecha y que evidencian una ocupación prolongada de todo este espacio a lo largo de los siglos.
De este modo, la limpieza, consolidación y documentación de los restos ya descubiertos, así como la interesante información obtenida mediante la prospección geofísica, plantean un horizonte sumamente interesante desde el punto de vista de la investigación arqueológica en un yacimiento privilegiado para el estudio de la época romana. Hemos de destacar asimismo su gran potencial patrimonial, debido a la entidad y buen estado de conservación de sus estructuras.
Orígenes del proyecto
El inicio de las actividades arqueológicas en este yacimiento se remonta a la década de 1980, con los trabajos que llevó a cabo el antiguo COPHIAM. Los distintos sondeos realizados sacaron a la luz un destacado centro de época romana que ocupaba una gran superficie dentro de los 15.000 m² de la totalidad del solar. Las estructuras más importantes exhumadas mostraban una zona dedicada a la producción de vino o aceite, estancias termales y un conjunto de estancias organizadas en torno a un patio, además de otras estructuras no bien identificadas. Cuando las excavaciones finalizaron en 1990 las estructuras exhumadas quedaron al descubierto, expuestas a años de abandono y falta de mantenimiento, a excepción de una intervención arqueológica puntual realizada entre los años 2010-2011 en una de las zonas residenciales de la villa.
Comentarios