La diputada de Arquitectura, Carmen Sellés, ha visitado el yacimiento de Laderas del Castillo de Callosa de Segura para supervisar el estado de las actuaciones de consolidación, rehabilitación y puesta en valor del enclave arqueológico subvencionadas por la institución provincial con 450.000 euros.
Acompañada por el alcalde de la localidad, Manuel Martínez, la diputada ha recorrido el enclave junto al director del Área de Arquitectura de la Diputación, Rafael Pérez, y el director del MARQ, Manuel Olcina. “Nuestra labor como institución provincial es estar al lado de los municipios y respaldar su trabajo, sus inversiones y sus proyectos para consolidar y promocionar el rico legado arquitectónico y cultural que atesoramos en nuestro territorio y, en este caso, estamos ante uno de los yacimientos más excepcionales de la Vega Baja”, ha manifestado la diputada.
La Diputación ha subvencionado el 90 por ciento del proyecto, cuya ejecución comenzó el pasado mes de marzo con un plazo previsto de cinco meses. La intervención tiene como objetivo la conservación del yacimiento para establecer las condiciones de seguridad de cara a su apertura al público, en una actuación completa que incluye la remodelación urbana en la zona de acceso al enclave, la regulación hidráulica para su protección, la adecuación de los itinerarios, excavaciones, consolidación y rehabilitación de las estructuras sacadas a la luz en las intervenciones arqueológicas y los elementos museográficos de apoyo.
El yacimiento Laderas del Castillo está enmarcado cronológicamente dentro de la cultura argárica, que abarca principalmente el territorio del sureste peninsular. Las primeras intervenciones arqueológicas se remontan a 1907-1908, realizadas por el jesuita Julio Furgús en la ladera occidental de la Sierra de Callosa, y en 1924-1925 reanudó los trabajos el arqueólogo catalán Josep Colominas en la ladera oriental. Estos y otros investigadores sacaron a la luz los primeros hallazgos, conectándolos con otros espacios arqueológicos del territorio.
En el año 2012 se realizó un trabajo de prospección extensiva del yacimiento para sectorizarlo y planificar su excavación en el marco del proyecto de investigación “El Proceso Histórico en el III y el II milenio ANE en el Bajo Segura y Bajo Vinalopó”, impulsado por la Diputación a través del MARQ. Las campañas arqueológicas llevadas a cabo entre 2013 y 2021 han sido dirigidas por los arqueólogos Juan Antonio López Padilla y Francisco Javier Jover Maestre, sacando a la luz las estructuras de un yacimiento que, con una extensión superior a las dos hectáreas, se erige como uno de los enclaves argáricos más significativos, pues permite caracterizar los inicios de la Edad del Bronce en la provincia y explicar el comienzo y desarrollo de la cultura argárica en su zona más septentrional.
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