El 24 de abril un grupo de alumnos del IES Las Fuentes de Villena tenía que haber estrenado Antígona, en la versión de Salvador Espriu. El montaje de esta obra, realizado en catalán, formaba parte del proyecto del centro de impulsar el teatro como medio de expresión, integración cultural y multidisciplinar, de sentir la lengua de nuestros vecinos como un puente y no como una frontera. Era también un homenaje, en palabras de los responsables del proyecto, “a todos los profesores que vienen, cada día, desde pueblos valencianos a los institutos de Villena”.
La propuesta había unido a varios departamentos declara Jordi Gandía, uno de los directores de la obra, “Actores y actrices eran de grupos diferentes, desde 4º de la ESO a 2º de Bachillerato. Alumnos de Formación Profesional y alumnos del Grado de Estética y Peluquería habían trabajado con sus profesoras el diseño de maquillaje y peinado para cada personaje”. “El departamento de valenciano supervisaba los textos y profesoras de inglés y castellano habían preparado el diseño de vestuario”.
La adaptación de la obra y la dirección estaban a cargo de Jordi Gandía Navarro, profesor de literatura española, y Virtu Ribera Navalón, madre de una de las actrices. ”Los ensayos empezaron en el mes de septiembre, todos los martes por las tardes, en la Casa de Cultura de Villena. Durante los recreos aprovechábamos para repasar los textos”, nos cuentan ambos directores.
Proyecto interrumpido
Se da la circunstancia de que la Universidad de Alicante había seleccionado el proyecto para participar en el certamen escolar de Teatro Grecolatino “el día 15 de mayo hubieran actuado en el salón de actos de la antigua residencia de estudiantes”.
Al decretarse el estado de alarma el grupo siguió trabajando, “el estreno estaba cerca y descubrimos en la plataforma ZOOM una manera de seguir ensayando. Con el paso de los días la cosa cambió radicalmente y vimos que el proyecto tenía que morir: nunca podríamos estrenar la obra. La Universidad también había cancelado su certamen”.
“En esos días donde teníamos que comunicarles a los chavales que se abandonaba el proyecto, nos dimos cuenta que, durante aquellos ensayos, lo que veíamos en zoom era nuevo y atractivo: había algo en la imagen. Así tomamos la decisión de grabar la obra, al menos para que los alumnos tuviesen un recuerdo del trabajo que habían hecho durante el curso”, relata Jordi Gandía.
Una propuesta completamente novedosa
Pero al reflexionar sobre la manera de hacerlo incorporaron al proyecto a Rubén Gandía Navarro, profesional de la publicidad. “De repente todo cambió”; nos dimos cuenta que no valía solo grabar un texto: debíamos aspirar a utilizar de manera cinematográfica ese lenguaje que ofrecía la videoconferencia”. Según los responsables del proyecto “esta era la única forma de conseguir que el documento pudiese llamar la atención de alguien ajeno al proyecto”.
A partir de aquí se desarrolló un vertiginoso movimiento para afrontar el nuevo cariz que tomaba la obra: la dirección de arte transformó la obra completamente. Hubo que rediseñar el maquillaje, calcular las posibilidades expresivas de la imagen que ofrece zoom (prácticamente primeros planos), y reorganizar el texto por secuencias, tratando de conservar la fuerza dramática y la línea argumental de la obra. Esmeralda Bernabéu, profesora de Estética, creó un diseño para cada personaje, de manera que cada alumno pudiese maquillarse en casa, con un simple lápiz corrector. Inés Hernández, Graciela Tomás y Maribel Sam organizaron un nuevo vestuario. Vera Caballero adaptó el diseño de peluquería a las posibilidades de cada alumno.
La segunda semana de Pascua empezaron los ensayos. Diez después hubo una semana de grabaciones maratonianas, algunos días los chavales estuvieron horas y horas grabando secuencias, probando cosas.
Después vinieron horas de montaje y selección de nuevas canciones. La música que se había elegido para la obra no podía utilizarse: no podíamos pagar derechos de autor, y aunque intentamos conectar con los cantantes, fue imposible. La empresa de publicidad Gettin Better nos ofreció sus bancos de sonidos y plataformas musicales.
El próximo viernes 29 de mayo, un mes y cinco días después del frustrado estreno, va a tener lugar el estreno de esta obra por parte del grupo “Teatro de la Vaca Eléctrica” del IES “Las Fuentes” de Villena. Un proyecto en el que la Casa de la Cultura se implica de la misma manera que lo hubiera hecho si el estreno se hubiera llegado de manera presencial, poniendo de manifiesto y reivindicando el esfuerzo que han llevado a cabo los alumnos y las alumnas, el profesorado, los directores y todas las personas a las que Jordi Gandía ha contagiado, como lo hace siempre, el veneno del teatro.
No descartamos cuando sea posible, llevar a cabo una proyección pública en la gran pantalla, de esta obra que, con la información de la que disponemos, es la primera que se ensaya y se estrena por videoconferencia.
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