Pregunta: Miriam Larragay, por empezar, vuelve a su ciudad, Villena, después de 20 años estudiando o trabajando en otros lugares del país y te encuentras con tu pasado y te enfrentas…
Respuesta: He tenido que volver para coger raíz e identidad. Estaba escondida inconscientemente, dejando una parte de mi vida en la que no me encontré. Volver a casa, te hace sentirte bien porque te reconocen. Necesitaba saber de dónde vengo, quién conocía a mi madre. Mi familia realmente no era de Villena sino de Granada, aunque lo reconozco como mi pueblo. Estuve ligada a Denia, que es donde nací y también a l’Alfàs del Pi por cuestiones familiares.
P: ¿Hay algo más triste que la muerte de una madre?
R: Depende de cómo sea la muerte. La muerte de un hijo quizá sea más duro. La muerte de mi madre no la entendía cuando era una niña aunque después respondes a esas preguntas conforme ves las cosas y las personas que te rodean.
P: Tu cortometraje del que vamos a hablar, EL ÚLTIMO RECUERDO, cuanta con la colaboración de la Asociación Contra el cáncer de Villena (APAC). Y de alguna manera tu trabajo es un respaldo o reconocimiento a este tipo de organizaciones de soporte social.
R: Las asociaciones pequeñas que están cerca de las personas, que este año cumple 20 años de trabajo, coincide con la muerte de mi madre que fue socia fundadora. “Soy Miriam la hija de María Angustias”. Llamé a la asociación y me encontré con el aprecio que le tenían. Entrevisté a distintas socias actuales que me ayudaron a investigar la vida de mi madre que me permitió hacer registro de la obra.
P: La obra es un duelo tardío. Después de 20 años de ser consciente de que tu madre se muere, la madre Vitoria.
R: Creo que el corto me permite encontrar un poco de mi llegando a los demás. Pero es un anticipo de lo que será mi futuro largo que llamaré “33”. Esto corto tenía que ser el primero necesariamente donde presento mi sensibilidad, donde la conciencia se transforma y salen nuevas capacidades que te permite obtener la nueva fuerza para vivir. Y te crees entonces todas la cosas y tus valores que descubres.
P: María, la madre, debía ser una mujer muy actual que incluso trabajaba de modelo, posando desnuda en un estudio de pintura.
R: Es una ficción donde realmente lo que produce una simbiosis con la época actual que lo represento yo misma, con mi trabajo en la actualidad, frente a su época.
P: En tu trayectoria cinematográfica el concepto maternidad es una constante.
R: El tercer corto que preparo cuenta la historia de una familia con un niño que tiene Asperger. Continúo con el esquema de hablar de la madre y la maternidad. Yo siempre he querido ser madre desde los veintitantos.
R: Parece una historia de mujeres, madre e hija, donde parece que no hay padre u otros hombres en la historia quizá porque era una madre soltera o gestionaba, según se dice ahora, una familia monoparental.
P:Lo excluyo. No hay fotos de hombre en la peli, porque no ha habido padres y además era algo que me afectaba por el dolor. Por tanto lo bloqueo, aunque también lo perdoné. En el largo sí que aparecerá la figura del hombre.
P: El paisaje del corto es muy identitario. Mucho rabal, casas antiguas, la Procesión de la Virgen de las Virtudes (La Morenica).
R: Tenía que ser así. No podía hacerla en Madrid. He elegido esas localizaciones por ofrecer una imagen de familia modesta en un contexto muy concreto.
P: En el reparto has contado con la actriz Isabel Mata. Una profesional con mucho rodaje en el Teatro Clásico. Qué valor te aporta ella en tu película.
R: La he seleccionado por la calidad de su interpretación. Ella aceptó rápidamente además de que me une una amista que me daba cercanía.
P: Luego está la niña actriz Noa Bonachera, que es una las hijas en la película, la hija pequeña.
R: Ella tiene 11 años como la personaje. La relación con ella y con su familia permitió tomar la decisión de incorporarla. Está encantada.
P: Y luego tú, que representas a la niña ya mayor. Parece complicado este papel.
R: A parte de ser yo misma muy sensible. Tengo la sensación de que voy a conseguir demostrar que puedo quitar el polvo. Fue un momento en el que yo necesitaba un abrazo y no una reprimenda a una adolescente.
P: Cuentas distintas referencias estéticas en la película. ¿podrías destacarnos alguno más singular?
R: “El Ladrón de bicicletas” donde hay planos subjetivos del niño que es su protagonista. La película cuenta una relación de paternidad de una vida de ellos solos, una familia que también es humilde.
P: Perteneces a la Asociación CIMA, asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales. Eso dice de ti que eres una mujer luchadora, reivindicadora y lo expresa tu participación asociativa en movimientos como este.
R: Quiero lograr hacer oír la voz de las mujeres. Ser una más de ellas en una plataforma que te respalda y donde necesariamente no soy feminista.
P: ¿Cómo ves la vida cultural que estamos viviendo en nuestro país o en tu ciudad?
R: Creo que hay un cambio de actitud con los gestores culturales por parte de la administración para respaldar las necesidades culturales pero hay una asignatura pendiente que es conectar desde lo cultural con los y las jóvenes.
P: ¿Cuáles son tus próximos proyectos profesionales además del corto?
R: Voy hacer el CAP para optar ha puestos de empleo de formación. Tengo idea de hacer un documental de la temática del Asperger. Al ser actriz y modelo obtengo ingresos profesionales desde este sector.
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