El viernes 26 de enero se inauguró en el Centro 14 de Alicante el nuevo ciclo de exposiciones de 2018. Se trata, en ese caso, de una exposición colectiva que reúne a los artistas ganadores del XXI Concurso de Arte Joven “Propuestas” de la Concejalía de Juventud, cuyo fallo se realizó el 21 de diciembre de 2017 por un jurado formado por Pepe Gimeno, Aurelio Ayela, Maria Luisa Biosca y Javier Calabria, y en el que se seleccionó la obra de cuatro artistas: Nakita Iannuzzi, Rebecca Wasser, Adriana Consuegra y Chenia.
En esta exposición colectiva que se podrá visitar en el Centro 14, Calle Labradores 14, hasta el 27 de febrero, podemos ver una pequeña representación, a modo de aperitivo, del arte de estas cuatro artistas ya que, durante todo 2018 podremos disfrutar de exposiciones individuales de cada una de las artistas.
Rebecca Wasser, La Poética de la Imagen
Las primeras piezas que nos encontramos al entrar a la sala son las de Rebecca Wasser. En su pequeña muestra podemos ver cuatro obras, todas en acrílico sobre lienzo. Su medio es la pintura y a través de ella busca crear una imagen poética, transformar la palabra en imagen plástica. Según sus propias palabras:
«Esta intención surge por la necesidad de salir de la era tecnológica, una manera de desintoxicarme, salir de la escena frenética y crear una nueva plataforma plástica conectada a mis entrañas, al mismo tiempo que genero un diálogo y una escapatoria».
Adriana Consuegra, la Historia del Papel
Dejamos atrás las obras de Rebecca y nos encontramos con dos las instalaciones de Adriana Consuegra donde el papel es el protagonista. La primera, titulada “Querido Hermano Juan”, posee una gran carga sentimental y familiar, puesto que está formada por la correspondencia que mantiene su abuelo con su hermano (que emigró a Estados Unidos) durante cuatro décadas. Lo interesante de esta pieza es la reflexión que se hace al entender que un material tan débil como el papel puede presentar una relación tan fuerte y ser testigo de noticias importantes:
«Adjunto os mando la fotografía del padre e hijo, la madre no está en condiciones de retratarse pues para últimos de Febrero próximo esperamos aumentar la familia».
En la segunda instalación, “Gracias por su Visita”, podemos observar 18 servilletas de papel intervenidas con frases mediante estampación. El punto de partida es siempre la clásica frase Gracias por su visita y a partir de estas se terminan creando 18 nuevos enunciados, el resultado es un poema-objeto de gran belleza, que además muestra la picardía de la artista.
Chenia, Un Transito sin Consumación Aparente
Chenia nos presenta cuatro piezas donde el cristal predomina, con ellas pretende establecer espacios y cuerpos más allá de sus connotaciones físicas, su idea es analizarlas desde sus implicaciones de tránsito. En sus propias palabras:
“Estas piezas recrean una percepción sensorial bajo otro medio de comprensión. Aquel que produce el contacto eterno entre el ser y el espacio, ya no a través de la lógica visual, sino de los sentidos y la intuición hacían un estado de tránsito que no culmina».
Sus piezas pretenden reflexionar sobre un mundo donde nada es real y a la vez todo puede serlo, un mundo aparentemente vacío de existencia donde lo real parece estar siendo sustituido por lo virtual. “Un transito sin consumación aparente”.
Nakita, La Castidad del pasado con Ojos del Presente
Esta exposición termina con las esculturas de Nakita Iannuzi. Su arte gira en torno a lo sexual y la censura, en sus propias palabras:
«A pesar del paso de los años, actualmente, sigue existiendo prejuicios en torno al tema del sexo, aunque se haya dejado a un lado las barbaries y prohibiciones de la edad media, sigue generando vergüenza hablar de él, sin ir más lejos, el simple hecho de hablar de la masturbación, sobre todo la femenina, genera pudor, y son las propias mujeres las que se ruborizan y niegan tratar este tema».
Estas piezas nos hacen plantearnos ciertas preguntas como cuál es la razón de que el sexo se considerara pecado, por qué parece que sigue existiendo un tabú en torno al tema, cuánto sabemos de nuestra propia sexualidad y cual es la razón por la que nos autocensuramos y escondemos nuestros propios deseos sexuales.
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