Javier Vallhonrat, premio nacional de fotografía, impartirá la conferencia “Huellas, depósitos, sedimentos”, el próximo jueves 12 de septiembre en la Sede Ciudad de Alicante (San Fernando, 40). El acto dará comienzo a las 19 horas con la presentación previa del catálogo de la exposición “Discontinua” de Cayetano Ferrández, que se expuso este año, de enero a marzo, en el Museo de la Universidad de Alicante (MUA) comisariada por Enric Mira.
El encuentro está organizado por el curso de Experto en Fotografía de la UA, el Departamento de Comunicación y Psicología Social, y la Sede Universitaria Ciudad de Alicante.
Javier Vallhonrat
Nace en Madrid, en 1953. Estudió Bellas Artes y, al mismo tiempo, se ha dedicado a la fotografía. Con 18 años empezó a trabajar como ayudante del fotógrafo italiano Gerardo Moschioni. Posteriormente, se especializó en moda desde finales de los años 70. Tras conseguir labrarse un hueco en el mercado español, saltó al escenario internacional en 1981, publicando su trabajo en revistas como “Vogue”, “Lui” o “Vanity”. Desde el punto de vista de su investigación en el campo de la fotografía, destaca su exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1984. Desde 1997 es profesor de la Universidad de Bellas Artes de Cuenca. Entre los premios que se le han otorgado destacan el Premio de la Asociación de Fotógrafos Profesionales de Publicidad y Moda de Madrid al Mejor Fotógrafo del campo (1989); Premio Nacional de Fotografía (1995); Premio PhotoEspaña en la categoría nacional (2007); Premio Fotografía – kaulak (2009); y
Premio Cultura en Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid (2010).
El Catálogo. Exposición Dis-continua
La Sala Sempere del MUA albergó del 24 de enero al 3 de marzo, la muestra “Dis-continua” que expuso una selección de fotografías, esculturas y videos del artista alicantino Cayetano Ferrández, comisariada por el profesor de la UA, Enric Mira, una exposición recogida ahora en un Catálogo. La obra de Cayetano Ferrández fundamentalmente fotográfica, se extiende de forma natural hacia el video y la escultura, con el énfasis de quien quiere recrear de nuevo las tres dimensiones perdidas en la foto. Del trabajo que el autor inició en 2012 bajo el título de El hombre gris, se presenta una selección entorno a la desestabilización de la mente que nos introduce en el concepto de que toda idea brillante es fruto del desequilibrio y de que la locura no es sino una forma creativa de ver la realidad. Es en esa falta de linealidad, de discontinuidad que progresamos como especie. El artista se vale de la simbología de los objetos para hacernos entender los juegos de poder representados en las sillas, las mismas que quedan vacías ante los púlpitos de estos gobernantes desquiciados o políticos del revés, las muletas que apuntalan la razón o convertidas en alas para vencer debilidades, las cariátides que soportan la mesa como soportamos todo tipo de reglas, la escuadra como forma de mirada al diferente o el calibrador que nos encorseta dentro del grupo. A través de los retratos, el autor trata de hacernos reflexionar en torno a la condición humana y su fragilidad, son espejos donde es muy difícil no verse reflejado.
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