El Instituto de Cultura Juan Gil-Albert ha presentado un nuevo número del monográfico Canelobre, dedicado a la arqueología subacuática de la provincia. Bajo el título de El patrimonio sumergido de Alicante, el volumen analiza y difunde, a través de 500 páginas, los hallazgos más significativos de las costas alicantinas, incluyendo los navíos hundidos durante la I y la II Guerra Mundial.

Coordinada por el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante, Jaime Molina, y por el profesor del Departamento de Comunicación y Psicología Social e investigador del Instituto Universitario de Arqueología y Patrimonio Histórico, José Antonio Moya, la publicación pone énfasis en la importancia y necesidad de proteger los numerosos yacimientos subacuáticos de la provincia de Alicante y salvaguardar su incalculable valor científico, histórico y medioambiental.

La vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, ha resaltado el trabajo realizado con profesionalidad y rigor desde el Instituto Juan Gil-Albert con la colaboración de los coordinadores de la publicación y los autores, a los que ha agradecido su implicación. Asimismo, Parra ha destacado “el valor de la revista, que combina con gran acierto análisis rigurosos con interesantes fotografías, un número muy especial y atractivo para un amplio perfil de lectores que recoge en sus páginas los hallazgos más significativos encontrados en nuestras costas, auténticos tesoros ocultos a nuestros ojos y que forman parte imprescindible del relato de la historia”.

La diputada, que ha presentado Canelobre junto a la directora cultural del IAC, Pilar Tébar, el director del departamento de Revistas, Héctor Fernández, y los coordinadores del número, ha asegurado que el proyecto, que comenzó a gestarse hace más de un año, “desde el primer día ha contado con el entusiasmo y el apoyo del área de Cultura y del presidente de la Diputación, Carlos Mazón. Con él vimos una oportunidad de abrir el Instituto Juan Gil-Albert a un campo de estudio en el que es necesario seguir explorando con una visión amplia y multidisciplinar”. El acto celebrado este mediodía en la sede del instituto alicantino ha contado además con la presencia del director del MARQ, Manuel Olcina.

El Portus Ilicitanus, el pecio romano del Bou Ferrer, Lucentum, el Deltebre I o la creación de la Carta Arqueológica del Patrimonio Cultural Subacuático de Alicante son algunos de los temas abordados por diferentes expertos e investigadores de la materia. Entre ellos, están las firmas de los arqueólogos alicantinos Rafael Azuar, Omar Inglese, Antonio Espinosa, Xavier Nieto, Alejandro Pérez, Francisco Álvarez, Fernando Candela, Carlos de Juan Fuertes o Jorge Blázquez; el brigada jefe de los GEAS de la Guardia Civil de Alicante, Antonio García; la responsable del Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya, Ruth Geli; o la directora del Centre d’Arqueologia Subaquàtica de la Comunitat Valenciana, Asunción Fernández.

El monográfico incorpora, además, una introducción del jefe del Área del Patrimonio Arqueológico Subacuático del Instituto de Historia y Cultura Naval de Madrid, Alfredo González, así como la investigación del profesor de la UA Daniel Mateo sobre el pecio Mariposa E hundido en Cerdeña o el valioso legado de Jorge Juan, en un estudio sobre su barco del periodista Juanjo Payá. Asimismo, Miguel San Claudio, de la Universidad de Texas, ofrece información sobre las naves atlánticas de la época de mayor esplendor de la Armada Española, los galeones de Felipe II.

Desde el punto de vista divulgativo, el Canelobre recoge interesantes aportaciones de Gabriel Soler y Juan Eduardo Guillén, del Instituto de Ecología Litoral, junto al testimonio del fotógrafo submarino Rafael Martos. Tampoco faltan artículos metodológicos como el del coordinador, José Antonio Moya, sobre la documentación fotográfica ni el relato de dos generaciones de profesionales del buceo, Terencio Pérez y Alejandro Pérez.

La revista está a disposición del público en la sede del Instituto Juan Gil-Albert por un precio de venta de 23 euros. Se distribuirán ejemplares en todas las bibliotecas públicas de la provincia y universidades españolas, así como en los centros educativos y culturales que lo demanden. Esta primera edición cuenta con 800 ejemplares impresos en color de gran calidad.