La exposición ‘Un esteta renacentista’ sobre la figura, trayectoria y obra del almirante Julio Guillén Tato, con motivo del cincuentenario de su fallecimiento, que ha permanecido en el Museu Boca del Calvari entre el 14 de diciembre y el 19 de febrero, se ha incorporado a la colección permanente Benidorm Virtual, lo que permitirá su visita y consulta permanente, así lo ha anunciado hoy la concejal de Patrimonio Histórico y Cultural, Ana Pellicer.
“La huella de Guillén Tato en Benidorm –ha dicho Pellicer- es imborrable, permanecerá durante generaciones en espacios como la Plaça de la Senyoria, el Carreró dels Gats, o la Costera del Barco”, un gran personaje que supo afianzar “todavía más la relación icónica de nuestra ciudad con el mar”.
Guillén Tato, ha recordado la concejal, fue almirante de la Armada, director del Museo Naval y miembro de las reales academias de la Lengua y la Historia. Además “supo trabajar, junto al alcalde Pedro Zaragoza, en el diseño de la ciudad que hoy conocemos, lo que quedó refrendado con su designación como Hijo Adoptivo de Benidorm en 1959”.
Sobre la exposición, clausurada recientemente, Pellicer agradeció el trabajo realizado por su comisaria, Mª José Guillén, nieta del Almirante y por el experto investigador de la figura de Guillén Tato, comandante de aviación e historiador naval, Javier Vicedo. La edil también incidió en las aportaciones realizadas por los alumnos de Bachillerato Artístico del IES Pere Maria Orts i Bosch que “interpretaron la esencia del almirante para acercarlo a las nuevas generaciones” en el anexo a la muestra instalado en la segunda planta del Boca del Calvari.
Recorrido virtual en 360
A partir de hoy, ‘Un esteta renacentista’ se puede seguir visitando “gracias al Benidorm Virtual”, ha precisado Ana Pellicer. La exposición se suma así a ‘El turista accidental’, ‘Femenino plural’, ‘Ferran Freixa, la luz presente’ y a ‘Mut art’, todas instaladas previamente en el Boca del Calvari.
Para “trasladar al, digamos ‘metaverso’ la exposición” se han tomado fotografías en 360 grados “con una cámara de doble objetivo que al capturar las imágenes proporciona la sensación de estar dentro de ellas”. Esta realidad inmersiva es “todavía más palpable utilizando gafas de realidad aumentada”, aunque el recorrido se puede realizar también con un ordenador, una tableta gráfica o un teléfono inteligente y usar el giroscopio, si lo integran, para movernos por el entorno virtual”.
Como en la exposición original, el visitante se encuentra con puntos de información y las instalaciones de video arte adaptadas al nuevo entorno. “Si clicamos sobre una fotografía, esta se nos abre con todo detalle en una ventana emergente, o si lo hacemos sobre un punto de información, accedemos al texto explicativo”.
Por último, Ana Pellicer ha recordado que el recorrido 360 permite el acceso a la a las personas con movilidad reducida. “Una manera más –ha hecho hincapié- de eliminar barreras y facilitar la accesibilidad a quienes más lo necesitan”.
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