El Museo Arqueológico de la Diputación de Alicante ha inaugurado esta mañana la muestra ‘Cova de l’Or: Museo de sitio, investigación, protección y apertura de un santuario del VI milenio a.C.’, coincidiendo con la adecuación del Centro de Interpretación este enclave y del propio yacimiento de Beniarrés para su apertura al público con servicio de visitas guiadas.

Así lo ha anunciado esta martes la vicepresidenta primera y diputada de Cultura, Julia Parra, que ha presentado la muestra junto al alcalde de Beniarrés, Miguel Ángel Sanchís, el director gerente de la Fundación MARQ, José Alberto Cortés, el director del MARQ, Manuel Olcina, y los comisarios de la muestra, Jorge Soler y Rafael Pérez.

La titular de Cultura ha remarcado “la importancia de contar con un nuevo espacio museístico gracias a la labor de todos los equipos, técnicos, científicos y administrativos que durante siete años han ido dando los pasos necesarios para hacer de la Cova de l’Or un reclamo cultural y turístico”.

Por su parte, Sanchís, ha destacado también la incidencia que tendrá este recinto en el turismo rural y ha invitado a la ciudadanía a asistir al MARQ estos días “para conocer lo que se ha encontrado dentro de la cueva con una propuesta para todos los públicos”.

El conservador de Prehistoria y comisario de la muestra, Jorge Soler, ha explicado que el objetivo de esta nueva propuesta es poner en valor este importante enclave arqueológico de la sierra del Benicadell que ha resultado imprescindible parael conocimiento del Neolítico en la fachada mediterránea de la Península Ibérica. A partir de enero, y gracias a un acuerdo entre la Fundación MARQ y el Ayuntamiento de Beniarrés, se podrá realizar un recorrido de interés cultural y paisajístico que incluye la cueva y el Centro de Interpretación del yacimiento, declarado Bien de Interés Cultural.

Desarrolladas por el Área de Arquitectura de la Diputación de Alicante, las actuaciones se iniciaron en 2016 culminando en 2020. En representación de esta área, Rafael Pérez, también comisario de la exposición, ha explicado que la evocación del santuario ha inspirado el proyecto de adecuación para recuperar la embocadura de la cavidad, limpiando el interior y disponiendo bajo el óculo de la entrada figuras a escala humana. Además, se ha acondicionado el exterior para las visitas y se ha mejorado el acceso con una pasarela que permite visitar el interior y sumergirse en el ambiente de aquellos primeros neolíticos. Estos trabajos han requerido una inversión de 105.000 euros realizada en cuatro anualidades que se completará con 25.000 euros más para conservación y divulgación.

Descubierta en los años treinta del siglo XX, en el paraje se han desarrollado distintas excavaciones arqueológicas. Las campañas más fructíferas fueron dirigidas en los años cincuenta por Vicente Pascual Pérez y en los setenta y ochenta por Bernat Martí Oliver, afectando a áreas próximas a la entrada. Ya en el siglo XXI, el MARQ planteó varias intervenciones en relación con el proyecto de puesta en valor y apertura de la cavidad, que han permitido conocer mejor la boca de la cueva y su entorno.

Los elementos materiales hallados en la Cova de l’Or testimonian la importancia de la ocupación en el Neolítico Antiguo (5500-5000 a.C.), cuando la cueva constituyó un lugar idóneo para la habitación. El hallazgo de un importante repertorio de cerámica simbólica la señala como un lugar especial, un santuario donde podrían haberse realizado ceremonias y ritos.