La Universidad de Alicante ha publicado una investigación que recopila las historias de once mujeres gitanas que viven su gitanidad (romipen) en la España del inicio de la tercera década del siglo XXI, un trabajo promovido por la Cátedra de Cultura Gitana de la Universidad de Alicante.

De abuelas a nietas recoge los relatos de la vida de once mujeres gitanas de diferentes edades y trayectorias que han narrado a través de entrevistas aspectos importantes de sus vidas, la superación de la discriminación y su forma de afrontarla, sus experiencias y sus enseñanzas y aprendizajes.

De este modo, este trabajo, cuya coordinación fue encargada a la profesora Purificación Heras González, aborda aspectos de las vidas de Elvira Amador Diaz, de Alexandrina de Fonseca, de Mariluz Moreno Aguilera, de Amparo Escudero Escudero, de Pilar Fernández Amador, de Triana Borrull, de Maleni Borrull, de Joaquina González Gómez, de María Muñoz Díaz, de Josefa García Cortés “Fica” y de Mercedes Santiago Lozano. Estas mujeres, según la directora de la cátedra, Clarisa Ramos Feijóo, “constituyen, cada una, un ejemplo de resiliencia y de que existen muchos perfiles de mujeres gitanas, cada una respondiendo desde el texto a su contexto”.  

Son mujeres que residen en la Comunitat Valenciana, con edades comprendidas entre los 21 y los 86 años. En sus entrevistas abordan aspectos vitales, como su formación, su trabajo, su activismo, la importancia de la familia y qué es ser gitanas para ellas. La obra muestra como cada una vive el feminismo gitano desde su romipen que constituye la identidad del Pueblo Gitano.

En este sentido, Ramos Feijóo indica que el objetivo ha sido “recoger algunas historias cercanas a través de las cuales homenajear a todas las mujeres porque ser referente no implica ser famosa, ser referente habla de la importancia de construir, de avanzar y de ser una fuente de inspiración y apoyo para otras mujeres gitanas”.

Así, según añade, “en estas historias encontramos referentes que se han comprometido con la igualdad de género, la inclusión, el respeto a la diversidad y la promoción de los derechos humanos, así como su importante papel, que ha contribuido y contribuye al empoderamiento y el bienestar de las mujeres gitanas y también de las no gitanas, en sus comunidades y en la sociedad en general”.