Las obras para la renovación de las infraestructuras hidráulicas de Altea la Vella han descubierto restos arqueológicos de aproximadamente 2.500 años. Entre los hallazgos un importante conjunto de material cerámico que en este momento está siendo estudiado por la catedrática de arqueología de la Universidad de Alicante, Feliciana Sala.

Como ha explicado el concejal de Infraestructuras, Diego Zaragozí, «sabemos de la presencia humana en Altea la Vella, tanto por la documentación histórica como por las evidencias arqueológicas que de manera aislada se han podido registrar durante las últimas décadas, principalmente en dos momentos históricos: la época ibérica y la Edad Media».

«Es por este motivo por el que buena parte del casco urbano de Altea la Vella cuenta con una protección de carácter arqueológico, al estar catalogado este espacio como Bien de Relevancia Local en la categoría de Núcleo Histórico Tradicional. Este hecho supone que durante el transcurso de determinadas actividades que afectan al subsuelo deba ser necesaria la presencia de arqueólogos y así se ha hecho». Ha añadido el concejal.

«Las obras que se están realizando están sujetas a una actuación de seguimiento arqueológico, la cual ha permitido documentar restos arqueológicos a lo largo de varios puntos del trazado sobre los que se está interviniendo»; ha matizado Diego Zaragozí, quien ha señalado que «entre estos hallazgos aislados destaca especialmente la aparición de un importante conjunto de material cerámico” que, según el arqueólogo, Pedro Jaime Zaragozí, «parece estar asociado a un espacio doméstico, lo que supondría la evidencia definitiva de la existencia de un núcleo habitado en época ibérica en Altea la Vella».