El policía español Pedro Urraca Rendueles (1904-1989) era el jefe de operación de la represión organizada por la dictadura de Francisco Franco para eliminar a las principales autoridades de la Segunda República en el exilio. Entre otras acciones, fue el responsable de la detención del presidente de la Generalitat de Cataluña, Lluís Companys, en el exilio francés en 1940. El documental Urraca, cazador de rojos (2022), que será presentado en la Sede Ciudad de Alicante el próximo martes 13 de diciembre a las 18:30 horas, retrata al personaje «desde la mirada crítica de su hijo y de su nieta, que se desvinculan de su legado». Así, a través de un trepidante relato histórico rigurosamente documentado, la cinta analiza además el complicado proceso al que se vieron sometidos sus descendentes.
El acto, organizado por el Aula de Cine y Audiovisual de la UA, será presentado por el catedrático de la UA Juan Antonio Ríos Carratalá, y en él participarán Pedro de Echave (guionista del documental y codirector del mismo, junto a Felip Solé), el productor Pablo Azorín y la nieta del protagonista, Loreto Urraca. Al final de la proyección habrá un debate.
Urraca. Cazador de rojos ha sido producida por Quindrop Produccions Audiovisuals y Sègula Films, en colaboración con Televisió de Catalunya, TVE e IB3.
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Sinopsis:
Pedro Urraca Rendueles, policía franquista, agente E-8001 de la Gestapo y colaborador del Régimen de Vichy. Encabezó, con una importante dotación de medios, la persecución de numerosos exiliados españoles en Francia durante la ocupación nazi.
Sus objetivos más buscados fueron las figuras que habían ejercido las más altas funciones durante la Segunda República. Y en este campo destacaban dos presidentes que no habían huido de Francia: Manuel Azaña y Lluís Companys. Al primero estuvo a punto de detenerlo en Montauban, al segundo lo entregó a España sentenciando su suerte.
Otras víctimas de su persecución fueron el ex-ministro Joan Peiró o los periodistas socialistas Julián Zugazagoitia y Francisco Cruz Salido. Estos “desdichados que arrastran su derrota por el mundo”, en palabras del propio Urraca, fueron detenidos, entregados a las autoridades franquistas, juzgados sumarísimamente y ejecutados.
Extorsionador de judíos que huían del nazismo, Urraca amasó una gran fortuna. Protegido en todo momento por el régimen franquista, consiguió eludir una pena de muerte dictada en su contra por los tribunales de justicia de Francia después de la II Guerra Mundial. Refugiado en España, Urraca siguió con sus funciones policiales más allá de la muerte de Franco.
Urraca. Cazador de rojos, el retrato de un personaje siniestro y ambicioso, capaz de efectuar el peor trabajo sucio al servicio de las dictaduras más execrables del Siglo XX. También es la crónica de una herencia maldita a través de la mirada crítica de su nieta, Loreto Urraca, que con dignidad y humildad denuncia y se desmarca de un abuelo al que repudia.
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