El MACA celebra el 40 aniversario de la Colección Arte Siglo XX con una exposición de todas las obras que la componen. Nunca hasta ahora se había mostrado completa al mismo tiempo. Y este 40 aniversario es un buen motivo para ello.
Hace ahora 40 años, el artista alicantino Eusebio Sempere donó a la ciudad de Alicante su colección de Arte Siglo XX para inaugurar el 5 de noviembre de 1977 el Museo de La Asegurada, uno de los primeros museos de arte contemporáneo de España.
Fundar un museo en plena transición democrática era un hecho político en sí mismo: lo de Sempere era una actitud y un convencimiento. Donar su colección privada fue consecuencia de un profundo compromiso con el arte contemporáneo. Un acto de fe extremadamente generoso que tal día convocó a las personalidades artísticas más importantes junto a un Sempere pletórico convencido de la trascendencia de su gesto.
Hoy, la Colección Arte Siglo XX constituye el pilar básico del MACA, Museo de Arte Contemporáneo de Alicante. Una colección excelente, con vocación internacional, coherente y eficaz, que guarda las mejores obras de los protagonistas de casi todas las tendencias artísticas del arte del siglo XX.
Por diversos motivos esta Colección Arte Siglo XX se ha venido mostrando a lo largo de la historia de forma fragmentaria. Ahora por primera vez, y ocupando la Planta Baja y toda la Planta Primera, se exhibe completa y gracias ello, podemos descubrir la importancia de esta Colección. Todos los artistas y todas las obras con el mismo objetivo que su fundador: facilitar el acceso del público al arte contemporáneo.
Está compuesta por 177 obras entre pinturas, esculturas y obra gráfica de 117 artistas, abarcando un arco temporal de casi 70 años, desde los años veinte hasta los primeros ochenta, reuniendo una larga nómina muy escogida de grandes artistas del siglo XX. Atesora auténticas piezas maestras, sobre todo al representar los movimientos y los nombres principales del arte español, y es ahí donde alcanza sus más altas cimas. Con vocación de internacionalidad, la Colección manifiesta eficazmente la sensibilidad estética de su creador, un gusto personal exquisito y, sobre todo, su visión de futuro.
En esta selección de piezas, realmente espléndida, están representados algunos de los más importantes creadores de nuestro siglo: Picasso, Braque, Julio González, Juan Gris, Gargallo, Delaunay, Arp, Cocteau, Chagall, Giacometti, Miró, Dalí, Max Ernst, Calder, Bacon, Matta, Fautrier, Clavé Tàpies, Chillida, Millares, Saura, Vasarely, Agam, Soto, Rosenquist, Oldenburg, Rauschenberg, Adami, Dine… entre otros.
Pero es en el ámbito propio del arte español del siglo XX donde encontramos las mejores obras de la Colección y una más extensa relación de tendencias, movimientos y grupos significativos del arte de vanguardia en nuestro país con obras de Alberto Sánchez, Ferrant, Palazuelo, Guerrero, Viola, Feito, Rivera, Canogar, Juana Francés, Pablo Serrano, Alfaro, Guinovart, Ràfols Casamada, Hernández Pijuán, Farreras, Manrique, Mompó, Torner, Rueda, Zóbel, Lucio Muñoz, Equipo Crónica, Julio López Hernández o Genovés, entre otros.
Sempere Coleccionista
Sempere había reunido a lo largo del tiempo y desde su posición privilegiada de gran artista y amigo personal de grandes artistas, una serie de obras de una calidad excepcional que constituían el núcleo primigenio de esta Colección. Apenas unas pocas.
Sin embargo, desde el anuncio de su intención de crear un Museo de Arte Contemporáneo en Alicante el 31 de Enero de 1976 y la apuesta del Ayuntamiento de Alicante por realizar el proyecto, Sempere se esforzó personalmente en conseguir obras de aquellos artistas que él consideraba indispensables en una colección de arte del siglo XX.
Con un gran desgaste emocional, Sempere se sumergió en una actividad frenética de compras, cesiones, intercambios y compromisos de producción propia hasta reunir una selección de piezas extremadamente rigurosa y realmente espléndida. Y además, se encargó de preparar todos y cada uno de los detalles de su museo: la luz, la pintura de las paredes, la colocación de las obras, los marcos, el folleto, el cartel anunciador, las invitaciones…todo lo necesario para convertir el museo en un obra propia: conozco el tesón y lo exigente que hay que ser para que el resultado sea excelente y ejemplar. Debe ser la mejor instalación de nuestro país, sin egoísmos por parte de nadie. Sin nombre pues tampoco el mío quiero que figure en el título del Museo o Colección diría el propio Sempere. Y así fue.
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