El pasado viernes 18 de octubre, la Biblioteca Pedro Ibarra de Elche acogió la presentación del poemario “Todas las batallas perdidas” del escritor Joaquín Juan Penalva, probablemente la primera ver que hacía una propia en esta ciudad.
Joaquín Juan Penalva (Novelda, 1976) es doctor en Filología Española por la Universidad de Alicante, máster en Edición por la Universidad de Salamanca y máster en Crítica Cinematográfica por Aula Crítica. Trabaja como profesor en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Ha escrito, junto a Luis Bagué, el libro de poemas cinéfilos Babilonia, mon amour (accésit del V Premio Dionisia García/Universidad de Murcia, 2005) y la plaquette Día del espectador (2009). Además, ha publicado otros cinco poemarios, La tristeza de los sabios (accésit del Premio de Poesía 2006 para Jóvenes Creadores de la Academia Castellano-Leonesa, 2007), hiberna, hibernorum (2013), Anfitriones de una derrota infinita (Huerga & Fierro, 2015, Premio de la Crítica Literaria Valenciana), Cronología de Tarkovski (Huerga & Fierro, 2018) y Todas las batallas perdidas (Huerga & Fierro, 2019). Fue codirector de la revista de poesía Ex Libris y colabora en el suplemento Arte y Letras del diario Información y en la revista de cine online El espectador imaginario.
Todas las batallas perdidas ya se encontraba prácticamente cerrado hace unos diez años, cuando empezó a enviarlo a innumerables convocatorias y galardones. Había depositado todas sus esperanzas líricas en este libro y siempre lo consideró el futuro de su poesía, el paso siguiente en su andadura poética, pero han ido pasando los años y hasta tres libros han adelantado en fecha de publicación.
A mí siempre me ha gustado, indica Joaquín Juan Penalva, que Anfitriones de una derrota infinita era algo así como la cara B de Todas las batallas perdidas, pero las vicisitudes editoriales han propiciado que la cara A se publique algunos años después de que viera la luz la cara B, lo que, inevitablemente, ha convertido a Todas las batallas perdidas en la cara B de Anfitriones de una derrota infinita”.
Este poemario, por tanto, es también una reivindicación de las caras B. Caras B fueron algunas de las mejores canciones de The Beatles, pero el grupo especializado en caras B fue, sin duda, Oasis, que reunió algunas de las más representativas en The Masterplan, álbum que precisamente tomaba su título de una cara B. En el caso de Todas las batallas perdidas ocurre justamente al contrario: hoy se presenta como cara B lo que un día fue concebido como cara A.
Todas las batallas perdidas es el más reciente poemario publicado por Joaquín Juan Penalva (Novelda, un libro que reúne treinta composiciones de extensión breve y verso corto, repletas de referencias, como señaló en la presentación el escritor Juan Lozano Felices, de su vida cotidiana o biográficas, históricas y culturales así como cinematográficas porque su obra -señala- tiene vasos comunicantes con el cine.
Como afirma también Luis Bagué Quílez, “en este libro se aprecia un territorio híbrido donde coexisten una dicción de línea clara, una iconografía pop y una cosmovisión barroca […]. Con un pie en el altivo estoicismo de Aldana y el otro en el realismo coloquial de Karmelo C. Iribarren, Todas las batallas perdidas confirma la singularidad de su artífice y nos deja con ganas de más. No deberíamos pedirle otra cosa a la poesía (ni a la vida)”.
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