Si decimos el día a día, es sólo una convención, pasamos como el tiempo, aunque la noche y el sueño pudieran ofrecernos la posibilidad de que las cosas sean diferentes. A menudo hablamos de los días de nuestra vida, no tratamos sobre años, aunque uno de esos días pueda encerrar muchos días y muchos años. Un día señalado, puede haber sido ese momento en que una decisión, el destino, la fortuna alteró nuestra existencia. El día más feliz, debe ser una frase, es algo que los adultos dicen a los niños; cuando yo lo fui, se refería a nuestra primera comunión, que siempre hemos imaginado con un sol radiante y vestido de blanco, aunque recuerdo que fue un día con lluvia y los zapatos y los pantalones largos no parecían tan impolutos. Un día es un día, significa que podemos hacer alguna excepción, a cierta edad olvidar el estricto régimen o las pastillas, cruzar el semáforo en rojo y emitir algún grito desaforado.

Llevar un diario afecta a nuestra educación sentimental, estética, intelectual. Si oímos cualquier noticia lejana o próxima, recogemos nuestra reacción. El yo opinante despierta de su letargo y se ve obligado a formular su valoración.

No es el tipo de apunte que recoge los hechos rutinarios, sino la excepción de cada día, no es que quiera exhibir su particular reacción sobre lo que ha ocurrido, basta con mostrar ese existir al que aspira: profundizar en la vida, ampliarla, manifestar que estamos y somos parte de este mundo. Cuando se escribe, el tiempo se detiene.

Mirón de sí mismo, el diarista, expone libre de prejuicios su análisis alejado de lo políticamente correcto, el autor lo hace para durar más que ese lampo, término que gusta utilizar José Luis, impacto de la foto con gesto agresivo o la palabra desabrida. 

José Luis Zerón Huguet (1965) poeta, periodista, ensayista… Cofundador y codirector de la revista Empireuma, director de La Lucerna. Uno de sus últimos libros: Intemperie (Sapere Aude, Oviedo, 2021). Se interesa por el cine, pintura, música, novela, ensayo, poesía. Es un hombre culto nacido en Orihuela, podría haber nacido en otro país o en otro tiempo, en cualquiera, que fuese, estaría entre los exiliados.

José Luis Zerón ha llamado a su diario: A salto de mata (2023) se trata de una expresión coloquial que indica una actitud desordenada, algo así como el cazador que anda de aquí para allá por los campos, abstraído y, de repente, se ve sorprendido por el vuelo de la perdiz. No olvidemos que José Luis es un pescador de caña. El libro ha sido compuesto por fragmentos que incluyen lecturas, películas, pintores, piezas musicales, recuerdos, paseos con sus hijos, sueños…

Cada una de estas teselas no tiene fecha concreta, corresponden a los años 2008- 2016. Creo que es un acierto no concretar el día ni la hora, sus textos son más libres, no los reduce al estímulo-respuesta de una circunstancia, cuya localización probablemente no aportaría cosa alguna.

José Luis, se asoma al balcón y   contempla el río, la actividad del mundo. Leamos algunas cosas de las que trata. Sus temas son tan amplios como la vida:

Sobre pintura: Escribo un poema sobre el cuadro del pintor parricida Richard Dadd (1817-1886) The Fairy Feller´s Master-Stroke, una de las piezas maestras de la Tate Gallery de Londres. La verdad es que desde mi adolescencia no he podido quitarme de la cabeza el enigma de este óleo… (22)                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           

Poesía, Octavio Paz: No puedo estar de acuerdo con los que creen- y son legión- que Octavio Paz es un poeta, refinado y cerebral. Su poesía nace de una inteligencia lúcida no exenta de fuerza lírica…(25)

Miguel Hernández: El cénit poético de Miguel Hernández se inicia en el crepúsculo de su vida. Con Cancionero y romancero de ausencias el habla se ha liberado de la ampulosidad de los usos retóricos y se manifiesta sin ataduras la palabra originaria…(27) 

Novela: Joan Lindsay (1896-1984) es una autora australiana casi desconocida en España, y aunque está considerada una de las grandes escritoras anglosajona por sus artículos, relatos y novelas autobiográficas se la conoce mundialmente por Picnic en Hanging Rock, una novela de culto escrita en 1969 que cautivó a su compatriota, el realizador Peter Weir, que la llevó a la gran pantalla den 1975… (38)

Música: Hacía tiempo que no escuchaba el canto de las adolescentes de Stockhausen, y esta tarde se me ha ocurrido preparar una audición de esta pieza célebre compuesta entre 1955 y 1956, la más reconocida del compositor alemán…(44)

Pintores: Ha muerto Guillermo Bellod.

Conocí a Guillermo en la Navidad de 1988, fue en la Galería de Arte Juan de Juanes de Orihuela, donde el prestigioso pintor oriolano exponía sus cuadros. Un lugar especial, ya que allí nació el germen de la revista Empireuma con un recital que dimos los fundadores de la misma en junio de 1984… (48)

Crítica literaria: Leo un enjundioso libro de entrevistas con el poeta de Moguer titulado Juan Ramón Jiménez por obra del instante, en edición de Soledad González Ródenas, Fundación Juna Manuel Lara…

En 1927 opina que la prosa de Miró es <<orgánica, palpitante, amontonadamente carnal. Tiene acento, ritmo, sentido, emoción. Es noble. A veces abarca en su desarrollo exactitudes extraordinarias.

>>En cambio, es lenta, prolija, monótona, de poca espontaneidad y menos dinamismo (67-68)

Sueños: Sueño que estoy con Ada y nuestros hijos en el interior de un centro comercial de enormes dimensiones, que también podría ser el vestíbulo de una estación de tren o una terminal de aeropuerto…(95)

Vida familiar: Pensado y hecho. Mi hijo y yo salimos a dar un paseo por la huerta. Nos acercamos a la finca La Caseta; hacía por lo menos dos años que no la visitaba. La bauticé con el nombre de <<El África>> cuando la descubrí con los amigos que seis años más tarde me acompañarían en la creación de la revista Empireuma. (105)

Sucesos poco corrientes: Leo en la prensa que hace unos días un fragmento de un meteorito cayó en la playa de San Juna de Alicante. La noticia me ha recordado la noche del verano pasado en que Pepe Aledo y yo avistamos un meteorito en la playa Babilonia de Guardamar del Segura. (112)

El paisaje:  A la caída del sol la luz intensa se derrama por el oeste como una cascada de oro líquido. Yo voy al encuentro de Ada y mi hijo, que me esperan en la Avenida Teodomiro. Imposible absorber con la mirada el alma de las cosas. (123)

Clásicos: Un homenaje a Lucrecio durante un paseo vespertino:

El festival de larvas en la boca abierta del gato muerto en la cuneta. La voluptuosidad salvaje de esta fauna de los cadáveres exhibe una necrofagia sin pudores. La naturaleza, así nos seduce como nos espanta. (142)

La crítica literaria: La crítica literaria acaba por gastar por uso y abuso muchos de los términos que utiliza. Por ejemplo, el empleo del sustantivo frescura a la hora de hablar de los poetas jóvenes. (151)

Aforismos:

Cuando la poesía me sobresaltó no encontré alivio.

La belleza está llena de abismos.

En esta sociedad tan políticamente correcta se derrocha mucha sensiblería para encubrir la falta de sensibilidad. 

Nuestra sociedad rinde culto a la imagen, por tanto, sobrevalora lo efímero, de ahí que un día veamos que los vientos corren favorables y otros, no; como consecuencia esas figuras destacadas hoy, mañana, pueden ser juguetes rotos. La mera actualidad es algo reñido con el diario, dado que de un modo u otro trata de conceder trascendencia a lo que escribe.                                                                                                                                                                                                                          

Vivimos un tiempo confuso, sin embargo, hay quien se esfuerza por mantener otra actitud, tratar de entenderlo, poner orden en el caos, porque, aunque no aumenta los nuestros días, nos hace estar vivos.

En un diario sentamos a la mesa y tuteamos a personajes que no hemos conocido, no obstante, sabemos de sus obras, escritores que hemos admirado, páginas anotadas, los incluimos en nuestro vivir. ¿La obra es superior al hombre? A medida que leo, escucho música, veo una película, compongo un poema, recorro una exposición, asisto a una conferencia… El autor valora, sitúa, da cuenta de su reacción estrictamente personal.

Este libro es un sabio y ameno monólogo, otras, puede ser u diálogo, a veces, oímos un coro de voces. Encierra tantas posibilidades que, quien lee pasa, sus páginas estimulado por la intriga que supone entrar en lo que el autor encuentra. El lector tiene la sensación de asomarse al yo que escucha, lee, escribe, habla con autores, pintores, músicos… Todo con ese entusiasmo de quien está siempre disponible para descubrir.

JOSÉ LUIS MARTÍNEZ VALERO nació en Águilas, en 1941. Es catedrático emérito de Literatura. Poeta, narrador, ensayista. Ha publicado, entre otros libros: Poemas (1982), La puerta falsa (2002), La espalda del fotógrafo (2003), Tres actores y un escenario (2006), Tres monólogos (2007), Plaza de Belluga (2009), La isla (2013), El escritor y su paisaje (2009), Libro abierto (2010), Merced 22 (2013), Daniel en Auderghem (2015), Puerto de Sombra (2017), Sintaxis (2019) y Otoño en Babel (2022, ed. La fea burguesía, Murcia). Ha sido guionista en los documentales: Miguel Espinosa y Jorge Guillén en Murcia. También es un notable aguafuertista e ilustrador.