¿Alicante con Valencia o Alicante contra Valencia?…cada vez que saco el tema, mi interlocutor frunce el ceño. Cuestión delicada, provoca malestar y mal sabor de boca, gesto incómodo y mueca de disgusto al hablar.

Precisamente por todos estos motivos necesitamos ser asertivos y hablar el tema, tratarlo desde el logos, desde la razón, desde una buena lógica política que aleje el discurso de la emoción, de lo visceral, del mero y estéril “puta Valencia”.

Actualmente el mapa de relaciones entre la capital del Turia y la ciudad de Alicante queda totalmente marcado por la desazón, la desconfianza, el recelo y el desconocimiento mutuo.

Valencia ignora a Alicante, vive de espaldas a ella, la ningunea. Alicante, recelosa y resabida, odia a Valencia.

Pero no quiero quedarme en el diagnóstico y en los síntomas, conocidos por todos. Creo que como alicantino lo más constructivo es comenzar mirando a nuestra propia sociedad y mencionar en primer lugar aquello que podríamos hacer desde el sur para mejorar la situación.

*Alicante debería:

-Conocer Valencia de verdad. Los alicantinos debemos ir a Valencia, pisarla, andarla, escucharla y vivirla. Los supuestos monstruos no son tan malvados cuando uno se acerca a ellos de verdad

-Dejar atrás el victimismo. Es poco constructivo y no lleva a ningún lado…no todo lo malo que nos pasa es culpa de Valencia

-Ser más proactivo en la propuesta de soluciones, poniendo más ideas sobre la mesa. Por ejemplo, en vez de dejar que la Generalitat tome la iniciativa en cuestiones de su competencia que afecten a la ciudad de Alicante, se podría llegar a un consenso propio alicantino y llevar la propuesta a Valencia

-Debemos aceptar que Valencia es la capital de la Comunidad Valenciana, una comunidad autónoma de la que formamos parte, y que por lo tanto debe representarnos en ciertas cuestiones en Madrid ante el gobierno central

-Hemos de colaborar en la construcción de una Comunidad Valencia más cohesionada y vertebrada, desde nuestro acento sur pero con lealtad institucional

-Alicante debe hacer un esfuerzo por comprenderse a si mismo. Debe escribir su pasado, construir un relato basado en la autocomprensión de su propia historia. Debemos generar nuestras propias historias de Reino de Valencia y del pasado de nuestra comunidad humana desde nuestra perspectiva. Desde la creación de la Comunidad Valenciana en los años 1980 la ciudad de Valencia ha avanzado mucho en este aspecto; en Alicante se ha hecho muy poco

*Por su parte, Valencia debería:

-Conocer Alicante de verdad, visitarlo, pasar más allá de Denia y observar el sur. Vivirlo, escuchar, preguntar y dialogar. Comprendería mucho mejor así el por qué de nuestro desapego y actitud en ocasiones hostil

-Tener en cuenta a Alicante y la visión alicantina de las cosas a la hora de generar estrategias a nivel Comunidad Valencia. Valencia debe evitar la tendencia, que se ha manifestado de forma tan ostensible hasta la actualidad, de monopolizar con su visión particular la Comunidad Valenciana

Nuestra Comunitat va más allá de l’Horta de Valencia, es importante comprender esto.

-Valencia debe aceptar un hecho histórico constante: a lo largo del desarrollo de nuestra historia común ha entorpecido en muchas ocasiones el crecimiento de Alicante y su entorno inmediato, tratando de evitar la creación de un importante polo de desarrollo al sur que pudiera rivalizar con su poder

-La ciudad del Turia ha de entender que Alicante tiene una dimensión sur que la liga sobre todo a Murcia, pero también a Albacete y a Almería. Aceptar este hecho no pasa por ponerse a favor de aquellos que quieren romper la Comunidad Valenciana

-Apostar por un verdadero federalismo interior y distribuir de manera más justa unos recursos que son de todos. De la misma manera que Valencia reclama, liderando la Comunidad Valencia, un trato más justo al gobierno de Madrid, ha de comprender que Alicante haga lo propio defendiendo los intereses del sur

-Valencia debe contar con la Diputación de Alicante y no tratar de vaciarla de competencias sin consenso. Es lógico que desde una visión centralista de Valencia ciudad la Diputación provincial de Valencia sea prescindible. No obstante considero que es evidente que Alicante y Castellón son otra cosa y necesitan sus Diputaciones para atender sus municipios

Voy terminando ya esta reflexión. En política debemos aprender a negociar y aceptar que partimos de situaciones de hecho que “guste o no”, son como son.

Guste o no a los alicantinos Alicante está en la Comunidad Valenciana y lo estará por mucho tiempo, no parece a corto plazo que vaya a haber una revisión del mapa autonómico.

Guste o no a Valencia, la segunda área en importancia del histórico Regne, hoy Comunidad Valenciana, se sitúa al sur y tiene gran relevancia. El área de Alicante-Elche es un punto vital de la Comunidad y la provincia de Alicante en su conjunto tiene un gran potencial. Ya desde la anexión del sur de las tierras alicantinas en la edad media Orihuela fue la segunda ciudad del Reino, dejando claro que esta segunda posición de la zona sur es estructural.

Como he explicado detalladamente en mi blog www.Alicantinismo.com, ya desde 1305, cuando el sur de la actual provincia de Alicante quedó anexionada al Reino de Valencia, nuestra convivencia ha sido problemática. El área de Alicante-Orihuela, es importante recordarlo, no iba a formar en un primer momento del Reino de Valencia, sino de un Reino de Murcia que formó parte de la Corona de Aragón durante un breve período de tiempo (1296-1304/5).

No obstante, por los tratados de Torrellas (1304) y Elche (1305) el Reino de Murcia se partió y quedó la ciudad de Alicante y su área sur en el Reino de Valencia. Desde entonces nuestro encaje en la realidad valenciana ha sido difícil pero ha habido también momentos de fraternidad, de acuerdo posible y necesario y entre todos hemos construido una comunidad de cooperación y convivencia.

Alicante con Valencia, ese debe ser nuestro futuro. Trabajemos todos por establecer nuevas alianzas y sinergias, siendo conscientes de la dificultad y del carácter lógico y estructural en que se basan nuestras disensiones pero sin dejar de generar acuerdos que nos unan dentro de una Comunidad Valencia que forma parte de una España plural y de una Europa diversa.

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