Este jueves tenía lugar la votación de la escultura ganadora del concurso “Amb el Nom d’Altea”, que como su nombre indica, tenía como objetivo diseñar una obra con el nombre de Altea. Esta propuesta fue la tercera más votada de los Presupuestos Participativos del año 2019.
El jurado encargado de la votación estaba compuesto por el Presidente de la Asociación de Artesanos UNART; el profesor de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Miguel Hernández; la profesora de Arte del Instituto de Bellaguarda; la técnica de Turismo, la técnica de Comercio y el técnico de Cultura del Ayuntamiento de Altea; además de dos miembros del Consejo de Participación representados por la titular del Consejo de la Mujer y la del Consejo de los Niños y Niñas.
Al concurso se presentaron un total de ocho esculturas, únicas y originales. Una vez vistas todas las obras, así como la explicación que acompañaba a cada una, los miembros del jurado realizaron una primera votación en la que quedaron las tres esculturas con más votos, para así, en la segunda votación elegir a la obra ganadora. Finalizadas las votaciones y con 74 puntos, se procedió a abrir el sobre que contenía el nombre del autor de la escultura ganadora, siendo Mario Romero, con su obra “Altea del Mar”, quien recibió emocionado la noticia por teléfono.
Bajo el pseudónimo de “Altea del Mar”, la escultura refleja el nombre de Altea con un diseño que nos evoca el mar y diversos elementos como estrellas de mar, peces, algas marinas y olas. Mario Romero apunta que “pensar en ‘Altea’ y evitar no acordarme del mar, me es imposible. En este proyecto de escultura me he visto abocado irremediablemente a desarrollar la idea de la palabra ‘Altea’ y el mar, y unirlo. ¿Qué sería del mar sin Altea? Y viceversa. Ahora las letras son las protagonistas marinas definiéndose orgullosas y sin complejos. La primera “A” lleva incrustada una hélice de barco y la última lleva el tridente de Poseidón. Cada una de las letras nos recuerda que esta palabra y el mar llevan mucho tiempo viviendo juntos. El contorno superior ha sido modelado por el mar, a causa de su simbiosis, hasta el punto de que las letras imitan sus olas y parece que estuvieran vivas.
En este sentido, como explica su autor, “el proyecto de la escultura está proyectado para ser construida en piedra. Formada por cinco piezas individuales que corresponden con las letras de la palabra ‘Altea’. No necesitan ningún tipo de mantenimiento y los deterioros que pudieran ocasionar las inclemencias del tiempo van a ir embelleciendo la escultura con los años”.
Los miembros del jurado coincidieron en la originalidad de las obras y lo complicado que había sido elegir a la ganadora. Para la elección de la escultura, se tuvieron en cuenta las aportaciones del técnico de Urbanismo, así como de los profesores de la Universidad Miguel Hernández y del Instituto de Bellaguarda.
Desde la Concejalía de Participación Ciudadana, encabezada por Mari Laviós, se han mostrado muy satisfechos por llevar a cabo este proyecto presentado en los anteriores presupuestos participativos. “Es importante llevar a cabo las propuestas para animar a la gente a participar en futuros proyectos de participación ciudadana”, ha señalado la edil. Finalmente, ha agradecido al jurado “su tiempo y buen hacer en este concurso”.
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