A la artista Anita Antón le puede la voz porque toca la guitarra por supervivencia. Su familia ha cantado siempre, de hecho, su padre y abuelo han estado vinculados al Misteri d’Elx. Todos los días ejerce de médica en San Javier (Murcia). Ella empezó como corista con Rozalén y decidió tener autonomía y comenzó a componer para ella.
Sus últimas piezas son de posicionamiento y feministas, así como con aspectos de denuncia social y actualidad política incluso de crítica al mundo vanidoso del artisteo. También tiene canciones a la geometría o al número áureo porque le encantan las matemáticas.
Pregunta: ¿Cómo te sitúas como creadora: en el soul, swing, rock y el pop o todo o depende…?
Respuesta: Si algo caracteriza mi música es que no me cierro a un estilo que puede llegar hasta la rumba. Me gusta todo y no compongo pensando en un estilo, me dejo fluir.
P: Voz y guitarra, ¿quién da más de ti?
R: La voz porque toco la guitarra por supervivencia. Mi familia ha cantado, de hecho mi padre y mi abuelo han estado vinculados al Misteri siempre. Empecé como corista de múltiples artistas, entre ellos, Rozalén. Decidí tener autonomía y comencé a componer para mi.
Yo desde muy pequeña he ido al Misteri y eso me ha permitido conocer cualquier detalle de la representación.
Las últimas piezas son de posicionamiento y feminista, así como aspectos de denuncia social y actualidad política, de crítica al mundo vanidoso del artisteo. Canciones a la geometría o al número áureo porque me encantan las matemáticas.
P: Ser cantautora, ¿tiene más responsabilidad?
R: Yo soy un escaparate donde la responsabilidad está en el mensaje que cuentas y la transformación social que puedes producir.
Muchos artistas no son conscientes de lo que significa una voz que cuenta cosas. La música es feed back, donde has plantado una semillita que puede hacer pensar.
P: ¿Tienes en agenda, en breve, la edición de disco?
R: A mi la música me salva de muchas cosas, casi como la bicicleta por lo que está previsto pero sin fecha, cuando llegue. Tampoco es mi prioridad.
P: Háblanos de un proyecto que algo tienes que ver. JAMTRICA que en tus palabras es libertad, la unión del arte femenino que buscan su espacio artístico.
R: Surgió como reivindicación de un espacio esencialmente femenino. Es un proceso que se inicia nada más llegar al espacio creando entre todas la ambientación, cuidando el espacio.
Ayudamos a disfrutar el proceso y no tanto el resultado. El arte no pasa por la competición donde debes de brillar. Muchas mujeres jóvenes suben porque no hay ambiente hostil.
Hemos estado en Pamplona, nos invitaron, y descubrimos que podíamos ofrecer la oportunidad dando este espacio.
Esta iniciativa empezó hace un par de años, después de aquel sonado 8-M de 2018
P: ¿Qué está significando tu participación en la Asociación de cantautores y cantautoras La Explanada?
R: La música pasa por el trabajo conjunto y estar en la asociación me conecta. Sinergia, compañerismo y compartir.
Como por el ejemplo, el proyecto Puentegramas que eran una serie de conciertos de mestizaje en la zona Norte de Alicante.
También estar cerca del debate del Sindicato de Músicos para dignificar el trabajo de los y las músicas. Que deban de recibir unos mínimos económicos como trabajadores del arte y la música y ya hay uno con sede en la Comunitat Valenciana.
Comentarios