El director general de Casa Mediterráneo, Javier Hergueta, y el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, Antonio Manresa, inaugurarán este jueves 5 de marzo a las 20:00 horas la exposición ‘Impresiones de Tel Aviv’, obra del pintor alicantino Chimo Pérez, en la sala municipal de exposiciones de la Lonja del Pescado de Alicante. La muestra, de entrada libre, estará abierta al público hasta el 30 de marzo.
La exposición se enmarca en los objetivos de Casa Mediterráneo dirigidos a afianzar los lazos entre España y los países de la cuenca mediterránea. Está formada por una docena de obras de 1 metro x 75 cm., entre retratos y paisajes, realizadas con la técnica mixta de acuarela aguada con charcoal líquido, un método que no admite correcciones y es muy valorado por los críticos de arte.
Para realizar estas pinturas Chimo Pérez pasó dos semanas en Tel Aviv (Israel), recorriendo sus calles y hablando con sus gentes, donde descubrió una ciudad vital, moderna y llena de contrastes. “Tel Aviv es la colina de la primavera, así se traduce de su significado en hebreo, y realmente lo es. Descubro una ciudad floreciente en sus artes, cosmopolita y moderna. Sus gentes llenas de vitalidad, te invitan a disfrutar de un ambiente amable; su arquitectura Bauhaus, es un halago visual”, señala el artista.
Sobre Chimo Pérez
Alicante, 1968. Influido por la luz del Mediterráneo, su vocación por la pintura nació en su infancia, aunque su trayectoria personal le llevó a cursar estudios de Derecho en la Universidad de Alicante. Sin llegar a ejercer esa profesión, decidió seguir unos años de vida contemplativa en busca de su plenitud vital. Tras 14 años de búsqueda decidió dedicarse de lleno a la pintura, animado por el prestigioso crítico de arte Wilfredo Rincón, director del
patrimonio artístico nacional de España en el CSIC, quien describe a Chimo Pérez como un claro valor en alza en los próximos años, cuya obra es de “gran coherencia, equilibrio perfecto entre figuración y materia, dominio del dibujo y sentido de color”.
Diez años entre muros de piedra recia, una frondosa naturaleza y joyas del gótico tardío sacaron a la luz un talento natural para expresar la belleza, a través de un lienzo. Para Chimo Pérez, “la belleza, como la verdad, es un fruto precioso que resiste a la usura del tiempo, que une a las generaciones, y las hace comunicarse en la admiración”. El autor persigue que sus obras sean expresivas por sí mismas, capaces de conmover, entusiasmar y provocar una reflexión personal. Especializado en retrato y paisaje, realza la belleza estética del modelo, siendo capaz de expresar sus sentimientos. Los gestos y líneas del rostro, huella de una biografía vital, se exhiben con pureza en sus retratos. “Un buen retrato es una biografía pintada”, asegura Chimo.
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