Desde la concejalía de Cultura, a través del Departamento de Patrimonio Integral, se está iniciando la dinamización cultural de la Torre Sarrió y su casa adyacente, recientemente rehabilitadas. En este sentido, se vienen impulsando actuaciones relacionadas con el conocimiento de la huerta histórica de Alicante, pensando en el uso principal futuro de este inmueble histórico: el Centro de Interpretación de las Torres de la Huerta de Alicante. La primera de ellas, se inició este sábado con un recorrido guiado por el sendero urbano que pasa por las fortificaciones a cargo del proyecto Terra.

El concejal de Cultura, Antonio Manresa ha recordado que “estamos iniciando la dinamización cultural de esta torre con la idea de que, en un futuro, se convierta en el centro de interpretación. Tenemos más de veinte construcciones defensivas y tres de ellas son propiedad municipal”.

El edil añade que “este centro cultural será el foco de atención en cuanto al conocimiento de este gran patrimonio de carácter singular, que debe ser sin duda su principal objeto museable: un conjunto de más de una veintena de torres defensivas, en su mayoría, construidas en la segunda mitad del siglo XVI, cuyo objeto primordial era la defensa de la importante huerta alicantina contra las incursiones berberiscas producidas a lo largo de la Edad Moderna”, ha señalado Manresa.

En definitiva, la Torre Sarrió, de propiedad municipal, debe convertirse en el inicio de muchas de las actividades y recorridos culturales por la huerta alicantina, como así ya se está produciendo. Es el caso de actividades impulsadas desde el Departamento de Patrimonio Integral y la Unidad de Animación Sociocultural de la concejalía de Cultura, también desde el Proyecto TERRA, al que apoya el Ayuntamiento de Alicante a través de las concejalías de Cultura y Medio Ambiente, o con actividades como reuniones, visitas a la torre, o conferencias y cata de vinos, alrededor de un producto que fue fundamental en el desarrollo histórico y acervo cultural de la ciudad de Alicante: el afamado Fondillón. Esta actividad, reservada a profesionales del sector, tendrá lugar el próximo martes.

El Ayuntamiento de Alicante, a través de la concejalía de Urbanismo que dirige Adrián Santos Pérez, recepcionó el pasado mes de marzo la histórica Torre Sarrió, que ha pasado a convertirse en centro de interpretación de las Torres de la Huerta tras seis meses de obras después de su inicio y con una inversión de 604.686 euros. Se trata de una actuación histórica y muy esperada que permite poner en valor estas construcciones defensivas de la huerta alicantina, catalogadas como Bien de Interés Cultural, que han pasado por distintas vicisitudes hasta conseguir completar los procesos para su protección y conservación.

El conjunto en el que se ha actuado está formado por una torre de defensa del siglo XVI y una casa aneja, las cuales han quedado dentro de la glorieta denominada Deportista Carolina Pascual, en la Partida de La Condomina, con una superficie de 5.025 metros cuadrados.

La Torre Sarrió ya fue sometida a una primera fase de rehabilitación en 2010, que consistió en la demolición de algunos elementos impropios en la casa aneja y en la posterior rehabilitación de fachadas y cubiertas, así como la construcción de un forjado de planta primera o naya. En la torre la rehabilitación, con excepción del aljibe, tuvo un carácter más integral, faltando sólo la instalación de alumbrado.

En la segunda fase se ha completado las obras con una actuación en la estructura, construyendo la escalera de subida a la planta primera y añadiendo un forjado intermedio en la parte norte de la nave de la antigua bodega. Asimismo, se ha dotado al edificio de todas las instalaciones necesarias para su apertura al público en condiciones que permitan su total accesibilidad.

El objetivo del acondicionamiento de la edificación ha sido que se convierta en sede del centro de interpretación de la Huerta tradicional de Alicante y actúe como espacio polivalente. Tras la rehabilitación, se espera que se pueda proceder a la visita de la Torre en grupos reducidos y tutelada por monitores, dadas las condiciones poco adecuadas de accesibilidad, ya que en la actualidad existen pocas torres de titularidad pública que se puedan visitar.