Se trata de 9 manuscritos centenarios con textos importante de la historia de Alicante de los siglos XVI, XVII y XVIII que fueron restaurados en el Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación. Los volúmenes vuelven al Archivo Municipal de Alicante donde estarán a disposición de los historiadores y la ciudadanía. Algunos tomos ya han sido digitalizados.
“Joyas únicas conteniendo textos importantes de la historia de la ciudad que con el meticuloso trabajo del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración ponemos a disposición de los historiadores y la ciudadanía”. Así se refirió la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, Gloria Vara, a los resultados de las labores de estabilización de 9 libros manuscritos de los siglos XVI, XVII y XVIII que han vuelto al Archivo Municipal tras su “salvación” en Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación dependiente de la Generalitat.
El Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación, a cuyo frente está la subdirectora Gemma María Contreras, y el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Alicante, dirigido por Susana Llorens, han colaborado los últimos años en la operación de rescate y estabilización de estas joyas históricas. Las labores de restauración, en las que han trabajado varios técnicos del LVCR+i, han supuesto un coste de 13.693 euros, aportados por esos dos organismos.
De los 9 volúmenes, 6 son “Libros de Privilegios y Provisiones Reales”, uno de “Arrendamientos”, otro de “Registro de mandatos” y, el último, reúne títulos y actas. El más antiguo está fechado en 1508. La mayor parte de este conjunto documental proviene del siglo XVI, aunque también hay materiales del siglo XVII y XVIII. Como las labores de restauración se han efectuado hoja por hoja, se puede concluir que se ha intervenido en más de un millar de páginas.
Una de las salas del Archivo Municipal de Alicante, en el barrio antiguo, sirvió para la presentación de los manuscritos reparados. Se trata de libros singulares, que hace siglos fueron encuadernados en pergamino y cuyo papel “de buena calidad” se confeccionó de artesanalmente a partir de fibra de lino, según han explicado. La tinta, materia en la que Gemma María Contreras es una verdadera especialista, se elaboró con sulfato de hierro y materias extraídas del árbol del roble, mezcla a la que añadían agua o vino blanco. Los componentes se removían con un palito de higuera, cuyo látex aportaba adhesión al líquido, según han detallado.
Los libros pertenecen a los fondos del Archivo Municipal. Se encontraban muy deteriorados debido probablemente a la humedad del ambiente en Alicante. La oxidación de las tintas a lo largo de los siglos, lo que ha conllevado la corrosión del papel y su pérdida en algunos fragmentos, ha sido otra de las dificultades a la que se han enfrentado los restauradores.
De este conjunto patrimonial, seis libros ya han sido digitalizados por el Archivo, lo que supone una fácil puesta a disposición de las personas que los requieran para investigación o consulta.
En el acto de presentación de hoy han tomado parte también el jefe del servicio técnico del instituto, José Ignacio Catalán, y Luis Pablo Martínez, de la dirección territorial de la Consellería de Cultura.
“Estas labores de preservación de bienes tan ricos culturalmente suponen un acercamiento de sus contenidos, una aproximación de la historia de Alicante a la ciudadanía”, ha concluido Gloria Vara.
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