El Auditori de la Mediterrània ha inaugurado la Exposición artística de fotografía y creación audiovisual de Dani Dicenta Herrera que es un fotógrafo profesional de trayectoria reconocida en diferentes ámbitos, hijo de la actriz Lola Herrera muy querida por los espectadores del Auditori de la Mediterrània. Su exposición Evolutions estará en la Sala Llevant del 18 de octubre al 19 de noviembre de 2018. Auditori de la Mediterrània es el primer centro en acoger la exposición artística Evolutions tras su estreno y presentación en Madrid con gran afluencia de espectadores.
Ocho años después de Secuencias, su última exposición, Daniel Dicenta vuelve a comunicarse con el público a través de sus creaciones en Evolutions, una puesta en escena multidisciplinar (foto, vídeo y realidad virtual), protagonizada por la tecnología y la consiguiente transformación del mundo y del ser humano, que se ha presentado en Madrid verse en el espacio Clorofila Digital (Calle Téllez, 17 de Madrid), que confirma con esta muestra su apuesta y compromiso por la innovación en el mundo del arte y a continuación se presenta en La Nucía, en Auditori de la Mediterrània.
La visita puede llegar a convertirse en toda una experiencia donde el asistente descubrirá lo vulnerables que nos estamos convirtiendo leyendo, a través de su dispositivo móvil, los mensajes en códigos binarios que ilustran las distintas obras expuestas. “Las nuevas relaciones humanas, sus necesidades y expectativas, el amor, la inmersión tecnológica mental, la sinrazón sistemática, las falsedades y verdades de nuestras actitudes y aptitudes como especie y nuestra longevidad en el planeta, son algunas de las inquietudes que nos trasmite con esta multidisciplinar escenografía en la
que la intimidad desvalida de la Humanidad hace de aglutinador de los conceptos”, explica el escritor David Valdehíta en la presentación del proyecto.
‘Evolutions’, por David Valdehíta
Estas Evoluciones, están presentes tanto en la temática de las obras expuestas, como en la trayectoria profesional del autor. No en vano, Daniel Dicenta ha transitado por todos los caminos y recovecos de su materia prima laboral, la luz. Desde sus primeros pasos como pintor y dibujante, se han cruzado en su camino oficios como artefinalista publicitario, eléctrico de rodaje, iluminador, director de fotografía y fotógrafo.
Hace ya bastantes años que la inmersión simbiótica en la tecnología ha provocado que la creatividad analógica del autor se fusione con su creatividad digital, la cual, triunfadora, se expresa a través del lenguaje incomprensible del código binario, de las texturas, de los códigos de programación o de las interconexiones poligonales, componentes todos ellos del universo oculto, para hacernos ver lo invisible, lo que gobierna la creación y el azar. Para mostrarnos lo vulnerables que seremos cuando
el apagón sea imposible de reiniciar. Ya no se trata sólo de la belleza, es inevitable generar emociones.
La experiencia acumulada durante tanto aprendizaje se canaliza en la búsqueda de la verdad de las cosas. O al menos de alguna verdad que combata la inexorable banalización de nuestro mundo y derrote el culto a lo fugaz desde la calma y la reflexión.
Para extraer de su cabeza las imágenes que nos quiere transmitir, Dicenta sale a la calle para encontrarse con la realidad. El Museo se encuentra en la calle, el Museo es la gente que lo habita y lo que allí ocurre es un nutriente de inspiración para expresar sentimientos.
Las nuevas relaciones humanas, sus necesidades y expectativas, el amor, la inmersión tecnológica mental, la sinrazón sistemática, las falsedades y verdades de nuestras actitudes y aptitudes como especie y nuestra longevidad en el planeta, son algunas de las inquietudes que nos trasmite con esta multidisciplinar escenografía en la que la intimidad desvalida de la Humanidad hace de aglutinador de los conceptos.
En Evoluciones vamos a encontrarnos con un mundo onírico de colores pastel lacerados por conceptos matemáticos, vectores incomprensibles y algoritmos despiadados. Carne humana frente a hardware, realidad virtual versus vidas de marionetas en constante evolución. Mente natural frente a Inteligencia artificial.
Daniel Dicenta nos hace partir a la búsqueda de algo que ayude a comprender, intuir o anticipar la paradoja del futuro que se fue y del pasado que no llegó.
Durante la exposición Daniel Dicenta Herrera ofrecerá un curso de fotografía teórico y sobre todo práctico: “El retrato”. Se celebrará en la misma Sala Llevant que acoge Evolutions los días 9, 10, 16 y 17 del próximo mes de noviembre. La inscripción está abierta.
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