Bodegas Pinoso acaba de presentar unos nuevos vinos con la marca “Diapiro”. Con ellos tratan de buscar la mayor expresividad de su territorio y de sus gentes, utilizando uno de los elementos más característicos de su tierra: el diapiro del Cabezo la Sal, un importante yacimiento de sal que es conducida, después de 50 kilómetros y salvando una altitud de 600 metros, hasta la laguna de Torrevieja.

Sobre este monte y en este entorno, crecen algunas de las viñas más antiguas de la localidad, y en ella han trabajado generaciones de pinoseros durante siglos. A ellos se les dedica el vino que utiliza en su etiquetado los rostros de dos personas mayores, simbolizando así, el esfuerzo, la esencia y la antigüedad.

El vino blanco está realizado con merseguera y vendimia manual. Mitad de su fermentación se hace sobre lías y la otra en barricas. En el caso del vino tinto a las viejas cepas de monastrell, se les ha unido tempranillo y merlot con una vendimia especifica en los parajes en torno a este monte. Y se ha fermentado en depósitos centenarios de hormigón antes de pasar 4 meses por un roble francés.

La presentación del vino ha tenido lugar en el Consejo Regulador de la DOP Alicante y ha sido realizada por el Presidente de la Bodega, Jose Cerdá, acompañado del director y enóloga de la bodega, Javier García y Ana Amat. Les han acompañado también Lázaro Azorín, alcalde de esta localidad del Vinalopó Medio y Ana Laguna, Directora del Master de Gastronomía de la Universidad de Alicante.