Música de siete siglos de tradición ibérica y mediterránea acercarán el rico acervo cultural del Mare Nostrum a Casa Mediterráneo este domingo 17 de enero a las 12 h. a través del concierto que ofrecerá el reconocido intérprete y compositor Efrén López junto a Milo ke Mandarini, formación integrada por Isabel Martín y Carlos Ramírez. Las zanfonas y los laúdes de los multi instrumentistas, Efrén y Carlos, acompañarán la voz y las percusiones de Isabel en un repertorio que incluye tanto creaciones propias como piezas tradicionales del arco mediterráneo.
Con el propósito de adentrarnos en este universo musical retroalimentado por siglos de intercambios culturales, mantuvimos una entrevista con Efrén López, intérprete, compositor, productor e ingeniero de sonido especializado en instrumentos de cuerda pulsada de la Europa medieval, el Mediterráneo Oriental, Oriente Medio y Asia Central. Fundador de los grupos Trío Petrakis / López / Chemirani, L’Ham de Foc, Evo, Aman Aman, EAR y Sabir, entre otros, ha participado en la grabación de más de 70 discos, nueve de ellos con proyectos propios, galardonados con varios premios en España y Alemania.
Como intérprete ha formado parte de numerosos proyectos con músicos de toda Europa, el mundo árabe, Turquía, Irán y la India que le han llevado a festivales de Europa, América del norte y del sur, Asia y Norte de África. Como docente imparte regularmente talleres de técnica instrumental (zanfona, ud, bağlama, guitarra sin trastes, rabab) y teoría (makam, músical modal e ingeniería de sonido) en numerosos países. Es co-director artístico del centro Labyrinth Catalunya y asistente del Labyrinth de Creta. Desde 2005 organiza talleres de música tradicional con profesores del más alto nivel en diferentes localidades de Valencia, acercando las formas tradicionales a los músicos locales.
Pregunta: Usted es un músico especializado en instrumentos de cuerda pulsada de la Europa medieval, el Mediterráneo Oriental, Oriente Medio y Asia Central. ¿Cómo surgió su inclinación hacia este tipo de músicas?
Respuesta: Por alguna razón yo siempre me sentí atraído por estos estilos de música dentro del contexto musical en el que crecí, como cualquier niño de finales de los 70 y principios de los 80. No era una clase de música que se pudiera encontrar fácilmente en mi entorno, pero cada vez que escuchaba música árabe o incluso tradicional valenciana, cualquier tipo de música con cierta raíz, me atraía mucho. De pequeño no pude acercarme a ella, porque no había profesores por la zona donde yo vivía, ni gente que la tocara, entonces crecí tocando la guitarra eléctrica en grupos de rock. Pero en cuanto surgía la oportunidad o bien de encontrar algún instrumento o de aprender de alguien cualquier tipo de música tradicional me acercaba.
P: ¿Cuál ha sido su formación musical? ¿En qué países se ha formado y quiénes son sus principales maestros?
R: La zanfona, que es de origen medieval aunque también la utilizamos en músicas tradicionales, sobre todo de Galicia, Asturias y Francia, la aprendí en algunos cursos que organizaba la Asociación Ibérica de la Zanfona en Ávila. Pero para obtener conocimientos de música griega y turca, que es la que más he tocado, tuve que desplazarme allí. Estuve viviendo algunos años en la isla de Creta, también en Salónica, en el norte de Grecia, y en Estambul, en Turquía. Asimismo he tenido un profesor afgano, Daud Khan Sadozai, durante muchísimos años, que vive en Alemania. A través de muchos viajes para conseguir instrumentos he conocido a muchos luthiers y una figura muy importante para mí fue Ross Daly, un músico de origen irlandés que lleva establecido en la isla de Creta más de 40 años, con quien aprendí música griega, turca, árabe y persa.
P: ¿Qué influencias musicales ha observado entre los distintos países de la cuenca mediterránea, un espacio que a lo largo de los siglos ha sido escenario de múltiples intercambios culturales?
R: Sin ir más lejos, por aquí en Valencia han pasado casi todas las civilizaciones que han crecido en el Mediterráneo, griegos, romanos, árabes, fenicios… Todo eso se ve muy claramente en todo el Mediterráneo y más allá. Por ejemplo, si hablamos de una potencia a nivel musical como es Turquía dentro de las músicas mediterráneas, ese país tiene también una influencia de Asia central increíble. La raíz de la lengua y de la etnia turca viene de Asia central, del Turkmenistán. Imagínate qué lejana está esa zona del Mediterráneo, pero aún así bebe mucho de ella o del Imperio persa. Y si nos referimos a la música marroquí, ésta tiene un gran legado de la música de Sudán, por los esclavos que trajeron desde allí, que dejaron la música gnawa en Marruecos. Es decir, el Mediterráneo ya en sí es una potencia a nivel musical, pero es que además absorbe mucha información de otras culturas que no son puramente mediterráneas pero que también cuentan. Luego está por supuesto toda la música griega, que también ha influido a la música árabe, otomana… y hay tantos lazos que es muy difícil diseccionar el origen de cada una o qué estaba antes.
Esto genera muchos enfrentamientos. Por ejemplo, cada vez que subimos un vídeo a YouTube surgen unas batallas increíbles de gente peleándose por defender que unos instrumentos son árabes, griegos, turcos… Cuando al final son de todos. No hay por qué pelearse, la música no es de nadie y es de todos al mismo tiempo. Es algo tan remoto que a mí ni siquiera me importa. Yo he estudiado muchísimo todo esto, pero he llegado a la conclusión de que es tan difícil de saber como qué fue lo primero, la gallina o el huevo. Me apasiona leer sobre historia de la música, pero no se puede llegar a ninguna conclusión. La única conclusión que te queda es que incluso estilos musicales que existen hoy en día que nos parece que hayan estado ahí siempre, nunca es así, son mezclas y adaptaciones de otras cosas, modas que van y vienen. Justo ahora estaba dando una clase de laúd árabe y la gente ya se empieza a dar cuenta de que tiene diferencias sobre cómo se toca en Turquía, en Egipto, en Irán, pero al final viene de un mismo origen y todas estas músicas tienen tanto en común que es absurdo pelearse por quién es su amo o dueño. Yo, por ejemplo, como personaje externo a estas culturas de las que estamos hablando, sobrevuelo más fácilmente todas estas fronteras y las abordo con una mente más abierta.
P: En el concierto que ofrecerá este domingo 17 de enero en Casa Mediterráneo formará trío junto a Milo ke Mandarini, formación integrada por Isabel Martín y Carlos Ramírez, ¿desde cuándo actúan juntos y qué aporta cada uno de los músicos?
R: Para mí tocar con ellos es como tocar solo, en el mejor de los sentidos. Quiero decir, tenemos una estética muy parecida a nivel de qué cosas nos gustan en la música, qué perseguimos tocándola y cómo nos hemos acercado a estas tradiciones musicales. Los conozco desde hace doce o trece años y cuando les escuché tocar pensé que estaban en el mismo camino que yo. Ellos son de Toledo, aunque ahora viven en Extremadura. Luego asistieron a algún taller de los que imparto y entramos más en contacto directo, pero enseguida vi que eran dos músicos consagrados. A partir de ahí los invité a algún proyecto mío más grande, de los que ellos eran una parte, pero ahora desde hace unos meses estamos trabajando como trío. Nos encontramos muy a gusto, es un proyecto en el que no hace falta consensuar nada porque surge todo de una manera muy natural. Son grandes instrumentistas, Isabel cantando también. Nos gusta un tipo de repertorio parecido, abordarlo de una manera similar y todo resulta muy familiar, somos muy buenos amigos también.
Hicimos unos videos hace poco aquí en mi casa para un congreso de profesorado de toda España y fue una manera de oficializar la formación del trío. También estuvimos tocando en Logroño durante el confinamiento en el Festival de Música Antigua y esperamos poder darle salida a la formación del trío.
P: ¿Con las restricciones actuales originadas por la crisis sanitaria cómo realizan los ensayos?
R: Ten en cuenta que nos conocemos desde hace tiempo y tenemos mucho repertorio común. Hemos tocado alguna vez juntos y en general estoy acostumbrado a trabajar así, porque colaboro con músicos que viven incluso muchísimo más lejos que ellos y normalmente nos mandamos partituras y grabaciones. Cada uno prepara en su casa su parte lo mejor posible y luego se pone en común. Cada vez que tenemos un concierto quedamos un par de días antes de forma intensiva y ya perfilamos la parte de conjunto, pero sobre la base de temas que cada uno ya conoce por separado.
P: ¿Qué instrumentos tocarán y qué piezas interpretarán en el concierto?
R: A nivel instrumental, Isabel canta y toca varios instrumentos de percusión: el bendir, que es un pandero circular presente en todo el Mediterráneo, sobre todo en el sur y en el este, la pandereta y el pandero cuadrado de Peñaparda, un pueblo de Salamanca, un pandero con piel por las dos caras que tradicionalmente tocan sólo las mujeres. Y tanto Carlos como yo tocamos bastantes instrumentos cada uno, como las zanfonas, un instrumento de cuerda con la manivela de sonido continuo. Yo también toco el arpa y algunos laúdes; y Carlos, la lyra de Creta, que es una especie de rabel de instrumento de arco, y otros laúdes.
En el repertorio vamos a interpretar temas propios, una composición de ellos y también alguna mía, más una colección de temas tradicionales que van desde alguna pieza turca, un par de temas griegos, una cantiga medieval del rey Alfonso X el Sabio del siglo XIII hasta piezas tradicionales de Bulgaria, de Castilla, de Ibiza, un tema vasco… Tenemos bastante repertorio tradicional, a parte de nuestras composiciones.
Para mí la música es una imagen del equilibrio y de la armonía, de la belleza en definitiva.
P: Por último, me gustaría saber qué es para usted la música y qué siente cuando compone e interpreta.
R: Es una pregunta un poco difícil de contestar, pero te hablaría con hechos. La verdad es que estoy muy dedicado a la música, a veces pienso que incluso demasiado, porque todo lo que hago en la vida gira en torno a ella. Es muy bonito saber cuál es tu propósito en la vida y cuando lo sabes todo se clarifica bastante. Para mí la vida es muy simple. Las situaciones, las personas o los actos que me ayudan a ser mejor músico los adopto y los acepto en mi vida y los que no, los desecho. Es así de sencillo. Vivo la música como un espacio de creación, me gusta mucho componer e incluso cuando toco música tradicional y antigua, hacerlo un poco a mi manera. Eso te da unas herramientas para crear tu propio mundo o tu propia imagen de la armonía y el equilibrio. Es algo que me gusta expresar a través de la música. También me gusta mucho la música que te conecta con una raíz, con un poso. No estoy hablando de música tradicional de un lugar u otro, sino de algo más transnacional. Para mí es una imagen del equilibrio y de la armonía, de la belleza en definitiva.
Fuente: https://bit.ly/3oPVSD7
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