«Rupestre. Los primeros santuarios” ha abierto sus puertas en el MARQ para sacar a la luz y reunir por primera vez piezas únicas y extraordinarias que materializan el extraordinario patrimonio arqueológico de la provincia. El diputado de Cultura, César Augusto Asencio, ha inaugurado esta mañana la muestra que se podrá visitar gratuitamente desde mañana viernes hasta el domingo a modo de bienvenida.
Se cumplen veinte años de la inclusión del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO y precisamente alrededor de ese eje gira este nuevo proyecto del MARQ. En las últimas décadas, Alicante ha destacado por sus pioneras investigaciones, cuyas conclusiones han sido determinantes para los estudios sobre este periodo de la Historia. Ahora, a través de esta iniciativa, el museo alicantino rinde su particular homenaje a cuarenta años de investigación, conservación y puesta en valor del arte rupestre que solo en nuestra provincia cuenta con más de 200 conjuntos.
Así lo ha destacado Asencio, quien además ha recordado que también se cumplen veinte años de la apertura del Pla de Petracos, primer abrigo vallado con información para el visitante en nuestro territorio y un excepcional exponente del arte macroesquemático, exclusivo de Alicante y algunas áreas del sur de Valencia.
El acto ha contado también con la participación de los comisarios de la muestra, el director de Exposiciones del museo alicantino, Jorge Soler, la arqueóloga y profesora de Prehistoria de la Universidad de Alicante, Virginia Barciela, y el director del Área de Arquitectura de la Diputación, Rafael Pérez, así como el director técnico del MARQ, Manuel Olcina, y el director gerente del mismo, José Alberto Cortés.
Más de ochocientos metros cuadrados, divididos en tres salas, ofrecen al visitante la oportunidad de profundizar en este arte milenario. El original diseño expositivo arranca con un guiño a las Cuevas de Altamira para mostrar el arte paleolítico a través de paneles y piezas de arte mueble del norte y centro peninsular, entre las que destaca el llamado Glotón del Jarama o la placa de Villalba. A esta selección se añade otra procedente de emplazamientos de la Comunitat Valenciana como la Cova del Parpalló de Gandía o el conjunto del Tossal de la Roca de La Vall d’Alcalà. Esta primera sala culmina con una potente imagen gráfica y audiovisual de los tres santuarios alicantinos: la Cova Fosca y la Cova del Reinós en La Vall d’Ebo y la Cova del Comte de Pedreguer.
La segunda estancia, centrada en el Pla de Petracos, dejará constancia de la esencia del Neolítico y del Arte Macroesquemático. Los calcos de los principales conjuntos prehistóricos localizados en la montaña alicantina, verdaderas obras de arte elaboradas por el Centre d’Estudis Contestans, están acompañados por el vaso con el orante de la Cova de l’Or, procedente del Museo de Alcoy. Por último, la tercera sala concentra la documentación de más de veinte enclaves y está destinada al Arte Levantino y al Arte Esquemático que, en parte de su desarrollo, fueron sincrónicos. Este espacio exhibe singulares piezas procedentes de distintos museos locales y nacionales, como el vaso de Costamar.
“Rupestre. Los primeros santuarios” culmina con una evocación a la influencia del Arte Prehistórico en el Arte Contemporáneo con la obra de Miquel Barceló, Il pittore a Bologna (1983), como eje principal. Asimismo, cabe destacar los paisajes sonoros de las salas creados por el reconocido compositor alicantino Luis Ivars y los recursos de accesibilidad dispuestos para abrir esta muestra a todos los públicos.
El proyecto, que mostrará hasta el próximo mes de enero la esencia del arte prehistórico en la provincia de Alicante, ha contado con la colaboración de Asisa, Cajamurcia, La Caixa y Museums Partner.
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