La Cátedra Pedro Ibarra de la UMH ha editado el libro ‘Acadèmia Municipal de Dibuix i Pintura d’Elx (1919-1985)’, escrito por el profesor de secundaria Vicente F. Soler y con prólogo de la periodista María Pomares. La obra refleja los 66 años de trayectoria ininterrumpida del centro público, cuyo primer director y docente fue el reconocido artista local Mariano Antón Serra.

La edil de Cultura, Marga Antón, ha felicitado al autor y por plasmar en papel “lo que significó para Elche la Acadèmia”. También ha agradecido al director de la Cátedra, Miguel Ors, “por su labor de preservación de la memoria colectiva”, y ha realizado un llamamiento a la sociedad ilicitana a no perderla, “porque es imprescindible para construir el futuro”. Además, ha asegurado que la Concejalía está recabando datos para una posible restauración de la estatua de Mariano Antón en la Plaça de la Mercè, comprometiéndose a lograr que, poco a poco, “la cultura crezca cada día en Elche”.

Vicente F. Soler ha manifestado que la publicación es consecuencia de “su interés por la educación en Elche”, y ha reconocido “el gran esfuerzo” que ha efectuado la urbe en tal materia a lo largo del siglo XX: “El último, la cesión de los terrenos para la UMH”. Y ha calificado el año de la fundación de la Acadèmia (1919) de tiempo “poco propicio para el arte” dada la conflictividad social, los desastres naturales y la epidemia de gripe. Igualmente, ha tenido unas palabras de reconocimiento para el edil de la época José Vives, que reivindicó que el centro fuese “público y abierto a todo el mundo”.

Ors, que asimismo ha alabado la trayectoria editorial de Vicente F. Soler, le ha animado a continuar escribiendo libros para que sus investigaciones “nos abran los ojos para conservar lo que vale la pena en Elche”, y se ha mostrado preocupado porque otras experiencias culturales ilicitanas corran la misma suerte que la Acadèmia y “desaparezcan sin que nadie diga nada”, por lo que ha instado a la audiencia que abarrotada el Salón de Plenos “a estar alerta”.

La Acadèmia Municipal sentó una sólida base en nuestra ciudad. A partir de la segunda mitad de la pasada centuria viviría una lenta decadencia debido a la aparición de pintores locales en consonancia a las vanguardias de tal periodo o al establecimiento de otras entidades relacionadas con la enseñanza de las artes plásticas, como la Escuela del Hort del Xocolater o los cursos de la Universidad Popular.