¿Por qué ese desprecio a la novela romántica? ¿Por qué considerar este género como inferior al resto? Si lo pensamos bien, en la mayoría de estas narraciones se habla del amor: la pérdida del mismo, el primer amor, el amor desairado, el amor desmesurado, el amor adúltero. Mi opinión al respecto es que en España, cuando estamos hablando de novela romántica, en lo que pensamos es en la novela rosa, las famosas novelitas de Corín Tellado, dedicadas a las mujeres y que bebían del adoctrinamiento que se realizaba en la educación de las niñas: el hombre tiene la razón, tu objetivo es casarte, ser buena ama de casa y tener hijos, ser obediente y muy cariñosa y, por supuesto fiel. No importaban los deseos de ellas, si no era el casarse y el tener hijos, y si no seguían la ruta marcada se convertían en parias. Las protagonistas de estas novelitas eran pobres, la mayoría de las veces, pero como cumplían todos los requisitos arriba indicados, tras sufrir, recibían la correspondiente recompensa: se casaban con alguien rico (el príncipe de los cuentos) y eran felices para siempre.

Ahora, por suerte para nosotras, la sociedad ha cambiado y las novelas románticas también. Sus personajes femeninos son fuertes y se encuentran en igual de condiciones con sus futuras parejas, trabajan y son independientes, tienen conflictos y al final encuentran el amor. Yo llegué tarde al género romántico y lo hice por curiosidad. Sus argumentos son tan válidos como los de cualquier otro género, pero la trama principal es el amor con final feliz. La mayoría de las que he leído hasta la fecha son muy entretenidas y están tan bien escritas como las de cualquier otro género. Lo que es predecible será el final feliz, pero hasta llegar a ello los personajes sufrirán y no solo la mujer protagonista.

Dentro de la novela romántica están los subgéneros: las hay juveniles, eróticas, paranormales (son en las que intervienen personajes como vampiros, hombres-lobos…), históricas, ciencia-ficción o fantasía. El abanico es muy grande y hay para todos los gustos. Pero es que, además, a pesar de no darle mucha importancia, mueve una gran facturación y en las editoriales se mima el producto, ya que su amplio público, femenino en su mayoría, es de una franja de edad desde los 20 a los 60 años, tienen estudios y criterio a la hora de elegir lo que quieren leer, son fieles a los autores que les gustan y leen una media de 4 libros al mes.

En cuanto a mi experiencia personal, empecé a leer este género con las novelas románticas de tipo paranormal (con vampiros) hasta que fui al primer encuentro de Novela Romántica de Alicante, ya hace unos años, y conocí a muchas autoras y a un autor, Leo Mazzola que fue el organizador de tal evento que se volvió a celebrar al año siguiente. Pues bien, a partir de ese momento he conocido a varias escritoras a las que sigo, y aquí, en la provincia de Alicante, tenemos muchas de gran calidad y que han publicado y publican en las grandes editoriales, y no quiero terminar este artículo sin mencionarlas y citar alguna de sus novelas que, por supuesto, he leído.

Arlette Geneve, de Elche, tiene novelas históricas, dentro de la romántica, como “Vindicatio” (en la antigua Roma), “Inmisericorde”, “El carcelero de Isbiliya” (finalista premio Planeta), y las más recientes “Lady Penword” y “Lady McGregor”.

Mar Cantero, afincada en Altea, tiene una obra heterogénea de la que destacan varias novelas románticas como “Las chicas del Club Belly Dance” y “Reset Love”, de ciencia ficción.

Bela Marbel, residente en Villajoyosa, con novelas como “Mi tierra eres tú”, “Te tengo en mi piel”, “Espirales en el ombligo”.

Y de Alicante, Patricia A. Miller, con novelas muy actuales, en lugares lejanos, y mujeres con profesiones interesantes: “Flores de Invierno”, “El infierno en tus ojos”, “Nunca serás agua”, todas ellas publicadas en Versatil.

Pero también hay algún escritor como Leo Mazzola, que en la actualidad reside en nuestra ciudad y tiene novelas tan interesantes como “Atrapada en Venecia” y “Sueños de Luna”.

En fin, que la novela romántica es un género entretenido y para todos los gustos, y no vale decir que no te gusta si no la has leído.