Antonia Moreno, delegada del Consell en Alicante, y Antoni Such, director general de la Administración Local de la Generalitat Valenciana, se han desplazado hasta l’Alfàs para comprobar in situ las mejoras acometidas en el Museo de la Villa Romana de l’Albir y la rehabilitación del Molí de Mànec. Este proyecto se ha podido desarrollar gracias a una inversión iniciada en mayo de 2019 de 500.000 euros, cofinanciada al 50 % por la Generalitat Valenciana a través del Programa Operativo FEDER 2014-2020 para la conservación y recuperación de bienes culturales y patrimoniales.

“Es fundamental la apuesta de la Generalitat Valenciana por estos fondos FEDER, destinados a la recuperación del patrimonio, ya que los ayuntamientos seríamos incapaces de poder llevar a cabo estos proyectos sin cofinanciación”, ha manifestado Mayte García, concejala de Presidencia del Ayuntamiento de l’Alfàs. La concejala también se ha referido a la contratación directa de más de 20 personas, que ha resultado necesaria para poder desarrollar estas actuaciones.

“Estamos trabajando ya en el nuevo programa operativo de fondos europeos  FEDER 2021-2027, que seguramente se aprobará en verano” ha anunciado  Antoni Such, director general de la Administración Local de la Generalitat Valenciana, quien también ha apuntado que se trata de  “un programa enfocado a la rehabilitación de elementos arquitectónicos degradados y abandonados, para que tengan una utilidad cultural, económica y social”.

Con una inyección de 250.000 euros de la Generalitat Valenciana, a través del Programa Operativo FEDER 2014-2020 para la conservación y recuperación de bienes culturales y patrimoniales, el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi ha ampliado el Museo de la Villa Romana de l’Albir y ha recuperado como bien patrimonial visitable el Molí de Mànec. Este molino hidráulico, ubicado en el barranco de Carbonera, formaba parte del Reg Major, un regadío histórico cuya construcción se remonta al siglo XVII, por lo que se trata de uno de los elementos etnológicos más significativos del municipio.

Este programa ha buscado en todo momento la conservación, la protección, el fomento y el desarrollo del patrimonio natural y cultural, pero también tiene como objetivo generar empleo y riqueza, teniendo en cuenta la repercusión de estas mejoras en un destino turístico como es l’Alfàs.

Tras la recepción oficial en el Consistorio, la comitiva de autoridades y técnicos se ha desplazado primero hasta el Molí de Mànec. Según las referencias históricas disponibles, se presupone que se construyó entre el siglo XVIII y principios del XIX. A lo largo de los años ha recibido otras denominaciones, como Molí de Carbonera, de Baix, Maset y de Montaner. Desde el año 1999 es de propiedad municipal.

El molino consta de dos partes diferenciadas: la planta superior destinada a vivienda del molinero, de su familia y de sus trabajadores, y la parte inferior donde se ubicada la maquinaria  y demás elementos necesarios para la molturación del grano. El Ayuntamiento de l’Alfàs, a través de sus concejalías de Cultura, Patrimonio y Medio Ambiente, ha ejecutado su rehabilitación, salvando así de la ruina un elemento significativo del sistema de riego, para su reconversión en un Centro de Interpretación, dando así lugar a un elemento turístico enmarcado en un área con baja densidad de población, que facilita la integración de cultura y paisaje.

Gracias a la inversión recibida, se han contratado  a ocho personas, y se ha contado con el  apoyo del Grupo de Patrimonio Virtual de la Universidad de Alicante, encargado de la fotogrametría del edificio, la recreación virtual del volumen y de la maquinaria del molino, y la creación de un trampantojo digital para la fachada. 

Junto a la rehabilitación del Molí de Mànec, se ha ampliado el Museo de la Villa Romana de l’Albir. En 1979 unas obras próximas a la playa de l’Albir sacaron a la luz los restos óseos de un enterramiento de época romana. Durante los años ochenta y noventa del siglo XX, las excavaciones arqueológicas descubrieron un yacimiento de una gran riqueza patrimonial y científica formado por una extensa necrópolis, un mausoleo y una villa. Todo el conjunto se ha datado entre los siglos IV a VII d.C. En 2008, el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi, en colaboración con la Universidad de Alicante, retomó los trabajos arqueológicos con el fin de recuperar uno de los yacimientos más significativos de la provincia de Alicante, convirtiéndose en el primer Museo al Aire Libre de la Comunidad Valenciana, inaugurado en marzo de 2011.

Desde su apertura, se ha ido ampliando de manera progresiva por fases, con nuevos recursos didácticos, como una maqueta táctil que permite a los invidentes descubrir el yacimiento, una Sala de Audiovisuales en la que se exponen  piezas de relevante valor, o una guía interactiva de realidad aumentada, desarrollada conjuntamente por la Universidad de Alicante y el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi. En 2015 se amplió el recorrido visitable hasta uno de los edificios principales de la villa, una estancia absidiada bastante grande denominada oecus, y ahora continúa con la zona residencial donde el dominus tenía sus estancias y celebraba los banquetes.

Actualmente se acaba de finalizar la última ampliación, tras la excavación y musealización de las estructuras situadas al sur de las termas, sectores II y IV de la Villa Romana de l’Albir. Estos últimos trabajos han sufrido un retraso por la pandemia, pero han sido muy provechosos, ya que se ha encontrado un patio con las habitaciones tras las termas, y piezas muy valiosas desde la perspectiva científica y patrimonial, que vienen a despejar muchas dudas respecto a la Villa. Además, estos trabajos han permitido abrir al público gran parte del yacimiento.

Para la realización de estos trabajos se ha requerido la contratación de 11 personas, que ha sido posible gracias a esa inyección recibida de 250.000 euros. En su desarrollo, se ha contado con la colaboración de la Universidad de Alicante, encargada de la realización de un vídeo de realidad virtual de 360 con la recreación del peristilo, el oecus y las termas de la villa, mediante un cortometraje virtual que muestra el ritual del convivium.