Francisco Álvarez Álvarez, más conocido en el ámbito literario como Francisco Álvarez Koki es un escritor gallego, que nació en 1957 en el barrio de A Estivada, en la villa marinera de A Guarda, Pontevedra. En este lugar, a la sombra del Monte de Santa Trega, donde desemboca el río Miño separando España y Portugal, comenzó la carrera poética de uno de los autores gallegos contemporáneos más internacionales. Esa capacidad para traspasar fronteras se debe en gran parte su plurilingüismo, que le permitió llevar su obra mucho más allá de nuestro ámbito nacional.
Es difícil precisar cuándo comenzó a escribir poesía, pues ni el mismo autor parece estar seguro de ello. Según sus propias palabras, recuerda haber escrito sus primeros poemas con 12 o 13 años. Desde que empezó a dar sus primeros pasos en el mundo de las artes literarias, Koki se ha definido como un obrero que escribe poesía, pues no lo hace para matar su vanidad, ni para regocijo de los poderes políticos o editoriales. Su poesía tiene otras intenciones, entre las cuales podemos destacar dos: la finalidad social y la finalidad amorosa.
En la vertiente social de su poesía, Álvarez Koki cultiva un estilo directo que pretende llegar fácilmente al lector. No resulta extraño que desarrolle esta forma de escritura, pues durante su juventud todavía predominaban en España los poetas sociales que buscaban llegar fácilmente al pueblo a través de su escritura, para generar un cambio de mentalidad que ayudara a construir el país que tenemos hoy en día.
En el año 1977 emigró a Francia, donde trabajó durante una larga temporada en las fábricas Bonduelle. El carácter obrero de su poesía no podría haber encontrado una fuente de inspiración más directa en ningún otro lugar. Por ello, durante estos años desarrolla una poética con un marcado carácter social, que a pesar de no poseer todavía una calidad profesional, anticipa sus posteriores éxitos. Durante este periodo contrajo matrimonio, concretamente en 1980, y publicó su primer libro: “Lexaníasˮ, escrito en gallego.
A partir de este primer libro, se anticipará también el plurilingüismo que rige toda su obra poética, narrativa y periodística, en la que combinará siempre el gallego y el castellano, y en ocasiones el inglés, estableciéndose así como uno de los principales defensores de la lengua gallega en todo el mundo. Debido a ese afán por defender sus raíces, Koki es miembro de la Asociación de escritores en lengua gallega, y remarca siempre que lo hace porque se trata de la lengua de sus ancestros y de la lengua vehicular de sus amigos, familia e hijo.
En 1984 se lanzó al mar en busca del sueño americano y emigró a Estados Unidos, donde permaneció en situación ilegal e indocumentado durante cinco años, durante los cuales no regresó a Galicia. Durante ese periodo consiguió finalmente regularizar su situación en el país, y sus vivencias en Nueva York dieron lugar a su primer éxito literario, con el libro “Mais alo de Finisterreˮ.
En este libro publicado por la Diputación Provincial de Pontevedra, el poeta expresa de una manera cruda el choque con la urbe capitalista, en una sociedad que él mismo definió como“los antiguos romanos del siglo XXIˮ. De este modo, el autor se aferra a la literatura en una existencia nada apacible, en la que predomina el sentimiento de resignación por haberse convertido en un mártir más del sueño americano.
Al mismo tiempo que escribía ese primer libro, comenzó a trabajar también en su obra “Sombra de Lunaˮ, escrita en lengua castellana. Sin embargo, esta obra la terminaría años más tarde, concretamente en 2015, y lo hizo en la Huerta de San Vicente en Granada, lugar de residencia de Federico García Lorca. Se trata de un libro extenso, humilde y profundo, donde el poeta palpa el desorden y el caos de un mundo que necesita ser reinventado. Posiblemente esta sea una de las obras más relevantes a la hora de introducirnos en la figura del autor gallego, pues su largo proceso de elaboración constituye un reflejo claro de sus diversas etapas literarias.
Más allá de la vertiente social de su poesía, Álvarez Koki ha destacado, sobre todo, por una extensa obra poética que tiene como tema central el amor y el erotismo. En estos poemas, en los que predomina un lenguaje metafórico, simbolista y altamente sexual, el autor expresa el amor como un refugio ante las vicisitudes del mundo.
En la poesía de finales de siglo XX y finales del siglo XXI, la forma en la que trabaja este tipo de temáticas constituye una verdadera peculiaridad dentro del transcurso de las diferentes corrientes poéticas. A diferencia de la mayoría de poemas amorosos de ese periodo, en sus composiciones no predomina una concepción ambigua del amor, en la que se introduce siempre de algún modo el dolor de la pérdida, sino que se concibe el enamoramiento como un acto alegre, satisfactorio y que no genera ningún tipo de sufrimiento. A pesar de ello, los poemas no toman el amor como un elemento idealizado, sino que recogen situaciones cotidianas y encuentros íntimos, que precisamente por dejar de lado las exageraciones sentimentales conectan mucho más con el lector. Un claro ejemplo de ello sería este poema titulado “Sonata para un cuerpo en la bañeraˮ:
SONATA PARA UN CUERPO EN LA BAÑERA
La bañera como un barco
te mecía en el tiempo,
y a través del agua
yo era tu silencio.
El agua tenue se hundía
por tu hermoso cuerpo
mientras la luna se filtraba
con todos sus misterios.
Los visillos de la ventana
jugaban con el viento,
mientras la bañera te rodeaba
con sus brazos de hierro.
El agua, otra vez el agua
en su dulce chapoteo
subía por tu piel
para entrar en tus secretos.
Yo era el vendaval
que soplaba en tus velas
y era el maremoto
que sacudía tu bañera.
Pero al final fue el tiempo
más firme que mi fuerza
y me volví playa y me volví puerto
para ser agua de tu misma bañera.
De mano de esta temática erótica, cargada de sensualidad e imágenes sugerentes, el autor alcanzará un grado de riqueza expresiva que muy pocos poetas contemporáneos han llegado a lograr. Véase como otro ejemplo de ello el poema “Retrato cubistaˮ:
RETRATO CUBISTA
Desde el lienzo cubista
y desde la altura…
de una métrica medida,
unos ojos como oídos nos sentían.
Tal vez después el osado pintor
interrogue al cuadro
sobre nuestros jadeos y demás juegos malabares.
Pero el cuadro,
fi el al arte de nuestros cuerpos
permanecerá sonriente y mudo
con el todavía caliente tintineo de tus besos.
El sofá se recupera de las embestidas
y por el suelo saltan las chispas
de dos cuerpos, cuya energía se extingue
en la hoguera de las pasiones
que vibran al unísono.
Descansamos…
más tarde volvimos al encuentro,
era fuego, era sueño y era poesía…
Bajando por tu cuerpo,
subiendo por mis besos.
Mujer de altas montañas
me perdí en tus altiplanos
y el eco sonido de mis pasos
se confundió en tus huellas.
En estos dos poemas, se puede ejemplificar también el tipo de métrica y el trabajo formal que utiliza el autor en la construcción de sus obras. Se aprecia en su poética un gusto por la combinación de versos heptasílabos y endecasílabos. Asimismo, este tipo de versos van acompañados de una libertad estrófica, siendo estas dos características unos rasgos muy comunes de la poesía castellana desde mediados de los años 60. Por ello, en la poesía de Álvarez Koki podemos reconocer ese puente que une tradición y modernidad en la poesía española de la segunda mitad del siglo XX, ya que sus poemas constituyen una muestra clara de la evolución de la lírica contemporánea en el cambio de siglo.
Además, cabe destacar que, como todo buen poeta, ha tomado como maestros a las grandes voces de la poesía del siglo XX. Entre ellas podríamos citar a autores como Lorca, Miguel Hernández, Neruda, César Vallejo o Rosalía de Castro. De esos autores podemos apreciar referencias indirectas en gran cantidad de sus poemas, como por ejemplo en “Sementeraˮ, donde el poeta parafrasea a uno de los escritores mencionados introduciendo en la composición uno de los versos más conocidos de la literatura sudamericana:
SEMENTERA
Me gusta cuando siembras
mi cuerpo de esperanzas
y me gusta cuando callas
tus dulces palabras,
cuando huelo tus flores
que en mi estudio tiemblan
al viento de mis suspiros
que buscan tus labios.
Todos los papeles, todos, esperan tu mirada,
de cuando lees mis versos,
con ansia callada.
Tus fl ores me hablan de ti
y alegran mi estancia,
porque ellas conservan tus besos
y nuestras palabras.
La elaboración de este tipo de poética, cargada de un sustrato cultural rico y bien aprovechado, cobra una especial relevancia si consideramos el hecho de que es un autor que durante muchos años se encontró fuera de su entorno natural, lingüística y culturalmente hablando. Por ello, Antonio Muñoz Molina dijo de él las siguientes palabras:
“Pienso estas cosas leyendo los poemas de Francisco Álvarez, imaginando su vida de escritor en español y gallego en la ciudad de Nueva York, preguntándome cómo se mantiene la inspiración literaria viviendo durante muchos años sumergido en otro idioma, en otros idiomas, porque si en Nueva York el inglés ya no es la lengua dominante, también es cierto que el español que se habla en la ciudad está lleno de resonancias, giros, contaminaciones que lo hacen muy distinto del idioma que Álvarez aprendió en su infancia y en su juventud.ˮ
Sea como fuere, desde su primer éxito con“Mais alo de Fisterreˮ, en 1991, el autor ha construido una amplia obra poética en gallego, que le ha erigido como uno de los mayores representantes de esta lengua en el ámbito de la lírica. En 1999 publicó “Alen da fronteiraˮ, en ediciones Egasur poesía; en 2003, la Diputación de Pontevedra editó su libro “Para abril e amantesˮ; en 2010, salió a la luz “Maruxiaˮ, de mano de la colección Cies de la Diputación de Pontevedra; y en 2018 publicó en la editorial Fervenza “A memoria das palabrasˮ.
En lengua castellana, ha publicado la obra “Al fin del sigloˮ, en Ollantay Press New York, en el año 2000; la antología “Doce poetas entre rascacielosˮ, publicada en la Casa de la cultura de Ecuador ese mismo año 2000; la antología “Miradas de Nueva Yorkˮ, de la editorial El Vigía de Granada, año 2000;“Geometría y angustiaˮ, de la colección poetas españoles en Nueva York de la Fundación José Manuel Lara de Sevilla, en 2012; también en 2012 se publicó la edición bilingüe español / inglés de“Para abril y amantesˮ, editada por Book press New York. Otras obras más recientes son“Erótica…dosˮ (publicada en 2017 por Sial Pigmalión de Madrid; “Luna y el libro de Lourenzoˮ, una serie de poemas infantiles ilustrados que publicó esa misma editorial madrileña al año siguiente; o “Panorama sobre los rascacielosˮ, una antología de poetas españoles en Nueva York elaborada por el Consulado general de España en 2019.
En el ámbito de la narrativa, durante estos treinta años de trabajo el autor ha publicado también algunos títulos. El salto a la prosa los dio con“Ratas en Manhattanˮ, un libro de cuentos que relata las experiencias de los emigrantes en la búsqueda del sueño americano. Esta obra fue editada originalmente en gallego por la editorial Sotelo Blanco de Santiago de Compostela, en 2007, y traducida al castellano por la editorial Chiado Madrid, en 2013. En el ámbito de la literatura infantil, escribió un cuento para niños en defensa del gallego titulado “Un neno na emigraciónˮ, motivado por la idea de que los padres emigrantes no se olviden de transmitir la lengua y la cultura gallega a sus hijos; esta obra se editó en gallego, español e inglés, en Edición do Cumio de Pontevedra, en el año 2011.
Esta amplia trayectoria literaria le ha valido a Francisco Álvarez Koki el haber sido galardonado con varios premios. Cabe destacar entre ellos el premio Hernán Esquí 2014, que recibió en Ferrol. A ello hay que sumar las menciones honoríficas del círculo de escritores y poetas iberoamericanos de Nueva York, y la obtención del premio Escriduende al mejor libro de poesía social, que le fue otorgado en la Feria del Libro de Madrid en 2016, por su obra “Sombra de Lunaˮ.
La defensa de la cultura gallega le llevó a ser también durante algunos años el representante de Galicia en la Unesco. Por ello, se puede considerar a Álvarez Koki no solo como uno de las principales figuras culturales del ámbito gallego, sino también como uno de los autores españoles más internacionales del momento, cuyo legado traspasará indudablemente nuestras fronteras haciendo llegar las letras castellanas y gallegas a buena parte del mundo.
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