La concejala de Patrimonio Histórico, Pilar Gay, ha anunciado que antes de final de año Guardamar se convertirá en uno de los puntos más importantes de todo el sudeste español en cuanto a turismo cultural y arqueoturismo se refiere. Y ello gracias a la inversión de 1.699.673 euros en la zonas históricas de la Fonteta y en la ciudadela amurallada y castillo, donde se ejecutan en estos momentos trabajos de investigación, rehabilitación, y consolidación y puesta en valor para hacerlos visibles mediante rutas guiadas.
La concejala visitó este miércoles los dos yacimientos arqueólogicos de La Fonteta, Rábita Califal (siglo X), y la ciudad amurallada fenicia (siglos VIII-VI antes de Cristo), en compañía de los responsables autonómicos de Patrimonio Cultural y Arqueología, Marta Ponce, Monse López y José Antonio López así como del arquitecto municipal, José Gambín y del responsable del museo arqueológico, Francisco Parres.
Durante el recorrido arqueológico los responsables autonómicos y municipales han comprobado de primera mano los trabajos de restauración e investigación que se ejecutan. Entre otros el recrecimiento de muros de la rabita califal con el fin de proteger los tapiales originales y hacerlos más comprensibles para el público en general. También las labores de excavación que se desarrollan en la zona fenicia donde ya han sido desenterrados más de 90 metros de muralla, se han localizado viviendas así como construcciones religiosas entre otras.
«La arqueología es un complemento y una alternativa al turismo estival de sol y playa, y en el caso de Guardamar nuestro patrimonio histórico y arqueológico, rico y abundante, nos permite apostar por este turismo cultural» indica Pilar Gay.
Para la concejala, poniendo en valor y que puedan ser visitables estos lugares pretendemos atraer un turismo más específico a lo largo de todo el año y a la vez conocer nuestro pasado. «El patrimonio arqueológico posee un gran potencial como fuente de recursos turísticos, es la herencia recibida de nuestros antepasados y deben ser disfrutados por el conjunto de la sociedad» añade.
La concejala quiso destacar que la apertura al público de nuestros yacimientos no debe afectar negativamente al carácter arqueológico y científico de tales emplazamientos por lo que «nuestro objetivo es implantar un tipo de turismo sostenible y respetuoso, aplicando un modelo que debe de difundir el patrimonio cultural como herramienta para conservarlo, transformar los bienes culturales pasivos en elementos activos y así obtener unos ingresos económicos que contribuyan a su conservación».
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