Cuando Franco murió, la familia pasó a un plano más discreto. Ahora, con la exhumación del cadáver del dictador, vuelve a estar en el punto de mira. Pero ¿los Franco han llegado a estar alguna vez apartados del poder económico y político de este país? Mariano Sánchez Soler descubre en su libro La familia Franco S.A. los negocios e hilos que la familia Franco mueve en la sombra para continuar formando parte de los poderosos de España, poniendo incluso “entre las cuerdas” al gobierno socialista de Pedro Sánchez que se presentó el pasado martes en la librería 80 Mundos.

Sánchez Soler va estirando de la madeja y nos muestra con datos contrastados cómo la familia siguió gozando de privilegios tras la muerte del dictador. Ningún miembro de la familia Franco ha entrado jamás en la cárcel a pesar de haber estado involucrados en diferentes estafas tanto en España como en Sudamérica. Carmen Franco intentó sacar de España medallas de su padre a Suiza y en 1978 fue interceptada en el aeropuerto. Todo quedó en una anécdota y tanto ella como su marido mantuvieron su pasaporte diplomático hasta el año 1986. Algunas de las antigüedades que deberían formar parte del patrimonio nacional se detectaron en París, vendidas por el reconocido anticuario, Jean Marie Rossi, segundo marido de Carmen Martínez-Bordiú, la “nietísima”.

Mariano Sánchez Soler nación en Alicante en 1954, es licenciado en ciencias de Información. Ha dedicado parte de su vida profesional a la investigación y está considerado uno de los principales expertos en la familia Franco. Ha trabajado para diarios como El Periódico de Catalunya, Diario 16, Tiempo, Interviú y Le Monde Diplomatique. Es profesor de guion en la Universidad de Elche y dirige un taller de novela negra en la Universidad de Alicante, donde coordina el encuentro anual Mayo Negro. Ha publicado novelas negras como Carne fresca, Festín de tiburones, Para matar, Nuestra propia sangre o El asesinato de los marqueses de Urbina y, entre otros títulos, el ensayo Anatomía del crimen: guía de la novela y el cine negro.

Pregunta: ¿A partir de cuándo la familia Franco empezó a enriquecerse?

Respuesta: Desde el preciso instante en que Franco fue nombrado Generalísimo, en plena guerra civil. La familia pasó de tener como únicos ingresos el sueldo del general a acumular grandes propiedades inmobiliarias (Meirás, Canto del Pico, Valdefuentes, etc.) y manejar importantes sumas de dinero.

P: ¿Quién formaba el Clan de El Pardo?

R: Las familias Franco, los Polo (Felipe, especialmente, y Cita), los Martínez Bordiú (conde de Argillo, el marqués de Villaverde y sus hermanos), el secretario José María Sanchíz; los empresarios Banús, el naviero Aznar, el banquero Coca, Barrié de la Maza. El palacio de El Pardo era un gran centro de tráfico de influencias, donde muchos iban a sentar un miembro de la familia en sus consejos de administración y hacer negocios aprovechando la influencia de Franco. Cuando murió el general, los miembros del clan estaban en más de cincuenta empresas.

P: ¿Cuál fue el papel de Carmen Polo tras la muerte del Caudillo?

R: Carmen Polo, la Señora, fue la que mantuvo la unidad familiar. Las propiedades y los negocios de la familia ya estaban bajo el control de la hija, Carmen Franco y de su marido Cristóbal Martínez-Bordiú, encubiertas la mayoría de ellas en sociedades anónimas, presididas por sus testaferros (Ursaria, S.A., Comercial Flores, S.A., Valdefuentes, S.A.)

P: En el libro aparecen además del apellido Franco el de conocidos empresarios y banqueros: Koplowitz, March, Coca, Aguirre, Marsans… y muchos otros. El paso de la dictadura a la democracia, ¿cómo afectó a las grandes fortunas de España?

R: De conjunto, no les afectó lo más mínimo. Hubo cambios estructurales en la banca y el mundo empresarial, cambios generacionales y fusiones (Coca, Aguirre…). Pero no fueron molestados y adaptaron sus grandes negocios a los nuevos tiempos sin ninguna dificultad. Pasaron de grandes magnates de la dictadura a altos ejecutivos de la democracia.

P: En «La familia Franco SA» se habla de divorcios, accidentes, títulos nobiliarios…y estafas. ¿Algún miembro ha ido a la cárcel o ha tenido que pagar indemnizaciones?

R: Ningún miembro ha ido a la cárcel ni ha sido condenado. Solo Francis Franco tuvo que pagar una multa en un asunto de caza furtiva. Durante la transición recibieron un trato privilegiado por los responsables políticos.

P: ¿El Pazo de Meirás fue un regalo o una imposición?

R: Fue un “regalo” impuesto en plena guerra civil, con bonos y aportaciones bajo presión. La pertenencia legal a los Franco está siendo cuestionada, al ser denunciada la adquisición en los juzgados por la Abogacía del Estado, ya que se ha descubierto que se firmaron dos contratos de compraventa. El segundo, se firmó cuando la familia habitaba ya la propiedad con la intención de evitar que el Pazo pasara a pertenecer al Patrimonio Nacional, es decir al Estado, cuando muriera Franco. El asunto está sub júdice.

P: ¿Se puede saber a cuánto asciende la fortuna de los Franco?

R: Es prácticamente imposible. La oscuridad de las cifras durante la dictadura, las ventas, los negocios realizados mediante testaferros, el tiempo transcurrido tras cuatro décadas de impunidad… Se pueden realizar estimaciones: valorar todas las propiedades inmobiliarias, los regalos que recibió el general durante cuarenta años, los negocios emprendidos por la familia y por sus representantes. Se habla de seiscientos millones de euros, según determinadas informaciones, pero es imposible comprobarlo. Cuando murió Franco, informaciones periodísticas calcularon en más de mil millones de pesetas de la época.

P: ¿Qué actividades realiza la Fundación Franco?

R: Administra el archivo que estaba en poder de Franco cuando murió. Son documentos oficiales en su mayoría, que deberían estar en manos del Estado. Su objetivo es mantener viva la memoria, los mensajes y las ideas políticas de Franco. Es una Fundación política, aunque se diga cultural. La Fundación recibió cuatro subvenciones, bajo el gobierno de José María Aznar, para digitalizar sus archivos y modernizar su acceso.

P: La exhumación del cuerpo de Franco del Valle de los Caídos ha supuesto una ardua “batalla” para el Gobierno, ¿cuáles han sido los obstáculos con los que se enfrentaron?

R: La dificultad fundamental ha sido jurídica. Los recursos de la familia, de la Fundación Francisco Franco y del abad del Valle de los Caídos, principalmente, han entorpecido el proceso. En el asunto han intervenido, además, el Vaticano, casi mil militares en la reserva, el arzobispado de Madrid, algún juez singular… El Tribunal Supremo ya ha dictaminado a favor, pero quedaron algunos escollos judiciales de procedimiento y la resistencia de sectores franquistas que no se dieron por vencidos.

P: ¿Qué vínculos tiene la familia Franco con el partido político VOX?

R: Luis Alfonso de Borbón, el biznieto de Franco y presidente de honor de la Fundación Francisco Franco, es amigo personal de los máximos dirigentes de Vox, comparten actividades en una ONG católica y en actos públicos. El vicepresidente de la Fundación no ha dudado en defender públicamente y por escrito a Vox como alternativa política favorable a Franco. Incluso pidieron el voto para este partido desde la Fundación mientras negaban su vinculación al mismo.