La “I Residencia lírica Maestro Chapí” nace de la necesidad de ampliar el abanico de iniciativas que en los últimos años han tratado de convertir al Teatro Principal en todo un referente cultural. Un edificio abierto no solo a la exhibición, sino también al desarrollo de proyectos vinculados a las artes escénicas donde la Zarzuela se convierta ahora en una buena excusa para unir los proyectos del principal en materia de teatro, danza, coro y ahora, expresamente, lírica.

La edil de cultura María Dolores Padilla y el Director del Teatro Principal de Alicante Francesc Sanguino han presentado en rueda de prensa la “I Residencia lírica Maestro Chapí” con la presencia del Nacho Hernández, director de la “Compañía lírica alicantina” que se convierte en la primera compañía lírica residente en el Teatro Principal de Alicante que pretende potenciar las manifestaciones artísticas locales y tiene el objetivo principal, a medio plazo, de la creación de nuevos públicos que ya de por sí es especialmente aficionado en este género en la ciudad de Alicante.

Padilla ha destacado que “es necesario mimar al público alicantino que es tan necesario para el teatro” y ha valorado la “importancia de este tipo de iniciativas respaldadas por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alicante”. Por su parte Francesc Sanguino ha resaltado el valor de que “en los últimos tres años se hayan desarrollado con esta, seis residencias artísticas en el Teatro Principal de Alicante, la producción de la Generalitat La armonía del silencio de Lola Blasco, la Jove Companyía de teatre i dansa, el Coro del Teatro Principal, la I Residencia de teatro José Estruch, y ahora la Compañía lírica alicantina. Iniciativas que hay que consolidar para avanzar en el proyecto del Principal”.

En el marco de celebración de sus 50 años que se celebrará en 2019, y tras el éxito cosechado en noviembre con Luisa Fernanda, con la que colgó el cartel de “No hay localidades”, la Compañía lírica alicantina se convierte en la primera compañía lírica con residencia en el Teatro Principal de Alicante y lo hace con la producción Doña Francisquita, que se estrenará el próximo 2 de noviembre, y que también estará en cartel el día 3.

En su intervención, Nacho Hernández ha hablado sobre la producción del gran musical que fue en los años 20 “Doña Francisquita” en la que ya se encuentran inmersos y ha insistido en el “gran reto que supone ponerse al frente de esta obra culmen de la zarzuela, en la que intervienen más de treinta artistas en su mayoría del propio elenco de la compañía y que entraña un alto nivel de dificultad de producción que hace de la “I Residencia lírica Maestro Chapí” una condición indispensable para poder llevarla a cabo

Así, esta nueva idea surge tras el éxito de la Compañía Lírica y el estreno del Coro del Teatro Principal, dándose la circunstancia de que está prevista la colaboración del coro en la nueva producción de la Compañía Lírica.

Las entradas se pondrán a la venta el día 4 de julio en la web www.teatroprincipaldealicante.com. El precio es de 30 € butaca de patio y club, 25 € palco corrido y 20 € en anfiteatro.

Así el paraguas del Principal se abre para seguir albergando iniciativas que enriquezcan el tejido cultural de Alicante y propiciando sinergias entre las mismas.

Doña Francisquita:

Doña Francisquita es una zarzuela en tres actos, con libreto de Federico Romero Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw Iturralde, basada en la comedia La discreta enamorada de Lope de Vega, con música del maestro Amadeo Vives, que se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid en los años 20.

La acción se sitúa en el Madrid romántico de mediados del siglo XIX, durante el carnaval. Se la considera como una de las más grandes obras de la zarzuela, sentando modelo dentro del género grande. El libreto, basado libremente en la comedia de Lope de Vega, retrata el Madrid romántico de una manera poética y fiel, creando cuadros de gran colorido y viveza, sin caer en la mera recreación histórica, siendo esta una obra llena de frescura. Por sus características puede definirse también como una ópera cómica de gran calidad.

En el apartado musical se aprecia el gran genio de Amadeo Vives al reflejar en su música el alma de Madrid, al crear grandes páginas líricas como la «Canción del ruiseñor» o la romanza «Por el humo se sabe», a otras de sentido popular y gran colorido como el animado pasacalle de estudiantes y modistillas, o el conocido fandango del baile de cuchilleros.