Estar desnudo no es necesariamente estar vulnerable, pero es lo que da más miedo. Semanalmente el espacio cultural Viva La Pepa acoge la propuesta Striptease Verbal creada hace unos cuatro años, por la gestora cultural Raquel Martín. El Striptease Verbal te hace disfrutar durante 20 minutos de poesías sin interferencias, únicamente con el sonido de la voz. Un espectáculo diferente donde la escena solo tiene un biombo, simplificando la escenografía y centrándose en la fuerza de las palabras.

Este evento poético busca en sus palabras un contexto en el que el contenido se presenta lo más nítido posible. El autor y autora se desprenden de todo. El lenguaje y la comunicación se unen.

Su impulsora, Raquel Martín, le “surgió una duda sobre las herramientas expresivas, sobre hasta qué punto son vías o son escudos. Creemos que lo importante es lo que se quiere expresar y el cómo debería estar a su servicio, no al revés”.

En esta propuesta poética, de 20 minutos como decíamos, el autor y autora no ve al público. Solo lo intuye y no modifica su discurso en relación a éste. Se libera de la necesidad de adaptarse a las reacciones. Por otra parte, el público puede sentir físicamente al autor. La carencia de otros estímulos escénicos puede centrarse únicamente en el contenido. Y además hay un biombo que separa o, mejor, une al público a quien recita, a modo de piel artificial para evitar las distracciones.

Este año 2019 ha estado repleto de poetas intensos e intensas. Nos visitó Hiedra de donde brotan raíces adventicias que se agarran fuertemente a los cuerpos inmediatos y estuvo con versos como “Nos hemos quedado en infinitivo”. Volvió a estar Nelo Curti al que ya no le quedan capas de tantas veces que lo ha hecho y planteó su clásico poemario El lujo de ponernos tristes. Estuvo Natalia Fernández y le puso voz a su verso “que el dolor fuera una puerta abierta y no una habitación vacía”. Tuvimos los instantes intensos de la poeta Ágora Reix en el que deletrea sus poemas sin prisas pero sí con los nervios que la caracterizan. En mayo participó Lola Vive que es de la ciudad de Elda con un recital de los amores conocidos y de los que le quedan por descubrir. Participó el artista plurifuncional Claudio H. donde no presentó sus grandes canciones sino una sesión de poemas mestizos sin urgencias. Él es de temas largos para que tarden más en acabarse. Tuvimos una sesión de Christian Vázquez, otro clásico del Striptease, con poemas muy suyos y otros de La Chiado. Gran verso “recuerdo que te hice sonreír y lo recordaré en cada una de mis vidas” que planteó una noche de abril Miguel Valero. Hubo una sesión tenue en la que estuvo F. F. Fracazo, vamos Pancho, con poemas que no eran suyos sino de personajes inventados por él. Con una voz, la suya, que parece un rumor: “préstame tu lengua que la quiero morder”. Hasta en dos ocasiones participó Pepa Berenguer, la propietaria de Viva La Pepa, y lo hizo con su texto “Piromanía”: “la iglesia que mejor ilumina es la que arde”. El segundo Striptease del año lo hizo Goya Riera con su Poetry Project: “Cuando se desnuda, primero hay que quitarse los miedos y luego la ropa. Y luego hay que empezar a construirse de nuevo”.  La lista, que es casi interminable, la acabo con Javier Solari, músico, artista y poeta -todo a la vez- algo humorista e irónico y que transforma sus letras en versos con historias que también son estridentes: “la historia de un hombre, la histeria del hambre”.

La temporada ha finalizado. Después de las vacaciones de agosto vuelven y en principio será el próximo martes 3 de septiembre a las 21 h. Compártelo con algún amigo o amiga y os esperamos en el primer Striptease Verbal en Viva La Pepa.