La Casa de Cultura de Altea albergaba la presentación de las ediciones de las dos obras galardonadas en Premis Altea 2022. “Com és de gran el meu voler! del historiador Modest Barrera, distinguido con el Premi Carmelina Sánchez-Cutillas y “La marca del temps”, galardonado con el Premi Altea de Literatura Infantil y Juvenil,  del reconocido escritor de literatura juvenil Silvestre Vilaplana, son las obras que acaban de ver la luz de la mano de Aila Edicions, con la organización del Ayuntamiento de Altea y el patrocinio de la Fundación Caixaltea.
En el transcurso del acto, conducido por la edil de Cultura Aurora Serrat, participaban ambos escritores, la presidenta de la Fundación Caixaltea, Rocío Gómez y el director de la Càtedra Enric Valor, Joan Borja.
A la cita acudía numeroso público, entre el que se encontraba el alcalde Jaume Llinares, que no quiso perderse esta importante cita anual con las letras. Un acto esperado en el municipio que, después de la Gala Premis Altea, en la que se dan a conocer los ganadores de cada edición, es el evento literario que más interés despierta entre la población. Después de 6 ediciones, Premis Altea se ha convertido en una referencia a nivel local, pero también en toda la Comunidad Valenciana y una muestra de ello son las casi 200 obras que este año se han presentado a concurso.
Tras la presentación de los participantes, Aurora Serrat remarcaba la importancia que estos premios literarios han alcanzado en el ranking de libros más leídos en valenciano, poniendo como ejemplo  los puestos alcanzados por las obras ganadoras de Premis Altea en el 2021.  El libro más leído de las novelas adultas era “Aire” de Elvira Cambrils, Premi Carmelina Sánchez-Cutillas de Novel.la i Prosa Creativa 2021 y también en el segundo puesto de obras juveniles más leídas aparecía “El bosc de les ombres” de Ignaci García, Premi Altea de Literatura Infantil i Juvenil 2021. Datos reflejados en una publicación del diario La Veu dels Llibres del pasado día 5 de noviembre, bajo el título “Los libros más leídos en las bibliotecas valencianas”.
Por su parte, Rocío Gómez, presidenta de la Fundación Caixaltea, quien financia el Premi Carmelina Sánchez-Cutillas, expresaba satisfacción por poder representar a una fundación cuyo objeto principal es la promoción social y cultural a través de múltiples colaboraciones con entidades y asociaciones y también continuas colaboraciones en ediciones de libros locales y comarcales; especialmente con Premis Altea, con los que la entidad ha colaborado desde el inicio del proyecto. “Siempre que nace un proyecto los impulsores del mismo sentimos un vínculo especial y no hay nada que pueda llenar más que ver la consolidación de dicho proyecto, que es ya un hecho edición tras edición. Un evidencia de ello es la gran cantidad de obras que se presentan y la calidad de las mismas”.
A continuación, Aurora Serrat cedía la palabra a Joan Borja “alma máter” de estos premios, quien agradecía todas las colaboraciones con las que cuentan estos premios, entre ellas la de la Dirección General de Política Lingüística y gestión del Multilingüismo de la Consellería de Educación, Cultura y Deportes y del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. Borja calificaba esta presentación de los libros ganadores como “el día importante de Premis Altea porque tiene un sentido si comprendemos que la literatura, como arte de las palabras y de la comunicación, tiene un sentido como puro y estricto juego que crea y recrea mundos y eso no tiene ningún sentido si no somos capaces de poner en peligro de ser leídos los libros; de llegar a las manos de un lector que complete la partida del juego de la comunicación que en el último término es la literatura”.
En palabras del director de la Càtedra Enric Valor, “para Premis Altea, saber que Modest Barrera, hombre de prestigio, historiador y que ahora gana premios con los libros que realiza, o que Silvestre Vilaplana, que es uno de los grandes autores más leídos, se presenten a los Premis Altea es la historia de un éxito. Pero esto no tiene sentido si sus libros no llegan a vuestras manos y vosotros dotáis de sentido aquel juego incompleto que es la creación literaria”.
Sobre el contenido de las obras, Joan Borja habla del amor como protagonista tanto en “La Marca del Temps” como en “Com és de gran el meu voler!”. Un amor marcado por el tiempo en el que transcurre.
Pero de las sinopsis de las obras eran los propios autores los que desvelaban el hilo conductor de su creación. Sin muchos detalles, para sorprender al lector, Silvestre Vilaplana habla de Altea; una joven que recuerda una vida anterior, en  un tiempo y lugar diferente y que cree haber sido asesinada.
“La marca del temps” es una novela de intriga que discurre a través de diferentes épocas, con unos personajes que luchan por mantener su amor a lo largo de los siglos y al tiempo que intentan escapar de un asesino despiadado. ¿Cómo impedir que alguien te mate una vez y otra?
Durante la presentación Vilaplana, optaba por explicar el motivo que le lleva a escribir este tipo de novelas destinadas principalmente al lector joven. “En general los libros juveniles son libros de segunda categoría y yo creo que no hay nada más lejos de la realidad. Yo creo sinceramente que la literatura juvenil juega un papel esencial en el mundo literario. Precisamente porque va dirigido a los adolescentes, la franja en la que más lectores se pierden. Los adolescentes están llenos de distracciones y no leen”.  “Por otro lado, posiblemente el público más exigente es el adolescente que has de engancharlo desde la primera página y no puedes decepcionarlo en ningún momento porque si no desconectan del libro. Por lo que hay que trabajarlo mucho”; ha añadido Silvestre Vilaplana, autor de muchas de las novelas juveniles que son de lectura obligada en los IES valencianos; una obligatoriedad con la que indica estar en desacuerdo  y que considera contraproducente. “Los adolescentes han de leer por placer no como herramienta de trabajo”.
De la otra obra premiada, “Com és de gran elmeu voler!”, Modest Barrera, autor de la misma, habla de la relación epistolar construida a partir de una confesión de amor que esconde toda una trama de aspiraciones, frustraciones, delitos, delirios y venganzas en una época oscura en la que todo era imposible. ¿Se puede amar en un tiempo de postguerra? ¿Hay esperanza para una persona escondida por miedo a represalias?
Barrera, se manifestaba sorprendido por la capacidad de convocatoria de Premis Altea y declaraba sentirse emocionado y contento de participar.
“Esta novela nace de una experiencia como historiador. El trabajo de los historiadores es dilatado en el tiempo. -Com és de gran el meu voler- tiene como base un estudio que hice de los procesos que se abrieron al finalizar la guerra y lo encontrado me helaba el corazón. La narración histórica no permite dejar volar la imaginación y es en la literatura dónde puedes escarbar en los sentimientos y esto es lo que me ha llevado a escribir esta obra de amor y venganzas”. Apuntaba Modest Barrera, quien ha definido su obra como “un conjunto de cartas que hablan de amor y más cosas. La forma es importante porque de un lado cuando escribes cartas, de alguna manera, no es igual que si hablas con alguien cara a cara; no hay contacto físico y entonces es un género apropiado también para hablar de amor. Aquel sentimiento que cuando se manifiesta, suspende la razón. No hay razón cuando apelamos al amor. Este es el planteamiento de la obra, en una época que es la postguerra en la que se cometieron muchas barrabasadas. Hay periodos especiales en los que todo es posible, por increíble que parezca,  y es ahí donde se plantea esta relación epistolar entre dos personas, una de ellas escondida. Se abre un juego y aquí está la clave de la obra”.
Tras la presentación de los libros, los autores firmaron al numeroso público congregado los ejemplares que la concejalía de Cultura tenía dispuestos para los asistentes.