Acabadas las solemnes Vísperas de la Asunción de la Virgen, cantadas sobre el mismo escenario de la Festa o Misterio de Elche por el clero de la Basílica de Santa María, se inicia el primer acto de la representación sacra ilicitana, el cual es conocido genéricamente con el nombre de Vespra, y se diferencia así del segundo llamado Festa.

A las seis de la tarde de este lunes sale el cortejo que desde la cercana ermita de San Sebastián conduce a los cantores del drama hasta la iglesia parroquial. Encabezan este cortejo el Rector de Santa María y los Electos y Portaestandarte. Éstos visten de chaqué y los dos primeros portan unas varas doradas como señal de autoridad. Tras ellos continúan los personajes de la obra seguidos por miembros del Patronato del Misterio, organismo encargado de la organización y custodia del drama asuncionista. La breve marcha hasta la Basílica la abre la Banda Municipal de Música que interpreta un pasodoble compuesto por el maestro Alfredo Javaloyes, músico ilicitano, titulado El Abanico.

La escenificación comienza cuando aparece la Virgen y sus acompañantes en la puerta principal del templo. La Madre de Cristo se halla representada por un niño de corta edad vestido con una túnica blanca y un manto azul. Sobre su cabeza porta una diadema dorada. Su pequeño cortejo está compuesto por María Salomé y María Jacobe que visten de manera similar a la Virgen y llevan escritos sus nombres en sus correspondientes diademas. También forman parte del acompañamiento dos ángeles de almohada -así llamados por llevar en sus manos sendos cojines de terciopelo rojo- y cuatro ángeles de manto. Todos estos personajes también son representados por niños, ya que el origen litúrgico del teatro religioso medieval no permite la participación femenina.

En cuanto los pequeños cantores entran por la puerta de la iglesia, suena el órgano de la misma. Tanto la Virgen María, la María como es conocida en Elche, como su cortejo queda muy cerca de dicha puerta, al inicio del andador, corredor en forma de plano inclinado que conduce desde este lugar hasta el escenario o cadafal construido entre el crucero y el presbiterio. Mientras tanto, el Rector y los Electos y Portaestandarte suben por el citado andador y ocupan sus sitiales instalados en dos ensanches de este corredor, justamente al lado de la puerta del tablado. El niño que representa a la Madre de Dios, mirando hacia el altar mayor de la iglesia, canta a sus compañeras pidiéndoles ayuda en día tan importante para ella:

Germanes mies, jo voldria
fer certa petició aquest dia:
prec-vos no em vullau deixar
puix tant me mostrau amar.