Las obras para localizar el refugio antiaéreo de la plaza de Baix que comenzaron hace tres días han dado sus frutos. En las últimas horas han aparecido las escaleras y el propio acceso a este vestigio de la Guerra Civil española construido para proteger a la población de posibles bombardeos.
El concejal de Patrimonio Histórico, Fernando Portillo, ha señalado que a partir de ahora la excavación se hará a mano para ir desescombrando la entrada al refugio y saber la situación de conservación en el que se encuentra.
Las excavaciones han llegado a una profundidad de 3,4 metros hasta el primer rellano y “ahora hay que seguir bajando, pero el trabajo va a ser más laborioso ante la imposibilidad de hacerlo con máquinas como hasta ahora”.
Portillo ha señalado que “se trata de un refugio de mina, excavado sobre el terreno y no se vació la plaza para construirlo como apuntaban algunas hipótesis”.
Dependiendo de su estado de conservación el Ayuntamiento decidirá si lo hace visitable y lo incluye dentro del proyecto de rehabilitación integral de esta plaza que contempla a medio plazo. “Esa es la idea, los arquitectos tendrán que valorar si el lugar es seguro”, y ha destacado que “los datos aportados por el georradar han acertado en la posición donde estaba la boca de entrada, y ahora se trata de seguir trabajando”.
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