Libro publicado por la Editorial Kalandraka en un alarde de edición. Toda una joya.
Con este título concluye su trilogía onírica. En este libro, Sendak nos cuenta la historia de Aida y de su hermana pequeña que es secuestrada por unos duendes. Aida recorrerá un mundo mágico saliendo por la ventana como un supermán cubierta con una capa y rescatará a su hermana y la librará del maleficio al que los duendes someten a los bebés. En este libro también está impresa la huella de su infancia, ya que su hermana Natalie también tenía la responsabilidad de cuidar de él muy a menudo. Y por otro lado, Sendak quedó muy conmocionado por un hecho al que los periódicos de la época dieron mucha relevancia, el secuestro del bebé del aviador Lindebergh.

Libro de múltiples lecturas en el que se aprecian la influencia de los cuentos de hadas, de los pintores románticos y de la ópera de Mozart,” La flauta mágica”. “Al otro lado” es toda una sinfonía visual y sonora. La música y los detalles de las ilustraciones, el colorido, los rostros de los personajes, esos duendes encapuchados, casi invisibles, la intriga y el misterio que se va extendiendo a lo largo de toda la trama, y luego, la resolución del conflicto, de una manera tan sencilla, tierna y melodiosa, y todo ello mezclado con detalles ambiguos, confusos y mágicos que provocan que cada vez que lees este libro te quedes fascinado. Libro que encanta a los niños y sorprende a los adultos, libro que se presta muy bien a ser contado en voz alta como los cuentos tradicionales. Todo un placer para los sentidos, lo demás, viene por añadidura…
Una vez Más Maurice Sendak, donde en esta obra deja claro la manera de interpretar el mundo infantil y lo que el pretende mostrar en sus libros.
«Es básicamente la historia de mí y mi hermana. Ella es Aida y su enfado, o incluso ira, por tener que cuidar de mí. Insinuar eso como parte de una relación en un libro para niños resulta duro porque hay un concepto equivocado de lo que es un libro infantil y de lo que debe contener y lo que no debe contener y de lo que debe tratar y no debe tratar. Y en esencia la idea es que sean sanos, divertidos, ingeniosos y optimistas y que no muestren las pequeñas miserias de la vida real. Pero yo recuerdo cómo era la vida real y no sabía sobre qué otra cosa podía escribir.”