El camino no ha sido fácil para la rehabilitación del refugio de la guerra civil de la Finca Pedro José, tras los retrasos iniciales provocados por las abundantes lluvias en la primavera pasada y los problemas con el suministro de materiales, las obras concluyeron a finales de año.
La rehabilitación se ha llevado a cabo en base al proyecto elaborado por Miguel Martínez Perallón, dicho proyecto fue encargado por el ayuntamiento tras el hallazgo del refugio en la legislatura pasada. La obra está incluida dentro del Plan +Cerca de la Diputación de Alicante y ha tenido un coste total de unos 40.000€.
Desde las concejalías de Urbanismo y Cultura, dirigidas por las socialistas Eva Delgado y Esther Donate, se apostó por la realización de este proyecto desde el principio. Cabe recordar que según la Ley 9/2017 de 7 de abril de la Generalitat, el patrimonio histórico y arqueológico civil y militar de la Guerra Civil en la Comunitat Valenciana, construido con anterioridad a 1940, tiene el reconocimiento legal de bien de relevancia local.
Con esta actuación se pone en valor la historia del municipio y se dignifica el jardín de la Casa de Pedro José, en la que actualmente está el Juzgado de Paz, y que fue restaurada con fondos propios del Ayuntamiento en el año 2010.
Nos encontramos ante un refugio antiaéreo destinado a proteger a la familia del teniente de carabineros José Muñoz Vizcaíno y del personal civil y militar residente en la finca. El refugio dispone de dos bocas de acceso, aunque podría existir otra a través de la antigua bodega según algunas fuentes consultadas, por las que se accede a sendas escaleras y pasillos que conducen a una galería central. La primera boca de acceso está localizada en la fachada trasera que linda con la calle Dean Antonio Sala. La segunda entrada, se encuentra en la fachada lateral en su orientación sureste.
Según las fuentes consultadas, dentro de las distintas tipologías constructivas existentes en refugios antiaéreos, estaríamos ante un refugio de Tipo 2, ejecutado en terreno arcilloso y que debido a su resistencia hace innecesaria la presencia de muros de contención. Las galerías están revestidas por una hilada de ladrillo de 7 cm y el techo se encuentra abovedado propiciando de esta forma el “efecto arco”.