Contra toda injusticia, activismo. Contra toda ignorancia, racionalidad.
Esta decisión estúpida y sin ninguna explicación lógica que podemos leer hoy en diversos medios no es sino una muestra más de las consecuencias que se dan cuando quienes deberían actuar como defensores de la realidad de los hechos científicos se pliegan cobarde e interesadamente a baratas demagogias ideológicas y rastreras conveniencias políticas.
La ciencia es ciencia, no es democrática ni nunca debe serlo, se basa en hechos objetivos y realidades demostradas empíricamente.
Cuando quienes deberían defender estos hechos y realidades se dedican a satisfacer y ratificar las «opiniones» y los ladridos viscerales de una chusma embrutecida y dirigida mediáticamente que carece en general de conocimientos para permitirse opinar sobre ciertos temas, la ciencia deja de cumplir su función. Deja de ser ciencia para convertirse en «otra cosa». En dogma, en totalitarismo, en este caso en un sangriento rodillo dirigido política e ideológicamente para cercenar los derechos humanos y cívicos de un grupo social con presencia en todos los países del mundo.
Lo que se ha hecho hoy con las deportistas trans es exactamente lo mismo que en los años 30 se pretendió hacer esgrimiendo parecidas razones con los deportistas negros tanto en los países de ideología nazi y totalitaria como en Estados Unidos y otros países pretendidamente «civilizados» que aún hoy, a pesar de ciertas decisiones vergonzosas como ésta, se jactan y presumen todavía de ser bastión de derechos civiles e inconmovibles libertades democráticas. Los mismos que nos alertan del peligro y el resurgimiento de la ultraderecha y se niegan a ver esa misma viga en su propio ojo.
Para ampliar información sobre el tema:

https://www.independentespanol.com/noticias/lia-thomas-ncaa-trans-nadadora-b2049709.html